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Óleo de Henriette Browne |
El impulso de escribir ¿qué lo provoca, de dónde
nace? Tal vez surja como una necesidad catártica o de la soledad; para conjurar el miedo, la locura; también puede ser una forma
de reflexión; por el placer de inventar
historias, de meterse en la piel de los personajes y vivir con ellos
situaciones lejanas a la propia realidad. O a la inversa: para fijar la
memoria, dejar testimonio de experiencias que reflejan momentos
históricos o dimensiones de la condición humana…
Empecé a escribir alrededor de los diez años. Antes
dibujaba historietas en el cuaderno de clase, para asombro y horror de mis
maestras.
No me fue bien durante los primeros grados del
primario, sentía demasiado mi extranjeridad. Ya no recuerdo cómo aprendí el castellano, en mi casa nadie lo
hablaba y mi padre tenía que recurrir continuamente el diccionario bilingüe.
Al poco tiempo de llegados a Buenos Aires hubo una
situación traumática, que nos afectó a
todos. Un silencio de piedra se instaló en el ámbito familiar y yo crecí en esa
escasez de palabras.
La solución la encontré construyendo un universo personal. Los dibujos y los mínimos textos que acompañaban a las historietas fueron la manera de comunicarme, el modo de salir del aislamiento y del estado de mudez.
A medida que aprendía, cualquier papel, aun el más estrujado,
quedaba cubierto de guiones de historias y dibujos que las ilustraban.
Escribir fue el medio que encontré para expresarme
y romper el silencio, manifestar sentimientos, puntos de vista, hablar —y
hablarme— a través de los personajes, evadirme y soñar.
Más tarde, junto con la lectura, vino la devoción
por las palabras...
Este es un espacio de intercambio y enriquecimiento
mutuo, ya saben qué hacer…
Clarice Lispector
Escribo porque no tengo nada que hacer en el mundo: estoy
de sobra y no hay lugar para mí en el mundo de los hombres.
Escribo por mi desesperación y mi cansancio, ya no soporto la rutina de ser yo, y si no existiese la novedad continua que es escribir, me moriría simbólicamente todos los días.
Escribo por mi desesperación y mi cansancio, ya no soporto la rutina de ser yo, y si no existiese la novedad continua que es escribir, me moriría simbólicamente todos los días.
David Mamet
Soy dramaturgo, lo que quiere decir que lo que he hecho con la mayor parte de mi tiempo durante la mayor parte de mi vida adulta ha sido sentarme a solas, charlar conmigo mismo y tomar nota de la conversación.
Albert Camus
A mi ver, escribir no es una diversión solitaria. Es un medio de
emocionar al mayor número de hombres ofreciéndoles una imagen privilegiada de
dolores y alegrías comunes.
Gustave Flaubert
Escribir es una
manera de vivir.
Escribo para no tirar el alma por el desagüe, dice alguien que conozco. Bueno, que creo conocer...
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Buen motivo entonces, igualmente creo que todos los impulsos son válidos, porque responden a necesidades internas.
EliminarGracias Amando y otro abrazo.
Te comento con un poema mío.
ResponderEliminarESCRIBIR ES ARRIESGADO.
Escribir es arriesgado/
si escribes con tu sangre/
si escribes con tu vida/
si escribes con tu muerte/
cada poema es una herida/
que mana su desconsuelo/
y en ocasiones su alegría/
escribir es morir mil veces/
y resucitar más muerto/
escribir es vivir mil veces/
y suspirar por el cielo/
escribir es hundirte a ciegas/
en tus propios infiernos/
quedarte pálido y seco/
morir palabra a palabra/
hasta quedarte sin aliento.
Besos.
Torito, detrás de los personajes que desplegás en tu blog, se parapeta un espíritu sensible, ya me había dado cuenta.
EliminarMuy emocionada por tu poema.
Besos.
derramarse letra a letra
ResponderEliminarno pasa nada
Profe, en cada letra, palabra, poema o historia que escribimos aparecen fragmentos nuestros.
EliminarGracias por acercarte.
...Y tu escribes para que los demás lo disfrutemos. Un texto genial. Saltos y brincos
ResponderEliminarLos brincos son míos, porque hace bien saber que los que leen mis textos se van conformes.
EliminarAbrazos y besos.
