Foto de Mariska Karto |
Soliloquio
Sabrías
decirme a qué recurso apelar cuando descubrís que algo se extenuó. El espejo te
devuelve un poco ojerosa, con la boca más asténica, pero comprobás que los
cambios no son tan visibles.
O qué hacer cuando al
doblar una esquina estás desorientada y aunque reconozcas la calle, los
negocios, alguna cara, sentís que el mundo es incomprensible, igual que si
vinieras de una nebulosa desconocida. No tolerás los ruidos y la hostilidad
circundante resulta densa como una montaña de escombros.
Cómo proceder si al asomarte
por la ventana tenés la impresión de que la infinitud del cielo se te metió
adentro y sos un estuche sin contenido, que comienza a disiparse. Lo único que subsiste
es la percepción de inexistencia.
La nada no se siente
a sí misma, ni sabe que no es, o que es el agujero del vacío absoluto. En
cambio, sos consciente de tu estado actual.
Será que siempre
viviste en blanco o negro y no soportás esta supervivencia de helecho. Es
cierto, te sentís sola y no por falta de personas. Desde tu nacimiento fue así.
Quedaste olvidada en la frialdad de la balanza hasta que una enfermera te
envolvió en una mantita y te llevó a neonatología.
—Estamos en una
situación de emergencia, hay poco personal —le comunicaron a tu padre.
Tal vez por eso hay períodos
en que el invierno te alcanza y congela hasta el dolor. El espíritu yermo de la
soledad, murmurás, y tu voz es un vidrio escarchado que se quiebra en astillas,
sin lágrimas. No hay nadie, ni lo habrá, que te acompañarte en esta búsqueda.
Varias veces traspasaste
los campos de la muerte, comiste de sus frutos amargos y te pareció habitar una
jaula vacía. Te aferrabas a los barrotes oxidados que eran el sostén de tu vida.
No hay más que
silencios y oquedades. El amor es puro anhelo y la esperanza es un pájaro gris,
que desaparece en el crepúsculo punteado de grillos.
Sabrías decirme.
©
Mirella S. —Junio 2014—
Mirella! qué belleza este Soliloquio! me encantó!.
ResponderEliminarGracias por compartirlo!
Un beso
Muchas gracias por tus palabras, Laura, un gusto que pases por aquí.
EliminarBesos.
Q más quisiera
ResponderEliminarProfe, sea más explícito ¿sabría decirme...?
EliminarAy que me he visto en ella.
ResponderEliminarComo en un espejo.
Besos.
En algún momento de la vida, todos nos sentimos así... algunos lo admiten y lo hacen consciente, otros tapan sus propias voces con las externas.
EliminarBesos, Torito.
Yo de pequeño me pegaba unas panzadas de hablar yo solo que me crujía. Con el tiempo lo he ido dejando, ya que muchos de los discursos que me daba a mi mismo no me gustaban para nada. Este soliloquio tuyo es el reflejo de lo que nos puede pasar a muchos, o les ha pasado.
ResponderEliminarBesos Mirella.
Es lo que le contesté al Toro, hay personalidades más introvertidas que saben escucharse, aún lo más terrible que puedan decirse, mientras que otros se desentienden de esos estados anímicos, que en algún momento les hará impacto en el cuerpo.
EliminarSiempre mil gracias por estar, Rafa.
Un abrazo.
Sé que es un soliloquio, que por su propia naturaleza no puede aceptar respuesta ajena, pero recurriría yo a la más inclasificable paradoja del vacío, trataría de recordar que si no hay control ni descontrol, no existe sino esta soledad que juega a quedarse como si fuera permanente. Y entonces trataría de centrarme, buscar asiento entre mi mente y verla pasar. Convendría despedirla con un realista "hasta luego", respirar hondo y -si a uno le gustan esas cosas- investigar. A fin de cuentas esto también es la más pura ficción. Es un soliloquio amargo que muchos habremos presenciado.
ResponderEliminar¡Un abrazote, Mirella! ^_^
Te vas mucho a lo mental, Jorge. Cuando se está en crisis, como se plantea en el texto no podés hacer una análisis de la soledad o del vacío existencial. Simplemente te sumergís en esa maraña de emociones y las expresás, si podés, con imágenes más o menos poéticas.
