Ilustración: Matina Terauds |
Su vida era un amable desastre. Ella caminaba con la
melancolía asida a su mano izquierda, mientras que la decisión la empujaba con
la derecha. Iba con el cuerpo ladeado por la tiranía de la mano que mandara en
cada ocasión.
Había ocasiones en las que se
olvidaba de la tristeza o de la determinación. Se subía a un pájaro de alas
desmesuradas que la transportaba a una comarca donde la tierra era lila, el
cielo ámbar y se entregaba a esa autonomía sin responder a la imprecisión que
le venía de adentro.
Tomaba la forma de un hipocampo
traslúcido o de una cigarra soñolienta que le cantaba al verano y las manos convivían
sin exasperaciones.
Esos episodios duraban un
suspiro. Con paciencia aprendió a alargar sus perímetros en espirales demoradas
y eludir el dolor de las uñas que se clavaban en la palma de la mano izquierda
o en la derecha, dependiendo de cuál fuese la conductora.
Y era el perfume del césped recién cortado; el viento
de mayo que desvestía los plátanos; un barrilete —redondo como el sol— que se
remontaba bien alto; una hoja crujiente que, con el gemido de un animal mítico,
moría en el empedrado.
Deseaba que las manos encontraran la convergencia para
guiarla en una dirección unánime. Con la práctica, dejaría de sentirse una
mujer al bies.
Estirar el tiempo donde estamos bien en delicioso
ResponderEliminarTu escrito es para reflexionar
Abrazo
Gracias Lapis, como quisiera que el tiempo fuera elástico para hacer tantas cosas que me gustan, pero con los relojes lo hemos acotado.
EliminarUn abrazo.
Un texto lleno de poesía Mirella, por donde se lo mire. Quiero subirme a ese pájaro, tal vez porque mi vida también sea un desastre (sin amabilidad) y porque soñar es lo más grato que nos ha regalado la naturaleza. Aunque nos sintamos fuertes, siempre es necesario tener una mano cerca.
ResponderEliminarLa primera imagen es bellísima!
Besos
Vivian, nos subimos a ese pájaro juntas y de la mano ¿qué te parece?
EliminarSoñar es gratis y eso nadie nos lo podrá robar.
Gracias por tus palabras y tu presencia.
Un abrazo.
Coincido con VivianS, mucha poesía con un toque surrealista para una idea muy original, la de la mujer al bies, entiendo que sesgada, dubitativa, presa de su propia ansiedad impulsiva y definitivamente veleta emocional.
ResponderEliminarMe ha gustado, Mirellísima.
Un abrazo.
Namasté.
Todos andamos acarreando nuestras ambigüedades y dualidades entre el adentro y el afuera... y hacemos lo que podemos con ellas. Cuando nos sale, las convertimos en poesía.
EliminarMuchas gracias, Morg.
Abracísimo.
Si le sacás el suspiro (de una luciérnaga) y dejás solamente "de un suspiro" como expresión idiomática, creo que es uno de los mejores textos que te leí, Mirel.
ResponderEliminarPoético, con algunas imágenes de esas que se le quedan a uno, como por ejemplo ésto:
"Anhelaba que las manos encontrasen una convergencia para guiarla en una dirección unánime"
Todos tenemos algo de esa dualidad terrible que nos hace andar divididos por la tierra.
Lehitraot
Entonces no va a ser uno de los mejores, no le voy a sacar a la luciérnaga.
EliminarAunque sea medio "cachi" lo voy a dejar, porque responde a algo personal que quiero mantener así.
Te agradezco mucho el comentario y el que hiciste en la comunidad de google+.
Tanti saluti.
Se me adelantó Vivian.
ResponderEliminarProsa poética de la mejor.
Ella me parece deliciosa.
Una Diosa de versos y sueños.
Besos.
Gracias Xavi, te agradezco mucho que siempre pases por el nido.
EliminarOjo, Torito, que es frágil, no me lo desarmes. :-)
Besos.
Difícil convergencia la que nos puede evitar seguir al bies de la vida, pero -en los escasos instantes donde se alcanza- un esbozo de infinito.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Hay algunos que van muy derechitos por la vida y con objetivos nítidos que persiguen a muerte; muchos no ven nada más que ese objetivo. Pero se pierden otras cosas que también importan ¿no?
EliminarBesos, Amando.
Eso de mujer al biés, me ha hecho gracia.
ResponderEliminarTu parte al bies habrá sonreído, Tracy...
EliminarBesos.
Es bonito eso de tener una tierra color lila (mi color favorito) cuando la tristeza invade.
ResponderEliminarHermoso texto Mirela que invita a soñar y volaaaaar...
Besos :)
Los vuelos y los sueños con mundos lilas, para mí son indispensables.
EliminarNo todo el tiempo, pero de tanto en tanto alivian el alma.
Un abrazo grande. :D
Como si el cuerpo no le alcanzase... Un abrazo.
ResponderEliminarEl cuerpo tiene un límite, la llama que lo anima puede extenderse más, entre tironeos, pero puede...
EliminarAbrazo, Darío.
