Ilustración en tinta china y aguada de Mirella S.
A raíz del post anterior, en el que compartí mis primeras experiencias con el dibujo y la escritura, tuve ganas de cumplir un sueño de mi adolescencia.
Como el que avisa no es traidor —para que no se claven y pierdan el tiempo igual que los personajes del relato— les informo que este cuentito lo escribí a los quince años. Lo encontré hace poco dentro de una carpeta, un día en que se me dio por tirar papeles viejos.
También perduraba el dibujo con el que lo había ilustrado años más tarde, cuando intenté armar un libro de cuentos para niños.
Aquí va: historia y dibujo... Al texto no le hice correcciones, lo hubiese tenido que reescribir. Muchas gracias a los lectores corajudos...
Al viejo relojero del pueblo siempre lo habían
llamado Tic-Tac, nadie recordaba su verdadero nombre. Le pusieron ese apodo
porque entrando en su taller, el tic-tac tic-tac de todos los relojes en
reparación era ensordecedor. Además el viejito hablaba como si fuese un reloj y
cada tanto emitía un tic-tac o ¡din don! como si estuviera a punto de dar la hora.
© Mirella S.
Para los niños escucharlo era
una verdadera fiesta. Cuando los padres mandaban a alguno a su taller,
obedecían sin chistar y se lo decían a los amigos para compartir la diversión.
—Buen día señor Tic-Tac —saludaba
el niño que traía el reloj.
—Día, tic-tac, tic-tac —contestaba
el relojero.
—Este reloj funciona mal,
atrasa a la mañana y adelanta por la tarde —seguía el niño.
—Ajá, veré ¡dan-dan-dan!
Los niños, fascinados con esas
campanadas y repiqueteos, trataban de que hablara lo más posible.
—Señor Tic-Tac, si el reloj es
un invento de los hombres, por qué dicen a cada rato: “no tengo tiempo”.
Ellos sabían que ese era el
tema preferido del viejo.
—Uh ¡don-don! El tiempo es
anterior al hombre, tic-tac. El hombre, tic, le tiene miedo al tiempo, tac, porque vuela, no se para nunca ¡din-dan!
—Y los relojes ¿para qué
sirven? —preguntaba otro.
—Ah, para ordenar el tiempo,
tic-tac.
—Y cuando el reloj se
descompone ¿el tiempo se detiene?
—No, tac-tic, el tiempo no se
puede parar ¡tac-tic!
—¿Y por qué los grandes miran
siempre la hora?
—Je je ¡tic-tac-tic!
Para no perder el control. ¡Din don dan! Necesitan
saber cuánto tiempo ha pasado, tic-tac y cuánto tiempo les queda. ¡Don don! El
hombre inventó el reloj, pero se volvió su esclavo.
Y los niños, contentos,
volvían a sus hogares y contaban los difíciles discursos de Tic-Tac. Nadie
sabía su edad; debía ser muy anciano porque Vicente, el más viejo del pueblo,
decía que cuando él era chico, Tic-Tac ya estaba arreglando relojes.
Un día, misteriosamente, se
pararon los relojes. La gente le preguntaba al vecino la hora y comprobaron que
todos los relojes se habían detenido a las cuatro de la tarde. ¡Din don din don!
cantaban los chicos imitando a Tic-Tac. Los del pueblo se pusieron nerviosos y
trataron de calcular qué hora era mirando la posición del sol en el cielo, pero
cada uno decía una hora distinta. Entonces fueron en fila hasta el taller de
Tic-Tac, todos con sus respectivos relojes.
Un silencio desacostumbrado
hizo vacilar a los primeros que entraron: allí también los relojes se habían
parado. Pascual, el intendente, llamó al relojero. No obtuvo respuesta. Lo
encontró sentado detrás de una pila de relojes, con la cabeza blanca como una nube
de algodón, apoyada sobre la mesa. De inmediato supo que Tic-Tac estaba muerto.
Al día siguiente la gente del pueblo se reunió
en el cementerio alrededor de la tumba de Tic-Tac. Terminada la breve
ceremonia, cuando todos se disponían a irse, el aire se llenó de aleteos
delicados, como el batir de las alas de cientos de pájaros. Eran los relojes
que habían empezado a funcionar, pero lo hacían de un modo desordenado: algunos
adelantaban, otros atrasaban, muchas agujas se movían en los cuadrantes como si
hubiesen enloquecido.
En los primeros días la gente
no supo qué hacer. Muchos iban hasta el pueblo más cercano para saber la hora
exacta. Ese sistema les llevaba demasiado tiempo y cuando volvían a sus casas
la hora había dejado de ser exacta. En los otros pueblos los empezaron a llamar
“los que perdieron el tiempo”.
Poco a poco aprendieron a
vivir sin reloj, guiándose sólo por la luz solar. Dividieron el día en mañana,
tarde y noche. Se despertaban con el canto de los gallos y era la naturaleza, a
través de sus cambios, que les iba mostrando el paso del tiempo. Vivían
relajados, menos pendientes de la hora y rendían más en sus tareas.