EliminarConsidero esos soliloquios beneficiosos, si no se convierten en rumiaciones continuas que giran siempre alrededor de la negatividad.
Abrazos y gracias.
Diría yo, un soliloquio existencial; necesario, inteligente, sanador, realista...
ResponderEliminar¿Fui o soy....?
Me gustó mucho. Impecable como siempre.
Un abrazo Mirella
Todos, en algún momento, apelamos a la parte más sabia de nosotros mismos para encontrar respuestas que nos ayuden en los tiempos de vacío.
EliminarUn beso enorme, Gen y gracias.
monólogos nos son fecundos cuando desnudamos el adentro
ResponderEliminarfelicitaciones Mirella, un texto intimista y reflexivo
propio de los soliloquios
besitos
Tocar fondo y detenernos a contactar con lo que nos pasa, es una forma de reconocer que necesitamos un cambio.
EliminarGracias, linda, por tu comentario, con un abrazote.
el discurso del sí mismo con sí mismo, diciéndose y contradiciéndose.
ResponderEliminarel se sabe que no se sabe demasiado sin que se note
el evento extraordinario vuelto a repetirse una y mil veces
el descuento de los sentimientos como intencionalidad de los actos.
el deseo de seguir leyendo
Las emociones patas arriba cuando estamos en una encrucijada.
EliminarLa necesidad de procurarnos respuestas, rápido.
El "to be or not to be"...
The answer is: comprate un libro...
Gracias, Fernando, saludos.
Solo naci, solo morire...
ResponderEliminarAsí de sencillo, Chaly, no hay otra.
EliminarBesos y gracias.
Me ha encantado, Mirella. Muchas gracias.
ResponderEliminarMe alegra mucho de que te vayas satisfecha, Angelines.
EliminarAbrazo.
Oír tus propios pensamientos ayuda .... aunque no siempre.
ResponderEliminarMe han gustado tus palabras
Abraçades
Ayuda, como dije más arriba, mientras no se vuelva un modo crónico de estar consigo mismo.
EliminarOtro abrazo grande, Esme.
Soliloquio, una bellissima pagina con le assonanze di una lingua non dissimile dalla mia.
ResponderEliminarGrazie, Costantino per avvicinarti a questo spazio, non so come risulta la traduzione automatica, ma penso che perde molto lo stile.
EliminarComunque si capisce il senso.
Tanti cari saluti da Buenos Aires.
que buen monologo Mirella. Por momentos me reflejé en alguna etapa de mi vida...
ResponderEliminarMuy bueno.
PD... voy regresando poco a poco aunque todavía sigo de vacaciones mundialistas.
Besos
carlos
Tomátelo con calma, Carlos y disfrutá de lo bien que le está yendo a México.
EliminarCada tanto es necesario hacer un alto y mirar la vida desde otro lado.
Gracias por pasar y un fuerte abrazo.
Me he sentido así en estos últimos años muchas veces. Montañas rusas emocionales que aprendí con el tiempo a no llevar sola. Y cuando llegan, les temo, como a esas olas gigantescas que uno sabe que lo engullirán y no podrá nadarlas.
ResponderEliminarPero todo pasa, y tras esas tormentas, también hay días de verano, tras esos inviernos, y con los años aprendemos a intentar manejar el timón como mejor podemos.
El texto logra su objetivo... sumergirnos en esos días de nadie donde la nada navega en nosotros.
Un besazo, bella dama.
Creo que cuando sentimos rabia, dolor, frustración o angustia, a pesar de que no son emociones agradables, sentimos que estamos vivos. El vacío o el congelamiento que termina en una inercia, para mí, es lo peor.
EliminarPero cuando empezamos a preguntarnos, a tomar conciencia de ese estado, de a poco se sale y la vida comienza a fluir internamente, como un río de montaña después del deshielo.
Gracias, guapa por tu lectura.
Abrazote.