Me gusta el aliento lírico de este texto evocador.
ResponderEliminarAl biés, sí, como muchos estamos cortados, o mal cortados.
Saludos afectuosos de una oblicua.
Muchas gracias, Isabel. Me parece que los que nos juntamos en estos espacios tenemos una tendencia a la oblicuidad.
EliminarUn abrazo.
Original la idea de mujeres al bies, no entiendo por qué hay desastres que son amables, ojo, me siento un polizonte en este sitio literario, no sé lo que son las métricas ni reglas ni nada, apenas un lector, un lector que le gustan tus imágenes y palabras... como pájaros!!
ResponderEliminar200.000 reverencias, Mirella!!!
No te preocupes Eduardo, yo tampoco sé mucho de reglas, lo mío es a pura intuición.
EliminarUn 'amable desastre' es una paradoja para definir a la protagonista, la contradictoria mujer al bies.
No quise signicar con 'desastre' algo tremendo, más bien estados confusionales. Tampoco soy buena explicando lo que escribo... me sale y muchas veces las interpretaciones más agudas las hacen los lectores.
Si te gustó el texto en general y las imágenes, disfrutalo, que ese es el propósito.
Muchas gracias por acercarte y cuidate la espalda con tantas reverencias.... jajaja....
Un abrazo.
Bien podría haberse escrito en forma de poema. Realmente lo narraste con un lirismo muy bello. No decae en ningún momento. Y me gusta más, porque trasciende cualquier análisis de estructura (que una coma, un punto o algún detalle demás) Es como un hechizo. No importan los ingredientes, interesa el influjo. Este es el caso. Este texto es un embrujo.
ResponderEliminarMuy bueno, Mirella. Besos!
Qué lindo y cálido comentario me dejaste, Bee. Te agradezco mucho porque a este breve texto le tenía poca confianza.
EliminarUn gusto que estés por aquí.
Besotes.
los colores invaden sentimientos
ResponderEliminar... y nos despiertan la vida.
EliminarBeso, profe.
Oblicuos y torcidos nos estamos quedando la mitad querida Mirella. Que bueno entrar de nuevo por tu espacio, ya que como te he dicho en otras ocasiones es un placer el leerte. Besos y disfruta, que para mí es una gozada el contar contigo.
ResponderEliminarRafa, el placer es mío de tenerte otra vez por el nido, pero por favor cuidate hasta que estés bien del todo.
EliminarGracias, amigo.
Besos y abrazos.
me dio la idea de la forma en que nos evadimos las mujeres, de aquellos estados tan propios nuestros... para encontrarnos a través de nuestras emociones y pensamientos.
ResponderEliminarEs un texto típicamente femenino, sobre nuestras dualidades y de la forma como nos escapamos mediante nuestras ensoñaciones.
EliminarGracias Jenny, un abrazo.
precioso poema y muy existencial
ResponderEliminaracaso la carne es la cárcel que nos limita
abrazos y felicitaciones Mirella
El cuerpo nos da posibilidades pero también es un límite. Hay que encontrar ese punto que nos permita ir más a allá, a pesar de la envoltura que nos ciñe.
EliminarGracias, Elisa, por pasar siempre.
Abrazo.
Yo no sé si será propio de las mujeres o de las personas estas evasiones del espíritu, más que dual, maleable y disonante cuando se intenta forzar. Ahora bien, Mirella, yo no he leído nada, he sido testigo de un dibujo de colores y conceptos (mis dibujos favoritos), he visto un dibujo creándose en mi mente. No sé si es lo que querías pero me ha gustado porque cuando escribo las ideas me vienen exactamente así.
ResponderEliminar¡Un abrazo! ^_^
Lo único que tengo claro de este relato es que quise mostrar, a través de algunas imágenes, la dualidad.
EliminarJorge vos no tenés que preocuparte por lo que entendiste o no, sino dejar libre tu imaginación y lo que te va sugieriendo.
Un beso grande.
Siempre hay que intentar guiar las manos en una dirección unánime, pues vivir al bies provoca una dualidad que implica ansiedad y duda. Como siempre, bello y reflexivo escrito.
ResponderEliminarabrazo
Gracias, Lucre, pero también pienso que las dualidades son inevitables y no son tan malas si nos muestran otras opciones que ayuden para que no nos cristalicemos.
EliminarMe alegro que te gustara.
Besos.
ResponderEliminarNada como las ensoñaciones para librarse de lo cotidiano, se estar hecho al bies.
A batir alas, pues...
· 1b desde el otro lado
· CR · & · LMA ·
Volar y partir con un equipaje de palabras e imágenes a territorios más benévolos, es algo necesario para los que disfrutamos de eso.
EliminarBolo, gracias y un abrazo, con algunas dualidades.
Una prosa llena de bellas sugerencias, un abrazo, Mirella.
ResponderEliminarQue lo digas vos, Alfredo, es todo un halago.
EliminarOtro abrazo.
Soñar siempre viene bien... al bies, me gusta , otras se esborronan.
ResponderEliminarAbrazos
Al bies o al derecho, como sea... dejar libre la imaginación es algo que nadie puede quitárnoslo.