Cuando se cumplió un año de la
muerte de Tic-Tac, la gente fue al cementerio. Cada uno traía su despertador,
reloj pulsera, cucú o a péndulo, objetos que se habían vuelto inservibles, y que apilaron sobre la tumba de Tic-Tac, como flores de acero y cristal.
Actualmente si alguien visita
el pueblo de los “Sin hora” (así prefieren ser llamados) y ese visitante
pregunta a un lugareño la hora, lo más posible es que no entienda por qué le
contestan con una sonrisa radiante: “la que más le guste” o “la que le venga
mejor”.
El que no conozca la historia,
sin duda pensará que en ese pueblo están bastante chiflados.
© Mirella S.
Pues, mi querida Mirella, tu cuento me ha gustado mucho.
ResponderEliminarPienso que si a los quince años escribías así, es natural que hoy seas tan buena escritora.
Felicitaciones y a no andar perdiendo el tiempo... ¡a escribir!
mariarosa
Reconozco que en este momento me cuesta escribir y no me gusta nada de lo que produzco. Pero también hay que darse tiempo para eso y no ponerse ansiosa. Tengo que aprender a respetarme este impasse.
EliminarGracias Mariarosa por tus palabras.
Abrazo.
He olvidado algo. '¡Que lindo el dibujo!
ResponderEliminarSigo felicitándote.
mariarosa
Cuando encontré la carpeta con los dibujos que hacía añares que no veía, me sorprendí por el trabajo minucioso que había hecho en cada ilustración, todo con una simple Rotring. Me hizo bien compartirlo.
EliminarOtro agradeciento con abrazo extra.
que delicioso cuento y que bella ilustración Mirella
ResponderEliminarfelicitaciones
abrazos
Elisa, hoy cuando encendí la pc y vi tantos mensajes cariñosos, a la Mirella de los quince se le cayó una lágrima.
EliminarGracias por estar siempre.
Abrazos.
Como el tic tac de las horas
ResponderEliminarvan pasando mis recuerdos,
son solo silencios
que no recupera el tic tac
del latir de mi corazón.
(muy lindo pajarito)
abrazo
Gracias por el poema, Lucre, por pasar, por leerme.
Eliminar¿Viste que lindo el pajarito? Está quieto, tranquilo, no anda revolotendo por toda la pantalla, como otro azul...
Abrazote.
A veces nos sorprendemos de lo que hicimos de niños... tic-tac...el tiempo pasa y es el tiempo que dedicábamos a hacer lo que nos gustaba...lo que hoy no hacemos...lo que mereció la pena.
ResponderEliminarFelicidades a la niña que fuiste por hacer a la mujer que eres hoy.
un Bsazo
Cierto Marcelo, cuando encontré la carpeta me asombré porque no la había mirado en muchísimo tiempo y me gustó haber palpado la dedicación, el amor y la frescura que le había puesto a esos trabajos. La frescura, no está, pero la dedicación y el amor por lo que hago, afortunadamente, no los perdí.
EliminarBsazos.
TREMENDO, TREMENDO, GENIALLLLLLLLLL.
ResponderEliminarBESOS
¡Gracias amigo! Hoy me siento envuelta por el cariño y las respuestas de todos ustedes.
EliminarUn cálido abrazo.
Es indudable que con los dones se nace. Por eso me fui de boca con vos en mi último comentario y te sugerí que no te dejaras editar por nadie: sos una artista, Mirella. Pero es más grande tu humildad que tu talento, lo cual es muy bueno.
ResponderEliminarEs una historia honda y adulta: "El hombre inventó el reloj, pero se volvió su esclavo." Si ya sabías eso a los quince años y eras capaz de ilustrar historias como esta con esa calidad de dibujo, no sé qué están esperando los peces gordos para publicarte...
Perdoname cuando me voy de boca, Mire. No debería dar consejos cuando nadie me los pide. Pero es un defecto de fábrica mi boca de jarro, como el "tic-tac" de este sabio relojero, como un hipo molesto que no se puede evitar. Se paga un alto precio cuando se dice lo que uno humildemente siente que es la verdad y lo mejor para aquellos a quienes queremos y admiramos, como me sucede con vos.
Me gusta mucho la cita que agregaste a la cabecera del blog. Yo conozco una parecida en inglés:
"All great art comes from pain."( ¿Dónde va el punto en las citas, antes o después de las comillas? Nunca estoy segura...)
Pero no sé de quién es...
Y yo creo que esa es otra gran verdad. Es doloroso saber que el arte que nos habita proviene del dolor que nos provoca ser esclavos del reloj, de ver cómo avanzan sus agujas y no poder hacer nada para frenarlas... Pero la vida es igualmente maravillosa y lo sería aún más si tirásemos todos los relojes a la m... basura.
Te mando un beso sin hora!
Y guarda, que se viene Santa Rosa!!!
Muchas gracias por esta maravillosa obra.
Fer
Fer, este blog fue armado para ser un espacio de libertad, con lo que eso trae: consenso y disenso. Mientras haya respeto, cada uno puede expresar su punto de vista.