Es facil verse reflejada en este soliloquio, porque quién no se ha visto perdido en las mismas calles, con las mismas gentes de cada día, quién no se ha sentido sólo e incomprendido en alguna ráfaga de tiempo, pero ese pájaro esmeralda siempre aparece para devolvernos la alegría y las sonrisas.
ResponderEliminarMil besos Mirella :)
Hay tiempos en que el pájaro esmeralda se hace desear y, mirando el cielo, cualquier reflejo verde que lo cruza, creemos que es él.
EliminarUn buen día aparece, se apoya en el alféizar de la ventana y todo se activa. Mientras anda revoloteando cerca, la vida adquiere sentido.
Nieves, te agradezco mucho que estés siempre.
Un gran abrazo.
ResponderEliminarNo sabría decirte, Me hago preguntas similares y sé que las respuestas están en el viento
... pero se me escapa entre los dedos.
· un abrazo
· CR · & · LMA ·
Parece que somos unos cuantos los preguntones que no sabemos las respuestas...
Eliminarhabrá que aprender el idioma del viento.
Gracias, Bolo, otro abrazo.
Creo que todos pasamos por esos complicados estados emocionales sin saber ,o sospechar, la causa o el origen... creo que lo importante es saber como poder superarlos.
ResponderEliminarQué indescifrable es el alma humana, no?
Milbesos
Son momentos en que la existencia aparece en toda su complejidad y si sabemos sobrellevarlos,saldremos del pozo más fortalecidos.
EliminarNunca terminaremos de conocer todos los repliegues de la psiquis.
Gracias, Soco y otro montonazo de besos para vos.
Un texto precioso. Me ha encantado.
ResponderEliminarBesos
Me alegro que lo disfrutaras, María del Mar, muchas gracias por la lectura.
EliminarBesos.
TUS PENSAMIENTOS SON UNIVERSALES. GRACIAS POR COMPARTIR.
ResponderEliminarBESOS
Es bueno saber que lo que escribo tiene un contenido con el que otros se identifican.
EliminarEs un gusto compartirlo, Adolfo.
Gracias a vos, por tu infaltable aliento.
Besos.
De estas conversaciones con uno mismo, surgen grandes cambios, o grandes sorpresas, o pequeños detalles y lejanos recuerdos. Todo nos lo exponemos, y nos lo "proyectamos"...porque somos quienes guardamos nuestros principales secretos sobre nosotros mismos. Eso capturaste en este texto, par mí "una joyita"! Gran abrazo, Mirella!
ResponderEliminarSon conversaciones dolorosas, pero sirven para saber dónde estamos parados, qué nos pasa y qué queremos de nosotros mismos. Son etapas en que nos cambia el sentido de la vida o lo perdemos y hay que buscar otro.
EliminarTante grazie, cara Patzy, per i tuoi commenti, sempre pieni di lodi.
Bacioni.
Hola Poeta: primero quiero felicitarte por lo bonito del blog, al que le has puesto mucho empeño, a la vista está-...y luego recreándome en tus letras me he dejado llevar por la lectura hacia eso de baldío del alma en soledad, compañera..Hermoso soliloquio, donde se adivina que ni una coma siquiera puede ser impostada, y todo es un sentimiento genuino y personal intenso..Ëscribo poesía y muy poca prosa, pero me han impactado algunas de las imágenes que he ido recogiendo de la lectura.. "tal vez por eso hay épocas en que el invierno te alcanza y congela hasta el dolor. La aridez del espíritu en soledad, murmurás, y tu voz es un vidrio escarchado que se quiebra en astillas como lágrimas" que me parecen de una gran belleza directa y metafórica...
ResponderEliminarMuy bueno, compañera, lo he disfrutado mucho
Un abrazo argento
Daniel, te contesté en Ultra, te agradezco la visita y el comentatio tan positivo.
EliminarLe pongo mucho empeño al blog, es verdad, ha significado mucho para mí.
Un abrazo, compañero.
Sabrás decirme o, quizá, no sabrás nada en absoluto.
ResponderEliminarExcelente texto, volveré a leerte.
Saludos
J.
Exactamente, no sé nada en absoluto, sólo que sos bienvenido a este espacio, que vuelvas cuando quieras y me alegra que te haya gustado el texto,
EliminarSaludos, J.