Escribir, para mí, es estar viva...vivir en cada poema o relato una vida además de la propia, una vida inventada,donde se convive con los personajes.
ResponderEliminarEs dejar al duende que me persigue que se exprese libremente.
Un abrazo
Es muy gratificante ir diseñando un personaje, verlo aparecer de a poco, primero borroso y después tomando cuerpo, sintiéndolo casi latir.
EliminarGracias por compartir tu experiencia con la escritura.
Un abrazote, Rosa.
Yo creo que a ti escribir te cura de todas las insanias almáticas, como a mí, como a casi todos, supongo.
ResponderEliminarEscribir me restaura
de todas las congojas invisibles,
regenera ansiedades post traumáticas
y hace malabares
con la explosión tardía del deseo.
Escribir me atempera, me protege
de incipientes arrugas, de los surcos
de la gestualidad más iracunda
y de esa tristeza pegajosa
de la que no me ocupo demasiado,
del veneno de las dedicatorias,
del óxido amoroso goteando su herrumbre,
del mal de la belleza.
Escribir me convierte, año a año,
en un enorme libro
caducifoliamente atemporal.
Abracísimo, Mirellísima.
Namasté.
Los que tenemos palabras en la sangre, siempre pensé que no éramos muy cuerdos. En la adolescencia me preocupaba ser diferente, después fue como mi estandarte, que portaba (y porto) casi con orgullo.
EliminarConcuerdo totalmente con tu poema, que siento como un regalo tuyo para el blog.
Gracias Morg, y otro abracísimo.
Estoy con Flaubert, es una manera de vivir.
ResponderEliminarLo es, Tracy, doy fe...
EliminarGracias por pasar.
Besotes.
sin duda todos los que hemos tomado el camino de las palabras empezamos desde niños, es algo casi inconciente, tenemos lecturas, tareas, composiciones etc etc etc
ResponderEliminarescribir para mi es simplemente vaciarse de la perspectiva posible y subjetiva
abrazos y feliz semana
Elisa, ahí está lo interesante: cada uno se siente movido por cosas particulares e íntimas y, como ya dije en otra respuesta, todas tienen autenticidad.
EliminarAbrazo y buena semana.
pasa un precioso fin de semana MIrella
Eliminarabrazos y energías
:D
Acabo de darme cuenta de tu saludo. Elisa, hoy es un sábado de terror, con lluvias fuertes y tormentas. Aprovecho para dedicarme un poco al blog, a leer.
EliminarEspero que de tu lado esté todo mejor. Disfruta y descansa.
Besos.
Yo empecé a escribir cuando dejé el colegio y comencé el instituto, escribía en libretas, las utilizaba a forma de diario y también intercalaba relatos, siempre eran de seres oscuros, Vampiros, fantasmas y cosas así, realmente Mirella no sé porqué, supongo que era la edad o lo que me inspiraba en aquellos tiempos.
ResponderEliminarAntes de escribir recuerdo que las historias las pensaba y las soñaba en soledad y no salían de mi cabaza, recuerdo que hablaba sola y todo ahí dando rienda suelta a la imaginación.
Sin duda el escribirlas solucionó este manía infantil y hace relativamente poco tiempo el blog que ha sido algo maravilloso en mi vida,os tengo que agradecer tanto a todos los que me leéis.
Un besote Mirella ;)
Y yo te agradezco la puntualidad con que siempre venís a comentar.
EliminarTambién para mí el descubrimiento del blog, de exponer lo que guardaba tan celosamente, es una experiencia increíble, que me hace mucho bien.
Me gustó conocer tus vivencias respecto a la escritura.
Un abrazo muy grande, querida Nieves. :—)
No podría no escribir.
ResponderEliminarMe libera, me ordena, me ayuda, me da poder escribir. Es algo que siento desde que empecé, de chiquita. Cuando no escribo en papel o en el blog, lo hago en mi cabeza. Llegué a soñar que escribía, un montón de veces.
Un beso!
Coincidimos, Dana. Soy una despistada total, porque trato de aprovechar el tiempo y, como vos, escribo en mi cabeza, con las consecuencias que conlleva... jajaja....
EliminarGracias por pasar.
Un besote.
Me pasa lo mismo. Necesito de la escritura, ya sea como ficción o como transformación de la propia realidad, que viene a ser más o menos lo mismo.