EliminarEntendí perfectamente que vos opinabas desde el afecto y eso es importante para mí, esté o no de acuerdo.
Le contaba a Gavrí en un mail que de adolescente y en mi primera juventud (ahora estoy en la segunda ¡ja!) quería ser escritora y publicar. Mostré mis trabajos en varias editoriales y no pasó nada: ni cinco de pelota. Las veces que me presenté a concursos literarios, con los cuentos infantiles y con los otros, no saqué ni una mención.
Abrí un blog y recibí elogios, reconocimientos, también mucho cariño y además conocí gente valiosa de distintas partes del mundo.
Hay cosas que no son para uno, no sé por qué no se dan... entonces es cuando se deben buscar alternativas que gratifiquen. Yo encontré ésta.
Después contame que le pareció a tu hija.
Besos en un día horrible de lluvia, pero con sol en mi corazón.
perdoname por la frase cursi, es la emoción)
Sólo agregar que a mi hija le encantó el cuento, sobre todo tu dibujo y "los ruiditos del relojero". Está 100% a favor de "apagar todos los relojes del mundo", y dice que nosotros somos esclavos del reloj, los grandes, ella no. Lo que no pescó fue la cita de Thoreau, aunque le gustó el pajarito, porque es como el que viene a veces al patio a comer los restos de pan cuando hacemos un asado. Pero le dije que no se preocupe por la cita: Thoreau no escribía para niños...
EliminarBesos de las dos ;)!!!
Fer
Fer, tu hija es un sol, muy inteligente además, la tiene más clara que nosotros. Dale las gracias de mi parte junto con un fuerte chuik chuik en cada mejilla y varios tictacs.
EliminarAbrazo.
El pájaro (en vasco) es un 'txantxangorri' (onomatopeya de su trino más rojo.
ResponderEliminarMe ha encantado tu historieta. A mí me fascinaban a esa edad los relojeros y las relojerías, pero hubiese sido incapaz de (d)escribirlo como tú; ni antes, ni luego y ni ahora!
Muy bonito también el dibujo.
Gracias Bix, hay cosas que uno no tiene o no desarrolla, pero sí posee otras. Yo de pájaros no sé nada, sólo que los quiero.
EliminarVos en eso sos un experto.
Saludos.
Tanto la ilustración como el cuento me han parecido deliciosos, Mirella.
ResponderEliminarEscribir para niños no es fácil y en este cuento tuyo hay frescura, delicadeza y hondura. El tiempo y sus obligaciones ineludibles, el pasar de los minutos en el reloj, toda esa patraña que sólo sirve para que aparezca el estrés está muy bien reflejada.
Te diré que a mí me gusta prescindir del reloj cuando estoy de vacaciones o es día de fiesta. La sensación de libertad es maravillosa.
Un abrazo.
Esta mañana de lluvia, viento y brumas se ha visto aclarada por tantos comentarios halagüeños que encontré en el post.
EliminarGracias Isabel y es verdad que escribir para niños no es sencillo.
Dejé de hacerlo hace mucho ya, lo mismo que el dibujo. Creo que son etapas que culminan para dar paso a otras.
Siempre aprecio mucho tus momentarios.
Bien por prescindir de los relojes, aunque sea en las vacaciones. Al tiempo no habría que acotarlo, sino dejar que fluya y disfrutarlo.
Abrazo fuerte.
Paradójicamente los relojes de los satélites que guían los GPS son de los más exactos del mundo, pero se retrasan (a nuestro ver), porque allí arriba el Tiempo discurre más lento. Cada cierto tiempo los adelantan, si no muchos quedarían desubicados.
ResponderEliminarSos una enciclopedia, gracias por tus conocimientos.
EliminarSe nota que ya traías el lápiz bajo el brazo para dibujar y escribir. Gracias.- Besicos.
ResponderEliminarDicen que cada niño cuando nace trae un pan bajo el brazo, bueno yo vine con lápiz y papel... jajaja!!!
EliminarBesos, Angelines.
Delicioso, Mirella, un abrazo y un tic tac.
ResponderEliminarQue un poeta como vos lo lea y me deje este comentario, es un verdadero honor.
EliminarAbrazo y beso.
Con 15 años ya escribías muy bien.
ResponderEliminarDe verdad que si.
Besos en punto.
Gracias Xavi, que todo un señor Toro lea un cuento para niños me da tanta alegría, tic tac tic tac.... que se me desbocó el reloj por la emoción.
EliminarUn abrazo.
precioso dibujo
ResponderEliminarel tiempo es una cadena mas
Gracias profe, una de las tantas cadenas con las que nos atamos...
EliminarUn abrazo.
Increíble, ha sido fantástico poder leer un cuento creado hace tanto tiempo, sin duda ya se podría intuir lo bien que escribirías y tu talento innato.
ResponderEliminarFelicidades. Y por supuesto gracias por haberlo publicado, se lo merecía. La Mirella quiseañera se sentiría muy feliz si lo hubiera sabido, no crees? que su cuento lo leerían en todo el mundo.