Un soliloquio que brota de adentro, tiene fuerza y un poco nos refleja, cada uno se ve y en lo personal me he sentido parte de esa aridez y dueña de un frío que nada quita.
ResponderEliminarAplausos, cada nueva obra es superior a la anterior.
mariarosa
Gracias, Mariarosa por tus palabras.... pero las próximas publicaciones serán bastante inferiores, porque hay sequía de ideas y entonces estoy desenterrando textos viejos. Menos mal que tengo repuestos, porque parece que el silencio viene para largo.
EliminarUn gran abrazo
Yo no tengo muchas ganas de hablar hoy, un beso para ti.
ResponderEliminarLindo texto, enhorabuena.
Muchas gracias por acercarte y los comentarios no son una obligación.
EliminarBesos. Amapola.
La belleza hecha prosa poética. Qué bien que escribís, Mirella, no me canso de afirmarlo.
ResponderEliminar¡Saludos!
Gracias, Juanito, en este caso sería una belleza bastante desolada, pero son momentos por los que pasamos todos.
EliminarMuchos saludos.
Soliloquio suena a solo/loco. A uno se lo señala de esa manera cuando reflexiona consigo mismo en voz alta. Ahora bien, si me cruzara con alguien que soltara un discurso de esta magnitud, lo aplaudiría como si hubiera visto y oído el mejor monólogo del mundo.
ResponderEliminarExquisito, Mirella.
Saludos.
Me cae muy bien que pases según tus tiempos, sin obligación, y que leas un post más antiguo.
EliminarTe lo agradezco mucho, igual que los comentarios que me dejás, siempre estimulantes.
Un abrazo, Raúl.
Hola Mirella, por aquí andamos pellizcando el tiempo y deleitándonos con tus letras. Me gusta mucho este registro existencialista. Creo muchos nos sentimos más de las veces como vas describiendo cada idea pero pocos nos atrevemos a confrontarnos. A sostener un diálogo de esta naturaleza consigo mismos. No son sencillos y menos aún traducirlos en un texto como el tuyo.
ResponderEliminarPor un momento me dio la impresión como si Gavrí fuese una especie de alter ego o colaborasé un poco como inspiración. Será el tono y esta idea bellísima del final que es como un sello de él. A mi ya me ha pasado que he escrito dos sonetos inspirándome en él y Morgana. Ya me dirás.
Lo último que me viene es tu humildad que valoro mucho cuando uno te dice que eres un estupenda escritora y como que no te la crees, Insisto, eres una gran escritora. Ya quiero tener en mis manos una buena antología de tus relatos.
De verdad te felicito porque lo haces parecer fácil de lo bien que escribes.
Un abrazo.
Mil gracias, Gonzalo por tus afectuosas y estimulantes palabras.
EliminarCon Gavrí tenemos algunas cosas en común, y de tanto leerlo y admirarlo, quizás se me pegue algo de su tono. Pero este texto expresa el estado de ánimo por el que voy transitando en estos momentos y como es bastante personal y oscuro, dudé en publicarlo.
Vas a tener que conformarte con leerme en el blog. No habrá antología de mis cuentos, las editoriales argentinas no están interesados en leer a nadie nuevo. Tampoco sé cómo moverme ni a quién recurrir, cuando lo hice ni se tomaron la molestia de recibir mi manuscrito.
Actualmente estoy en un parate productivo y creo que me tomaré unas semanas fuera del mundo virtual para ver si me dedico a escribir más.
Gracias por tan lindo comentario,
Otro abrazo.
Hermosa reflexión Mirella. Hay trayectos donde nadie puede acompañarnos y no nos queda más que hacerles frente solos, carentes de compañía y apoyo. Nacer y morir, pero también muchas instancias en medio de ambas. ¡Gracias!
ResponderEliminarEntre el nacimiento y la muerte, dos extremos sobre los que no tenemos ningún control, hay una gama muy amplia de estados emocionales que nos sacuden. A veces podemos hacer algo, otras, dejar que pasen y aprender de lo que nos dejan.
EliminarGracias, Brisa, por la visita y por tu comentario.
Besos.