Pusieron lápidas en mis ojos,
miro el mundo por las grietas
y lo veo fragmentado,
esquizoide.
Donde hubo cristales soleados
crecen telarañas
y en mis huesos
rebotan voces ya idas.
Soy un cascarón vacío,
deshauciado,
con la incerteza del mañana,
sin destino...
© Mirella S. - 2013 -
UFFFFF. QUÉ VACÍO TAN INCIERTO...!!
ResponderEliminarBESOS
La incertidumbre siempre nos ubica al borde de un vacío.
EliminarGracias por acercarte.
Besos
Todas las almas que la habitaron se fueron...
ResponderEliminarSólo le queda esperar el derrumbe final.
Besos.
Este es un momento de espera, todavía no se sabe el destino que le tocará.
EliminarToro, un gran abrazo.
De la gris ceniza que cae de los restos vaciando los adentros polvorientos surgirá un ave fénix capaz de volar en el azul celeste, un águila real, que digo, un cóndor con vuelo majestuoso sobre cumbres nevadas. El cascarón no está vacío; es una caja de resonancia amplificadora de las emociones más humanas que harán brillar al Sol de la esperanza.
ResponderEliminarLa esperanza siempre está, aunque no siempre se cumpla lo que esperamos.
EliminarMuy agradecida por tu visita.
Saludos, Galefod.
Un viejo edificio o alguien sufriendo, no es tanta la diferencia.
ResponderEliminarUn beso grande
Metáforas que andan rondando, Ale...
EliminarGracias por pasar.
Otro beso.
Pero se puede restaurar con nuevas ilusiones. Besicos.
ResponderEliminarSí, Angelines, todo es restaurable, tal vez no con ilusiones, porque son demasiado frágiles.
EliminarUn enorme abrazote.
Al mundo, tal y como está hoy en día, es mejor mirarlo por las grietas (y fingir que no estamos)
ResponderEliminarLos cascarones vacíos son símbolos de vida, algún pájaro te debe las alas, búscalas. El mañana siempre es incierto, hay que ponerle garras hoy.
La fotografía es her-mo-sa.
Agarra fuerte el paraguas que se viene Berta.
Besos Mirella
Hoy llueve fuerte e imagino mi edificio vacío colmado por los lagrimones del cielo: dos tristezas, dos soledades que se acompañan.
EliminarQué bajón, Vivian. Mejor me despido deseándote un buen fin de semana, con sol y sonrisas.
Me gusta mucho que pases por el nido y te dejo un enorme abrazo y un gran besote
No sólo nos despedimos de personas, también lo hacemos de las casas.
ResponderEliminarCuántas historias encierran esas paredes… cuantas amistades de las buenas y cuántos amores surgidos en ella.
abrazo
Las casas nos cobijaron y fueron testigos de fragmentos de nuestras vidas. Ya perdí la cuenta de todas las mudanzas que tuve.
EliminarEnorme abrazo y agradecimiento, Lucre.
Qué hermoso, Mirella, un fuerte abrazo.
ResponderEliminarQue te haya gustado para mí es una gran alegría.
EliminarGracias, Alfredo.
Abrazo.
Sensación de desolación, tanto en los versos como en la imagen. Da frío leerlo y el título esta muy elegido.
ResponderEliminarUn abrazo, Mirella.
Un sentimiento de vacío que nos percude en determinadas situaciones y que forma parte de ciertos finales.
EliminarGracias, Isabel y un fuerte abrazo.
Apropiado para las fechas, vale para un hogar, que lo fue, vale para una persona querida que se fue. Precioso y real. Un abrazo
ResponderEliminarPara todo lo que fue y ya no forma parte de nuestra vida, pero que de algún modo, aún permanece en nosotros.
EliminarGracias y un beso grandote.
Este combo salió perfecto: Título-imagen-texto. En pocas palabras lograste ponerle voz a un sentimiento que se llama así nomás: Abandono. Quizás exista una nueva vida. Quién lo sabe? Por el momento, me quedo con esta buena pieza que -aunque de manera paradójica- es trágicamente bella. Muy pero muy bueno. Un abrazo, Mirella!
ResponderEliminarMuchas gracias, Bee, por un comentario tan generoso. Como siempre digo, cada lector le encuentra su propio significado, que siempre es muy enriquecedor, tal vez más de lo que el autor quiso decir conscientemente.
EliminarOtro abrazo fuerte para vos.
la estructura permanece
ResponderEliminarHasta que venga la empresa de demoliciones...
EliminarHoy mis respuestas no son demasiado positivas, llueve tanto y el cielo está
tan oscuro que me ha contagiado.
Beso, profe.
Y otra vez las imágenes inspiradoras! Unos versos que reflejan el lamento de la materia inerte. Muy bueno! Saluti cara Mirella!
ResponderEliminarLa materia inerte también tiene su espíritu, tal vez el que absorbió de sus antiguos moradores.