Besos :)
Sí, la quinceañera se lo merecía, por todo el amor y el esfuerzo que puso en cada letra y en cada trazo. Lo digo con mucho orgullo porque lo descubrí cuando encontré la carpeta olvidada, así como también había olvidado el trabajo que me dieron esas ilustraciones.
EliminarMil agracias por ser una de los que leyeron el cuento y apreciaron el dibujo.
Besotes. :D)
Es hermoso. Y siempre pienso y digo que hay que dejar de mirar un poco los relojes y los almanaques, y ponerse a vivirrrrrrrrrrrrr!!! Un abrazo.
ResponderEliminarAntes un Toro y ahora un Viperino leyendo cuentos para chicos... qué alegría, emoción y agradecimiento.
Eliminar¡A viviiiiirrrr Darío!
Abrazo.
Me gustó tu mirada a éste tema tan universal y tu buen dibujo.
ResponderEliminarEl tiempo era bello en estado natural y fué corrompido por banqueros y explotadores.
Éste pueblo se liberó de forzar al tiempo.
Como decía Zaratustra,"La fuerza es dejarse llevar por el viento."
Gracias Carlos por la cita, por tus palabra afectuosas y por leerte el cuento entero.
EliminarAbrazo desde el sur, con lluvias y tormentas...
Pues...te lo dije!!!! Ha nacido contigo este don, querida amiga. A la luz de los comentarios precedentes, verás que gustaste, gustas y gustarás. No lo pierdas, no lo abandones, no lo sospeches...valoralo, está con vos, ha crecido, ya a los quince era casi un adulto! Tal vez vos no lo percibas, pero ahí está. Gran cuento, preciosa ilustración! Sei bravissima!!!! Grande bacio.
ResponderEliminarMe lo dijiste en cada oportunidad que pudiste y siempre te lo agradecí.
EliminarEmpecé a verme en mi aspecto de artista, tan negado, recientemente, cuando encontré los dibujos. No podía creer que los había hecho yo, que esos trazos eran míos, graficados con tantos detalles y minuciosidad.
Sigo agradeciéndote el estímulo y el afecto.
Tanti tanti bacioni.
Ya prometías ¿eh?
ResponderEliminarTracy, un cálido abrazo, hoy ha sido un día muy especial para mí, por mi historia personal respecto al arte de escribir y dibujar.
EliminarTodos ustedes me han dado una caricia al alma. Gracias.
OH!! Que bonito, me he ido acercando al pueblo, me he quitado mi reloj independiente, he comido al sentir hambre y quiero quedarme a vivir.
ResponderEliminarVoy a esperar pacientemente sin prisa a que llegue otra historia, tengo todo el tiempo de todos los relojes,
Saltos y brincos
Hoy me levanté a las 10 AM, desayuné a las 11 y almorzaré a las cuatro de la tarde. Hacía tiempo que no me daba este tiempo, que parece distorsionado de las rutinas que uno se impone.
EliminarSe siente lindo y libre.
Gracias Ester, abrazos y besos.
Jorge, ha sido un placer encontrarme con tantos comentarios elogiosos.
ResponderEliminarTe estoy muy agradecida por lo bien que sintetizaste tu lectura.
Un abrazo.
:—)
Bueno Mirel, como me pediste que te dejara la opinión acá y no en el mail, te la doy con absoluta sinceridad.
ResponderEliminarTu cuento me hizo descubrir cuál es tu verdadera veta ¿No pensaste en hacer literatura infantil? Como cuentista infantil sos realmente brillante y es una literatura que requiere delicadeza, tacto, imaginación, expresividad y plástica. Reunís esas características, pero creo que te sentirías más libre escribiendo historias para niños, porque te permitirían hacer magia.
Es una rama preciosa de la literatura que tiene pocos cultores y tiene además, mucha demanda, porque hay poca literatura infantil novedosa.
Bueno, eso te quería decir. Que tu cuento me pareció espléndido y que unos cuantos que hacen literatura infantil ya quisieran ser sus autores.
Te felicito de corazón, Mirel.
Mil gracias Gavrí, ya te conté mis desventuras con las editoriales en esa época.
EliminarSigo admirada y emocionada por la repercusión de este post, no me lo esperaba. Y que vos, un escritor de los grandes, me diga tantos elogios, que sé salen del corazón, me limpia de las incomprensiones pasadas en esos tiempos en que soñaba con ser escritora.
Amigo, un abrazo enorme.
Hola Mirella, sorprendida y no tanto, tic tac, porque sé lo bien que te expresas, solo que este cuento ya es de cuando el reloj daba los quince años en tu vida, por eso lo de la sorpresa: si no llegas a decir, creo que lo vería escrito por alguien de mayor edad. Me gusta realmente por lo sentimental que es, los personajes entrañables, tic tac, por el fondo de la historia y por el tema escogido: el tiempo, a través del tic tac.
ResponderEliminarRepito el tic tac porque se me ha quedado grabado como una huella de tus letras.
Besos,
Rosa.
La palabra "gracias" me está quedando chica ante el aprecio y la efusividad de todos.
EliminarEstoy contenta y agradecida porque en este día se materializaron mis anhelos adolescentes. Y más todavía, porque mi cuento llegó a lugares lejanos del mundo.