ResponderEliminarBeso. Qué lindo lo que compartís
Flor, ayer empecé un taller con Guada y estaba también Roma y nos acordamos que nos conocimos en la casa de tus padres, en el taller de los objetos, y cuánto nos había gustado.
EliminarTodos los que estamos en esto de escribir, se nos vuelve necesario, es muy adictivo, me parece que como cualquier expresión artística, cuando sale de muy adentro.
Gracias, linda.
Un beso
El impulso de escribir quizás sea la forma de expresar todo lo que nos asustaría escuchar de viva voz.
ResponderEliminarUn Bsazo.
O también lo que no nos animamos a decir a otros...
EliminarOtro bsazo.
Abres un ventanal grande a la reflección con éste planteamiento.
ResponderEliminarEn lo personal no me sería posible responder con tanta sencillez, pues a mi ver contiene complejidades internas de la mente que anhela comunicarse.
¿Porqué? La respuesta queda un poco en el aire.
Tiene contenidos de auto defensa ante la agresión primal de quienes no te comprendieron a través de tu proceso formativo; tal como marcas con tu comentario de "maestras horrorizadas" ante la niña que hacía historietas.En ése caso particular no debieron horrorizarse sino celebrarte.
Luego ingresamos en lo que se convierte en oficio y estilo, quizás siendo ésto lo más definitorio literariamente. Pero al igual se da una intensa búsqueda tanto personal como colectiva en los autores.
Y no terminaría de enumerar causales; amor, aprobación, solidaridad,progreso,etc.etc,etc infinito.
Carlos, yo lo dije sencillito, pero hay un trasfondo todavía más complejo, y no quise abrumar a los lectores.
EliminarLo interesante es que te hice pensar y encontraste una buena cantidad de razones.
Un abrazo y gracias por participar.
Escribo porque me gusta contar historias, solo por eso. Y si el lector se asusta o se entretiene con lo que hago, yo me doy por satisfecho. No tengo metáforas, ni poemas ni nada florido para expresar el por qué escribo. Solo lo hago. Y me encanta.
ResponderEliminarSaludos y gracias por hacerte conocer de esta manera.
Está muy bueno que lo tengas claro y lo disfrutes, eso es lo principal. No todos tenemos los mismos intereses, y está bien.
EliminarMe resulta muy raro lo que me está pasando con el blog, porque soy una persona muy reservada, que no sabe contar demasiado de sí... por eso escribo. Ahora, con este contacto con los lectores, nuevo para mí, me doy cuenta de que me sale más fluídamente.
Te agradezco mucho que pases por el nido.
aprecciate much your blog kisses albert
ResponderEliminarThanks Albert, big kiss.
EliminarYO SÉ PORQUE ESCRIBO.
ResponderEliminarBESWOS
Eso es bueno, ReltiH, te da una dirección.
EliminarMuchas gracias por la visita.
Abrazo.
Y yo qué sé... Escribo porque no puedo dejar de hacerlo, aunque lo he intentado muchas veces a lo largo de mi vida, pero el desequilibrio aparece si no escribo. Es como una condena en ocasiones; en otras, como una bendición.
ResponderEliminarEstoy con Clarice Lispector, no hay duda.
Un abrazo.
Es algo importante, que forma parte de tu vida, te equilibra y como ya dije, crea adicción. Queremos dejarlo pero ya estamos atrapados, nos hace feliz, pero también nos angustia. Escribir es un acto lleno de contradicciones.
EliminarTambién me identifico con Clarice, que vivió en una época peor que la nuestra para una escritora.
Gracias Isabel y un abrazo.
La escritura es ese lugar neutro, compuesto, oblicuo, el blanco y negro en donde acaba por perderse toda identidad, comenzando por la propia identidad del cuerpo que escribe. Por eso lo mío es ironía, ficción y desvaríos. Escribir me hace sentir bien conmigo misma. Me gratifica. Mi maestra de primaria me decía: Lucrecia, escribe lo que quieras, pero siempre escribe. Algún día, alguien te va a leer, y aunque sea para criticarte, sabrás que se ha detenido para leer lo que has escrito.