EliminarUn abrazo, Esme.
Cuántas veces andamos por la vida como mujeres "al bies"! Quién pudiera andar siempre recto...o sería muy aburrido? Tal vez. Todos tus textos, cara, son un regalo de lujo para nosotros, tus lectores.
ResponderEliminarEstoy feliz de haber entrado a tu blog alguna vez...y de que entonces el camino haya sido uno y convergente. Abbraccio, Mirella.
La oscilación permanente no es buena, pero creo que tener todo ordenadito, tampoco. No se da un crecimiento cuando no se presentan dudas o deseos contrapuestos.
EliminarY me alegro de que me hayas encontrado, porque así te también te conocí, Patzy.
Un forte abbraccio con tanto affetto.
En algun punto, una metáfora de la lectura. Lindo texto, Mirella. Somos seres dobles: dos ojos, dos manos, dos piernas. Interesante pensar a cuento de qué esa duplicidad.
ResponderEliminarBeso!
Supongo que para lograr un equilibrio y también para complementarnos.
EliminarMe encantó encontrar tu comentario, Flor,
Un gran beso... o dos...
Lirismo y originalidad. Puritita poesía. Bellísima prosa poética.
ResponderEliminarGrandísimo abrazo.
Dicho por vos, me pone muy contenta...
EliminarUna enorme abrazo, Soco .
Creo que la oblicuidad y la asimetría son necesarias como tu texto lo es.
ResponderEliminarAbrazo Mirella.
También lo creo, Jaal, nos hace más creativos.
EliminarQué linda sorpresa encontrar tu comentario. Espero que pronto vuelvas a escribir, es una forma de terapia muy económica. Descargar en historias, situaciones, también es un alivio.
Un gran abrazo.
Me gusta leerte barbaridad, de verdad, creo que es lo más bonito que te puedo decir.
ResponderEliminarAbrazoss
Gracias, Mia, las puertas están siempre abiertas y pasá por aquí cuando quieras .
EliminarUn fuerte abrazo.
hola bella
ResponderEliminar¡Hola, Amorosa!
Eliminartus letras me mecen y como no estoy pasando un momento muy bueno dan dulce miel a mi alma
ResponderEliminargracis y besos
Me alegro que te hayan servido para hacerte sentir mejor.
EliminarMucha, hay un mal clima general, tampoco ando muy bien. Espero que lo tuyo pase pronto y recuperes tu buen ánimo de siempre.
Un abrazo calentito.
Qué decir amiga que no esté dicho..., pero si algo tengo y tendré claro leyéndote es que eres capaz de transportarnos a un mundo onírico y persuasivo, suave y dulce a la vez. Tus letras emanan esa poesía que sólo los magos de la palabra son capaces de crear. Leerte es un placer de consecuencias extremas. Me gusta poder estar de nuevo por aquí, sigo indagando entre tus líneas...
ResponderEliminarMil besos de agua de lluvia en Mdrd
Gracias Miguel/Matías... un gusto que hayas vuelto y que sigas publicando esas fotos que sacas con tan buen ojo. También espero que tu situación haya mejorado.
EliminarUn abrazo.
Siempre he creido en la fuerza dual que nos rodea, ya sea dentro de las fuerzas de la Naturaleza como de nuestro ser.
ResponderEliminarMe trajiste al recuerdo una cita de Anaïs Nin:
"Siempre hubo en mí, al menos, dos mujeres , una mujer desesperada y perpleja que siente que se está ahogando y otra que salta a la acción, como si fuera un escenario, disimulando sus verdaderas emociones porque ellas son la debilidad, la impotencia, la desesperación y presenta al mundo sólo una sonrisa, ímpetu, curiosidad, entusiasmo, interés".
Y esta misma escisión dual, bajo múltiples prismas, no sólo el corporal, de tu protagonista, fue lo que sentí al leerte.
He leído varios comentarios tuyos en blogs que también suelo leer, y me gustó tu prosa y tu fotografía y me permití adentrarme por aquí...
Saludos.
¡Gracias por pasar y bienvenida!
EliminarSomos dualidad pura, como bien decías, adentro y afuera y si no es en un nivel patológico, desde mi punto de vista nos obliga a cambiar, a ser más creativos para resolver nuestra partes tirantes.
También te haré una visita y aquí las puertas están abiertas... es una forma de decir, en el nido no hay puertas... jajaja...
Muchos cariños.
Surrealismo y poesía en estado puro. Todo bien ensamblado en un texto corto y soberbio.
ResponderEliminarTe felicito, Mirella.
Muchas gracias Raúl por el comentario y por acercarte siempre.
EliminarUn abrazo.
feliz finde Mirella
ResponderEliminargracias por tu huella
abrazos
Igualmente para vos, Elisa.
EliminarBuen domingo.
Abrazo.
Un texto bastante izquierdoso, Mirella S., pero me gusta!
ResponderEliminarLa tendencia se la pusiste vos, porque la pobre vive en diagonal... pero si te gustó, me alegro.
EliminarSaluti.