Gracias por estar, Rosa.
Besos.
Es precioso, lleno de sensibilidad y belleza plástica.
ResponderEliminarAbrazo
Mia nos seguiremos encontrando, pasé por tu blog y me gustó mucho.
EliminarGracias por los cumplidos.
Abrazo.
Qué genial! ¿Así escribías a los quince años? Impecable, nena.
ResponderEliminarMuy ingenioso cuento infantil. Lo disfruté mucho. En la escuela a la que van mis hijos, me obligan a comprar libros para niños, carísimos, de cinco hojas, con dos o tres líneas cada página y con una historia tan tonta que dan ganas de romperlos. Este relato es cien veces mejor que las bazofias que están publicadas. Esas cosas me dan bronca.
Muy bueno.
Saludos.
Mención aparte tiene el dibujo. ¡Es excelente!
EliminarPor lo que estoy más agradecida de tus comentarios es por la parte que dice "nena", el mejor elogio del día... jajaja...
EliminarGavrí Akhenazi me explicó las trenzas que hay en las editoriales en este país y la imposibilidad de que te publiquen si no tenés trayectoria. Así que estamos jodidos, pero ahora con el blog y ustedes que se toman el trabajo de leer hasta cuentos para chicos, les hago un flor de corte de manga a todos los editores.
Abrazo, Raúl.
Mirella, qué gran relato...
ResponderEliminarPara mí está perfecto, no necesita ser recompuesto en nada. Es un relato para un público infantil, pero sirve también para todas las edades, como todos los cuentos. Respira realismo mágico.
La primera sorpresa ha sido el dibujo. Me ha encantado. Estás llena de talentos. Si con quince años escribías así...
Un abrazo muy grande!
Mirella, qué gran relato...
ResponderEliminarPara mí está perfecto, no necesita ser recompuesto en nada. Es un relato para un público infantil, pero sirve también para todas las edades, como todos los cuentos. Respira realismo mágico.
La primera sorpresa ha sido el dibujo. Me ha encantado. Estás llena de talentos. Si con quince años escribías así...
Un abrazo muy grande!
Lo bueno de cuando tenía quince, es que escribía con inocencia. No me hacía tanto drama de cómo decir las cosas, entonces todo era más fresco y espontáneo.
EliminarAhora me voy para el otro extremo y eso en estos momentos me tiene varada.
Un alegrón que te gustara tanto el dibujo como el cuento.
Otro abrazo, con agradecimiento.
feliz jornada Mirella
ResponderEliminarabrazos y buenas vibras
Muchas gracias Elisa, también para vos.
EliminarBesos.
Me encantó el cuentito. Felicitaciones por ser tan buena escritora desde joven, nos enseñas de verdad. La ilustración, hermosa. Gracias por publicarlo. Cariños.-
ResponderEliminarHa sido toda una sorpresa la repercusión de este post y te agradezco mucho tus palabras.
EliminarNorma, un gran abrazo.
si a los 15 años escribias así, no cabe duda que la mirella de hoy es una escritura de altura.
ResponderEliminaru abrazo
la ilustración muy buena
carlos
Carlos, gracias por estar siempre con tu mirada afectuosa y palabras de elogio. Un abrazo, amigo.
EliminarMil felicitaciones a la Mirella quinceañera por el relato encantador y sobre todo por la perfecta ilustración.
ResponderEliminarCon tu permiso paso a conocer a la Mirella actual.
Besos hasta tumitierra.
Gracias María Socorro por tu visita y vuelve todas las veces que quieras. Bienvenida.
EliminarEspero que la adulta actual te guste también.
Abrazo.
Precioso el cuento y perfecta la ilustración, tan detallista.
ResponderEliminarPara hacer un pantallazo y regalarlo a alguien "achuchable" que no sepa todavía de cómo nos condicionan los relojes.
Abrazo, Mirellísima.
Con respecto a Fernanda, que ya me está cargando con las constantes insinuaciones a la "crítica" que en este caso yo, te hice en un posteo anterior, a fin de que la desestimaras porque según ella no debías dejarte influenciar por opiniones ajenas poco argumentadas, decirle que las personas tenemos formas diferentes de demostrar afecto e interés por alguien y que si yo no pongo en duda su buena intención para contigo, no le consiento que ponga en duda la mía, sin argumentar en qué se basa.
Indudablemente de su "a boca de jarro", me quedo con la segunda acepción del DRAE...
bocajarro.
a ~.
1. (De a boca de jarro). loc. adv. Dicho de disparar un arma de fuego: A quemarropa, desde muy cerca. U. t. c. loc. adj.
2. loc. adv. De improviso, inopinadamente, sin preparación ninguna.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados
Señora, a bocajarro le digo que para darme a mí tiros por elevación, primero prepárese a nivel literario, que pasarse la vida citando frases de otros no habla más que de su facilidad para el copia-pega porque siempre vamos a encontrar una mierda (llámese frasecita axiomática) para un tiesto (sustitúyase por texto).