ResponderEliminarAdemas en mis escritos les transmito mi ironía y mi alegría. Primero lo releo y me río yo y después espero que se rían o no, ustedes.
un abrazo
Como le contestaba a Isabel la escritura encierra contradiciiones o dualidades: porque por un lado nos despersonalizamos para entrar en un mundo de ficción, pero también nos reafirma en nuestra identidad de escritoras (aunque para mí evito usar esa palabra, siento que me queda grande)...
EliminarMe gusta leerte, me resultás aguda y divertida y me he reído mucho con algunos de tus post.
Abrazo, Lucre.
y llegar aqui y disfrutar de tus escritos es una maravilla
ResponderEliminargracias amiga por estos apuntes.
Un abrazo
Carlos
Carlos me produce mucha alegría saber que disfrutás en tus visitas al nido.
EliminarGracias a vos por estar siempre.
Un abrazo grandote.
Yo escribo porque sino muero.
ResponderEliminarAnte todo bienvenida, nos hemos cruzado en blogs amigos.
EliminarPara mí también la escritura está asociada con la vida.
Muchos saludos.
ResponderEliminarNunca me he planteado nada acerca de ese impulso. Si lo que hago es escribir, eso lo hago desde hace media docena de años y encuentro en ello una actividades gratificante... dejar que las fotografías me hablen.
· un abrazo, desde el otro lado.
· CR · & · LMA ·
Cada uno tiene su propio sistema, lo que me parece genial. Tampoco hay que planteárselo si no se siente la necesidad.
EliminarUnos cuantos textos me surgieron de imágenes, de fotos... todo lo que nos rodea sirve para estimular la parte creativa.
Hay que tener el ojo del fotógrafo, en toda ocasión.
Un abrazo desde este lado.
En un principio inventaba historias y las relataba, era un juego con mis amigas. Era cuentera, hoy también lo soy, sólo que las escribo.
ResponderEliminarmariarosa
El relato oral también es un arte y hasta más difícil que el escribir, hay que mantener la tensión en vivo y en directo. No es para gente callada.
EliminarGracias por tu participación y un besote.
"Hay una maquinaria invisible detrás de cada página, una maquinaria que el lector no ve, y no debe verla, porque si la ve, el libro ya no es bueno. Y esa maquinaria sólo funciona gracias a una cosa: trabajo. El trabajo es el que te permite hacer creíble el relato, vertebrarlo, enlazar sus elementos, organizar la obra, porque si sólo hablamos de emociones en estado bruto, ¡Vaya caos! ¿El duende? Bah, sólo creo en el trabajo".
ResponderEliminarAntónio Lobo Antunes.-
En mi mente las historias fluyen de manera constante. Es natural. Dibujo y escribo desde que tengo uso de razón. Placer, un estado de armonía que no consigo haciendo otra cosa. Con el tiempo, el desafío se planteó ante mí: Vas a repetir tus cientos de historias de la misma forma??? Claro que no. Ahí apareció la necesidad de construir los relatos como un rompecabezas y aprender nuevas formas y disfrutar de ese aprendizaje. Ese "trabajo" me fascina. Hay cierto espacio de agonía -momentos de elección o los momentos en blanco- pero forman parte de la historia. Y en definitiva, no hay nada mejor que conquistar la atención y conmover el espíritu de un lector lejano al cual nunca conoceré.
Un beso, Mirella.
Es así, nomás: trabajo, como dijo Antunes. Gracias, Bee, por incluirlo.
EliminarTrabajo y renovación, cada tanto me lo planteo, me agarra la crisis, dejo de escribir y escarbo dentro de mí para ver qué jugo puedo sacarle a la imaginación. Esos, para mí también, son momentos de agonía. Y cuando siento que algo va saliendo y toma forma, algo se me enciende y quisiera derramar esa luz porque me siento tocada por la felicidad de escribir.
Bee, muchas gracias por tu aporte.
Un abrazo.
Yo puedo decir que pinto, no escribo. Sin embargo, mi blog me ha llevado a una experiencia diferente, la de acompañar mis diseños con algunos de mis pensamientos escritos. Es una aventura nueva, que disfruto, aunque sin más pretensión que compartir mi opinión sobre algunas cosas, y conocer lo que los demás, en este caso mis lectores, comentan sobre eso mismo. Mi mayor disfrute, entonces, está en el leer lo que los demás escriben, por eso te admiro, por eso pinto. Lo otro es sólo una especie de diario abierto de mis pensamientos. Abbraccio, Mirella.