EliminarTodavía me quedan fotos por publicar, así que cada tanto te encontrarás con alguna.
Patzy, grazie e tanti bacioni.
Apremia una restauración desde los cimientos hasta las tejas, hasta la parabólica.
ResponderEliminarLa Elipa que es mi barrio está así, a punto del deshaucio.
Abrazo Mirella.
Como en el otro post en el que me dejaste un comentario, te reitero la alegría que me da que pases por aquí, Jaal.
EliminarEsta foto la saqué en Madrid, en el último viaje que hice por esos lados, creo que en 2001. No recuerdo el barrio, pero estaba en una zona bastante céntrica. Me llamó la atención cómo desentonaba y sobresalía en medio de otras arquitecturas elegantes.
Lamento que esté ocurriendo esto en una ciudad en la que me sentí como en casa.
Un abrazo.
Desolador, se siempre el frío viento recorriendo estancias y sentimientos...
ResponderEliminarBesos y un abrazo :)
Cuando saqué la foto, hace mucho ya, me transmitió la sensación de soledad que percibe el "discriminado", el que ha sufrido por no tener el modelo standard, en medio del bullicio indiferente de la ciudad.
EliminarBesos y abrazos para vos,Nieves.
WOW, LO HE LEIDO COMO SI EL NARRADOR FUERA EL EDIFICIO... Y QUIERO DECIRTE QUE ME ESTREMECIÓ...
ResponderEliminarUN ABRAZO
CARLOS
Sabés que cada texto tiene múltiple lecturas y puntos de vista y que a cada lector le cabe uno. Lo importante es que llegue.
EliminarTe agradezco mucho, Carlos, con un abrazo enorme.
En algún momento nos quedamos medio huecos, pero tenemos que llenarnos, de alguna forma!!! Un abrazo.
ResponderEliminarSí, Darío, siempre encontramos alguna manera...
EliminarGracias y un abrazo
Aún de las ruinas más demoledoras, suelen quedar cimientos...
ResponderEliminarSaludos, Mirella.
Claro que sí, hay momentos en los que no se los ve, pero son los que terminan sosteniéndonos.
EliminarGracias Zarza, un abrazo grande
Habla el abandono. Dice la soledad.Cuenta el vacío...
ResponderEliminarTrágica belleza. Como la vida.
Mi abrazo, Mirell
Las imágenes hablan de nosotros, a veces más que las palabras.
EliminarUn gran abrazo, Soco.
Muy buena foto, acompañada por un poema desolador. Una incertidumbre en la que ese edificio refleja al alma humana, por qué no.
ResponderEliminarSaludos.
Me alegro Raúl de que te gustara tanto el poema como la foto y muchas gracias por pasar siempre por aquí.
EliminarMuchos saludos.
Olé a un poema tan intenso como nítido.
ResponderEliminarMe da lo mismo que la protagonista sea una casa, como te dicen, porque siempre serás tú, siempre tu manera de sentirte en medio de un bajón anímico de esos que nos traspasan.
¿Qué otra cosa somos en los malos momentos, que cuatro paredes huecas esperando un desahucio que parece no llegar nunca?.
A veces, no mantenemos ni la fachada de cara al público, pero otras una se restaura como buenamente puede y hasta admite nuevos inquilinos.
La poesía es como una buena sesión de botox en las neuronas. (ríome).
Compartiendo, Mirellísima.
Namasté.
Es así, Morg, siempre nos reflejamos en todo lo que escribimos, tanto por cercanía como por oposición.
EliminarMil gracias por un comentario tan bueno y me encantó lo del botox en las neuronas.
Abracísimo.
Me encanta como habla la decadencia a través del poema y de la imagen. Ambos hablan del paso del tiempo implacable que se hace notar en la depauperación y decadencia del hombre y de los objetos.
ResponderEliminarGracias Lumy, por dejar tus impresiones. Bienvenida a este espacio.
EliminarUn abrazo.
todo lugar refleja la soledad humana
ResponderEliminarabrazos
La soledad forma parte de la condición humana, la llevamos incorporada.
EliminarUn gran abrazo, Eli y buena semana.
Mirella, ¿no hay un placer exquisitamente perverso al sentirnos así? Quizá sea abuso de lectura Poeiana pero me gustó el tono fatídico y desahuciado. A menudo me siento sin destino, indolente ante la marcha del mundo empecinado en ser, en continuar. Algún día encontraremos nuestro paraíso, allí donde todo este roto y sea igualmente hermoso, cómo la corteza caída de un árbol centenario, cómo los muertos que los hablan desde los libros. Un beso.
ResponderEliminarMatthy, tengo un costado positivo, pero en los últimos tiempos se ha llamado a silencio.
EliminarHay demasiada desazón en el aire, el ser humano está muy perdido, yo también.
No me gusta por donde estamos andando y entonces no veo más que oscuridadades.
Gracias por pasar y compartir lo que sentís, que creo es lo que nos pasa a muchos.
Un abrazo.