Eso, señora, que usted a dárselas de mística: católica, apostólica y románica (sí, románica) y yo a mis góticas ideas afiladas. Hágase un favor y deje de joder al prójimo con insinuaciones pelotudas.
Zapatero a tus zapatos.
Namasté.
Morg me alegro que te haya gustado el post, ilustración incluida.
EliminarSobre los comentarios de Fernanda, ya le expliqué en varias oportunidades lo que pienso de las observaciones que hacen de mis textos. Mientras sean sustentables y coherentes no me afectan, al contrario. No he perdido la avidez de aprender y mi ego no debe ser demasiado susceptible porque tampoco se mortifica.
Entiendo que te hayan molestado sus opiniones y que lo manifiestes. Reitero: este es un espacio de libertad y expresión de los propios puntos de vista. Pero también de respeto.
Como somos mujeres francas y sin vueltas, Morg te digo que no me gustó la forma como lo manifestaste.
Este es mi blog, no el de ella, no soy partidaria de las agresiones y me parece que vos también te fuiste de boca. Este espacio puede servir de puente para que dos posiciones opuestas encuentren un entendimiento -o no- pero siempre con respeto.
Tu presencia en el blog para mí es muy importante, por la admiración hacia tu obra, el agradecimiento por tu ayuda, pero sobre todo debido al afecto que se ha ido generando a lo largo de este tiempo.
Con Fernanda no comparto algunas cosas, pero cada uno tiene el derecho de pensar como se le canta, dicho en porteño. Le di mi opinión sin agravios.
Con el blog aprendí unas cuantas cosas, tuve bastantes malentendidos y llegué a la conclusión de que "mejor no aclares que oscurece"... Pero ésto te lo tenía que decir, Morg.
Un abracísimo, con el afecto de siempre.
No, querida, yo no me fui de boca, me limité a enfrentar lo que parece ser ya una costumbre por parte de Fernanda.
EliminarLa primera vez no me viste contestarle ¿verdad? Fui lo suficientemente prudente como para obviarla, puesto que conozco de sobra tu manera de pensar sobre las opiniones ajenas y qué es lo que buscas del intercambio entre escritores. Además, creo recordar que Akhenazi puntualizó al respecto y a ella no se le ocurrió rebatirle.
Y bien, si a pesar de mi silencio y sin conocerme de nada, porque yo no recuerdo haber visto a esta señora por mi casa, sigue insistiendo en la justificación de sus primeras palabras con frases como
"Por eso me fui de boca con vos en mi último comentario y te sugerí que no te dejaras editar por nadie: sos una artista, Mirella. Pero es más grande tu humildad que tu talento, lo cual es muy bueno."
descuida que no voy a quedarme nuevamente callada. A mí mi rabí no me enseño a poner la otra mejilla constantemente.
Si ella tiene derecho a dar su opinión con respecto a lo que supone es un trabajo de "edición" y lo hace en tu blog, yo tengo el mismo derecho a darme por ofendida y defender mi postura en la forma que crea conveniente.
Lo hago y lo haré cada vez que lo considere necesario, te guste o no, Mirella... y es decisión tuya eliminar el mensaje o no darle salida, como lo será la mía seguir comentándote o no.
Es simple, no nació quien calle a Morgana de Palacios.
Namasté.
Todos tienen derecho a dar su opinión, yo también a dar la mía, es mi blog.
EliminarTe dije lo que pensaba de la forma en que la expresaste, nada más.
Claro que tengo la decisión final, pero prefiero no usarla. Hasta ahora no le cerré la oportunidad a nadie y espero no tener que hacerlo.También es decisión tuya volver o no.
Las puertas están siempre abiertas.
Yo creo, Mirel, que todos tenemos derecho a dar nuestra opinión y que todas son igualmente valiosas, inclusive las que disienten entre sí.
EliminarLo que no debe ocurrir es que no se respete en este caso la opinión del autor, o sea, la tuya.
Durante montones de posteos afirmaste que te interesa este tipo de comentario, el que te hace sugerencias o te da una opinión fundada o te propone algún cambio en el matiz, porque como vos misma sostenés, te interesa escrbir con la mejor expresión para tu propia satisfacción, como cuestión primordial.
Ergo, creo que la reacción de Morgana resulta lógica, ya que vos misma estás afirmando y respondiendo a todo el que te plantea eso de "escribí como te salga de las tripas" o "me hacen reir esos que hacen correcciones", que vos te sentís cómoda y que además te ayudan este tipo de aportes.
Entonces, cuando la cosa ya se reitera y se reitera, creo que a la primera que se le está faltando el respeto es a vos, que ya emitiste tu opinión, que ya dijiste que te interesan otras visiones y que ya lo repetiste cada vez que esta misma situación sucede.
Entonces, no entiendo ahora tu posición.
¿Qué el tono de Morgana resultó chocante?
La verdad no es prepotente, lo que no tiene es remedio y ella es franca y directa. Lo que decimos: honesta y plantea las cosas con quién se las plantea a ella sin hacer nombres o llamándonos a todos los que alguna vez tuvimos el tupé de hacerte una sujerencia "tus editores" a los que no tenés que hacer caso.