ResponderEliminarCara Patzy, con la pintura sucede algo similar que con el acto de escribir. A través de las formas, colores, técnicas elegidas, nos expresamos, mandamos un mensaje al mundo (o a nosotros mismos).
EliminarEn vez de palabras usamos el color, la línea, pero sigue habiendo algo interno que nos impulsa.
Yo hace mucho que abandoné lápices y pinceles. En mí vino primero el dibujo y después la palabra. Ahora me quedé con la palabra.
Un forte abbraccio.
Sí morir en cada palabra, suspirar con el viento y dejar tu presencia que tal vez murió en aquel reglón.
ResponderEliminarNo sé, una necesidad tal vez, o la vida en una de sus muchas forma sde expresión, ni idea.
Un beso.
Gracias por tu reflexión.
Feliz Semana.
También dejar nuestra presencia en ese verso o en ese renglón... sí Amapola, esa puede ser otra razón.
EliminarGracias por tu visita y participación.
Besos.
Y para colmo yo también dibujo, da igual, Un beso. ( es que he visto el comentario de Pazy, y me impactó.
ResponderEliminarAbrazos.
Parece que somos unos cuantos que también recurrimos a los pinceles y a los lápices.
EliminarBesos.
Escribir, para mi es una manera de sacar el dolor de mi interior, la rabía y todo lo que siento. Creo que es una manera terapéutica para mejorar nuestra mente
ResponderEliminarBesos
Así es Teresa, escribir drena nuestras puntos oscuros y cuando leemos lo escrito podemos elaborarlos.
EliminarGracias y besos.
Como en El entenado de Saer, necesitamos relatar, escribir, para, ilusamente, permanecer. La necesidad. Un abrazo.
ResponderEliminarPermanecer, otra ilusión que debe ser cubierta.
EliminarGracias, Darío.
Abrazo grandote.
Coincidimos bastante Jorge. Hay sólo una diferencia, que a mi me juega en contra: la calidad, el perfeccionamiento. Entonces ya no es un juego y hay momentos, como el actual, que casi parece una agonía.
ResponderEliminarGracias por compartir tus motivos.
Un abrazo grande.
Desde al más grande literato hasta el juntapalabras más humilde, todos nos hacemos esa pregunta. Los más afortunados obtienen respuesta, aunque tarden años en conseguirla, algunos, ni siquiera eso, pero no obstante la necesidad de escribir sigue ahí y nos diferencia de los demás, los que no leen y por lo tanto, tampoco escriben.
ResponderEliminarLo único que sé es que escribir es una pasión, el paso siguiente de la lectura. Una pasión extraña, que hace que se te olvide comer o que te despiertes del sueño con una idea rondando y te levantes a escribirla antes de que se olvide. Como si estuviéramos locos.
Es en todo caso, una locura maravillosa y cuando nos reconocemos en otras personas que sienten la misma pasión, el reconocimiento tácito, sin importar demasiado el éxito que tengan nuestros escritos, compensa tantas cosas...
Escribir es dar forma a los sueños, eso sí lo sé. Así que los que escribimos, aunque sea para nosotros, somos muy afortunados.
Un abrazo.
También lo siento así y me gustó mucho como lo expresaste. Es pasión y locura y puede ser felicidad o agonía. Hay agonía cuando no encuentras la forma, cuando no fluyen las palabras, cuando se siente que hay que hacer un crecimiento en la forma de decir o en el enfoque y que se transforma en gozo si algo se destraba y empieza a circular esa corriente interior que necesitaba salir.
EliminarTambién da mucha alegría poder compartirlo con quienes puedan entender este proceso, sus altibajos, las dudas, porque están en el mismo camino.
Un gran placer M. que hayas pasado por aquí.
Abrazo.
Tenés razón, pero no me es fácil -en este momento- dejar de presionarme porque tengo que tener un crecimiento. De verdad debo hacerlo, llegué a un punto en el que me siento estancada. Antes apenas tenía una insinuación de una idea, iba y la volcaba en palabras. Ahora doy vueltas y demoro el momento de escribir, temo no poder dar ese nuevo paso.
ResponderEliminarTodo es parte del proceso de formación, trato de no claudicar y darme tiempo, mientras algo madura en mi inconsciente.
Mil gracias, Jorge.
Un fuerte abrazo.