Me parece erróneo que le llames la atención a Morgana y no repares que es a tu opinión, a tu deseo y a tu constante esfuerzo por alcanzar una literatura que te satisfaga, a la que Fernanda en este caso y en uno anterior y otros en otros, le están faltando el respeto, porque no te escuchan. Quieren convencerte de que escribas como vos no querés escribir. Que escribas así, como se da, cuando vos venís planteando desde el comienzo del blog, cuál es la forma en qué realmente querés escribir.
Pensalo, Mirel. Porque vos como yo sabemos que Morgana lo que te tiene es afecto y que por eso se acerca a comentarte y a opinar como opinamos nosotros. No lo hace por nada más que por el interés de cumplir tu propio objetivo, de la misma manera en que yo lo hago.
Entonces, Mirel ¿dónde está el verdadero error?
Shalom
De toda esta maraña va a resultar que la errada y la culpable de todo soy yo.
EliminarYa no me quiero enganchar en discusiones, aclaraciones, que yo dije, que el otro dijo. Creo que fui clara en explicitar lo que no me gustó: la forma; y la verdad se puede decir de muchas maneras.
No me gustó esta frase: "Eso, señora, que usted a dárselas de mística: católica, apostólica y románica (sí, románica) y yo a mis góticas ideas afiladas. Hágase un favor y deje de joder al prójimo con insinuaciones pelotudas."
Por más que se los repita, no sé si vos y Morgana me van a entender, no tengo ese estilo agresivo y no lo quiero en mi blog. A Fernanda le paré el carro, pero desde otro lado. Si lo entendió o no es problema de ella. Si lo vuelve a insinuar lo más probable es que no le responda y siga en la mía, en mi búsqueda, sin más explicaciones, porque en realidad no le debo explicaciones a nadie de si acepto sugerencias sobre mis textos.
Todo este intercambio de hoy me afectó bastante, porque también le tengo un gran aprecio a Morgana y se lo dije.
Pero no se olviden de mis derechos y de mis deseos, finalmente este es mi blog y le quiero imprimir mi forma de ser, que busca un intercambio calmado y armónico, aún en el disenso.
También voy a tener que tomar decisiones en el manejo del blog, pero no esta noche, porque me siento muy perturbada.
Con la libertad de expresión se corre un riesgo, Mirella, y es no poder controlar la manera en que los demás se expresen, a no ser que se ejerza algún tipo de censura.
EliminarLos modos son inherentes a cada persona. Hay gente incapaz de ofender a nadie y otra que ofende taimadamente porque no tiene bemoles para hacerlo frontalmente en un debate.
Es complicado eso de querer estar a bien con Dios y el Diablo, así que yo me asumo como agresiva exclusivamente cuando me agreden. Una cosa es no buscar pelea y otra muy distinta dejar que te usen de putching boll sin venir a cuento, para pelotear a un autor más o menos amigo (ahí no entro)sin argumentación técnica alguna.
La diferencia está en la honestidad de cada uno al enfrentar el hecho literario o el artístico al margen de estrategias para caer bien a alguien determinado. Ese ni es mi estilo ni lo será nunca y desde ya que tengo mis propias formas para hablar sin tapujos cuando lo hago coloquialmente.
Yo no he agraviado a Fernanda, en absoluto, me he limitado a contrarrestar sus insinuaciones con la imagen que ella da de sí misma, porque llamar a alguien católica, apostólica y románica, no es ningún insulto aunque el último adjetivo sea un chiste, sino que es justo lo que ella hace notar de sí misma constantemente, aunque empañe clarísimamente, su pretendida actitud cristiana ante la vida con sus manifestaciones subrepticias y la segunda intención de su discurso.
Un disenso es un disenso y tú no puedes controlar el punto de agresividad de los que disienten a no ser que los censures y yo, francamente, me jacto de no hacerlo jamás, ni en mi blog ni en www.ultraversal.com.
Ni Gavrí ni yo nos hemos olvidado de tus deseos, sino todo lo contrario, así que si a alguien le tienes que poner freno es a quien provoca que los demás tengamos que ser agresivos en un momento dado, porque el que tú no te ofendas y quieras calma y armonía, no tiene nada que ver con lo que podamos sentir los demás cuando estamos viendo palpablemente la mala intención de alguien buscando una diana determinada.
Yo, como diana calmada y armónica, tengo menos porvenir que un espía sordo, porque me revuelvo si no hay alternativa.
Toma las decisiones que te parezcan oportunas, pero no voy a lamentar haberte perturbado ejerciendo mi derecho a defenderme con mis modos naturales, tan agresivos e informales como los que han ejercido contra mí.
Mi aprecio por ti sigue incólume, pero como sé que no me voy a adaptar a tus maneras calmadas y armónicas en casos como el que nos ocupa, porque yo soy yo y mis códigos, esté donde esté y si me golpean devuelvo el golpe y le bajo los dientes de un patadón al más pintado, no puedo asegurarte que no volverá a ocurrir, así que mejor hago silencio y no te perturbo más.
Un abrazo, Mirellísima.
Namasté.
La perturbación no me la producís vos, sino la situación en la que me vi envuelta sin comerla ni beberla. Porque este espacio fue el receptáculo de un desahogo o reclamo, no sé cómo llamarlo, mientras que la persona que lo produjo está totalmente ajena y ni se enteró de todo esto.
EliminarEntiendo tu forma de reaccionar y yo no soy así. Tampoco soy agua de tanque, pero me defiendo distinto. Y a Fernanda en el post de "Extraviados" le manifesté mi desacuerdo.
Lamento no encontrar una solución. Claro que el afecto sigue, las puertas están abiertas y de mi parte te visitaré como siempre.
Abracísimo, Morgana
Qué bonito cuento Mirella, cuánta ternura en tus letras, eres muy dulce.
ResponderEliminarY sí, muchas veces pienso lo que sería vivir sin reloj, guiarnos por la naturaleza y sus ciclos. En realidad, es que el tiempo, no existe.
Abrazos y gracias.
Bienvenida y gracias a vos por acercarte al nido y dejarme tu amable opinión.
EliminarAbrazo.
ResponderEliminarPrecoz escritora e ilustradora. ya sabemos de donde viene el arte...
· un abrazo
· CR · & · LMA ·
Un comentario generoso, que agradezco con otro abrazo.
EliminarQué excelente amalgama de historia e ilustración! Parece mentira que fuera la tarea de una niña, aunque ciertamente exuda la esperanza y la candidez propia de una edad pura.
ResponderEliminarFelicitaciones para la niña que fuiste y la mujer que sigues siendo.
Un gran abrazo
Aprecio tus palabras, las agradezco y no puedo dejar de pensar en cuántas de esas cosas cándidas fueron quedando en el camino.
EliminarAbrazo, Alejandro.
Hay aficiones de la niñez o juventud que perduran en el tiempo.
ResponderEliminarMe alegro.
gracias por tu visita
Un abrazo
Es verdad, en mí perduró la escritura, que ya dejó de ser una afición y se volvió pasión.
EliminarEs un gusto pasar por tu espacio.
Besos, Esme.
abrazos Mirella
ResponderEliminargracias por tu huella
Elisa, el agradecimiento es mío por tu presencia en el nido.
EliminarBesotes.
Te felicito Mirella por ese caudal de inspiración que tienes, no creo que estés bloqueada, pasa a veces en algunos momentos pero luego aparece esa capacidad de ilustrar el alma para crear.
ResponderEliminarUn beso grande y gracias por tus palabras en mi cumpleaños. Una especie de homenaje que hice a todos ustedes como cada año.
Besos
Espero que ayer hayas disfrutado de todas las visitas, tanto virtuales como reales.
EliminarEste tiempo lo debo tomar con calma, porque en algún momento lloverán más ideas hechas palabras.
Un abrazo.
Que maravilla Mirella!!! Me encanta leer tus historias, es como entrar en un mundo lleno de fuerza y de ternura
ResponderEliminarUn abrazo guapa
¡Gracias Teresa! Siempre me dejás palabras amables y afectuosas.
EliminarTengo cuentos que no son tan tiernos, este fue escrito para niños, pero hay otros en los que también asoma la oscuridad.
Un besazo.
Mirella me llevo su tiempo encontrarte, hoy era el día y el momento.
ResponderEliminarEl cuento es fabuloso, ya con tu juventud sabías mucho de las prioridades de la vida...
Un gusto seguirte, esperando hacer camino contigo, aquí me quedo
Besos ♥♥♥
Hay un momento para todo... me alegro que llegaras hasta estas orillas y te haya gustado lo que encontraste.
EliminarYa fui a curiosear por tu espacio y con más tranquilidad te haré una visita como corresponde.
Muchos saludos desde el otro continente.
Me gusta ese sonido del tic tac de tu tiempo vivo. Un beso.
ResponderEliminarGracias Amapola, por tomarte el trabajo de leer entradas viejas.
EliminarMuy amable de tu parte.
Besos.
Mirebella, este cuento al que llegué por tu recomendación, después que leí "Manchas de tinta azul" y quedé asombrado por tu imaginación y dibujos, confirma el comentario que te puse allí, merece libro. No se en que editoriales tanteastes y si te desanimas rápidamente, es importante que elijas las que te gustan, si son las grandes, mejor, las de poca monta son las peores, te lo digo un poco por experiencia, yo me abrí camino eligiendo las revistas que me gustaban. Por ahí, en un comentario alguien te puso que es más grande tu humildad que tu talento y me parece que tiene razón, si es así busca equilibrio, no me gusta dar consejos pero me da bronca tu experiencia con editoras y concursos, que vaya a saber con que chantas estaban integrados, los chantas están metidos en todas partes.
ResponderEliminarTe felicito, MIR, abrazo!!
Gracias por la lectura, Edu. Ya pasó el momento y ahora no me interesa publicar.
EliminarHabía intentado con editoriales grandes y chicas, pero tuve críticas despiadadas e indiferencia. Con el blog es más que suficiente.
Un abrazo.