El
dormitorio está en penumbras y yo, como si colgara de la araña o flotara cerca
del techo, me examino.
Resulta perturbador verme
dormir, no conozco mis expresiones y posturas habituales. Compruebo que mis
rasgos están contraídos. Solo dejo ver el perfil. La mejilla derecha se hunde
en la almohada, debajo del párpado el ojo se mueve inquieto, una de mis manos
se crispa, espasmódicamente.
El sueño no es
tranquilo. Desde mi ubicación noto algo que se materializa y se desploma sobre
mi espalda. O la de ella, porque advierto una liviandad: eso que se ha apoderado de la
otra, se desprendió de mí.
Me he convertido en una
espectadora, una conciencia alerta que contempla un proceso.
La que duerme —y que
unos minutos atrás era yo— se retuerce entre las sábanas en una lucha que terminará
en un fracaso. Su boca es una llaga abierta, roja. Emite unos gruñidos roncos,
de fiera acorralada.
Las manecillas del
reloj despertador marcan las 5:00 AM. Pronto amanecerá y lo que soy ahora se
fusionará con el resplandor que entrará por la ventana.
©
Mirella S. — 2015 —
A veces los sueños nos dicen muchas cosas y tambien a veces nada, y no los entendemos y quizas asi sea mejor.
ResponderEliminarBesos
En este caso no es exactamente un sueño, sino una sensación que tiene de sí misma el personaje.
EliminarGracias, Chaly, con un beso.
para este texto te dejo un poema que hace meses escribí
ResponderEliminarPrincesita
Te busco en fotos
porque a la que veo ahora
es apenas el bosquejo
la carcasa de quien fuera
dónde quedó aquella vida
aquella golondrina siempre en vuelo
aquella sonrisa espontánea
hoy todo es un sucedáneo
la golondrina no vuela
y la sonrisa se hace mueca
la muñeca se ha fracturado
se ha vaciado en mil lágrimas
la depresión la ha consumido
y solo es un hilo a punto de cortarse
las benditas drogas para el cerebro
aquellas que decían que le sanarían
no hicieron más que invalidarle
parecer un autómata
solo funciona si la pastilla está presente...
dónde quedó la golondrina
la princesita más querida
la que cuando era niña
la vida entera cantaba.
abrazos largos
Gracias por el poema, Elisa, es precioso. Tiene bastante que ver con lo que quise transmitir.
EliminarUn gran abrazo.
gracias por tu huella
Eliminarla memoria comunitaria es imperiosa y necesaria
uno apenas deja un granito en la arena
Totalmente de acuerdo, Elisa.
EliminarBesos.
Brillante, Mirella. Un texto oscuro, y con cierre genial. Como siempre, la conjunción de palabras que conseguís en tus textos es sublime.
ResponderEliminar¡Saludos!
P.D.: Después de una ausencia temporal del «mundo blog», por cuestiones laborales, estoy volviendo de a poquito. Prometo seguir por aquí.
Me alegra mucho tu vuelta y que puedas retomar tus historias, con todas sus oscuridades, también. Escribir, desde donde cada uno lo sienta, es mejor que cualquier antidepresivo.
EliminarGracias por tu comentario tan alentador.
Muchos saludos, Juanito.
Todas las que eres forman parte de tu hermosa plenitud.
ResponderEliminarBesos.
¡Qué cumplido, Torito! Pero mi parte melancólica no me gusta nada.
EliminarBesotes.
Qué gusto da leerte Mirella. Como siempre tu genial narración. ¿Fue un sueño? o la protagonista se desprendió de su cuerpo como dicen que hacen algunos.
ResponderEliminarEspero estés bien.
Abrazos amiga querida.
No es un sueño, querido Gildo, son estados de ánimo por los que fluctúo y que surgen en textos así.
EliminarPronto voy a empezar un tratamiento, veremos qué resulta.
Gracias por estar siempre, compañero.
Un fuerte abrazo.
A medio camino entre lo kafkiano y lo lúgubre, o lo espiritual si se lee desde otra perspectiva.
ResponderEliminarEn cualquier caso, un relato que estremece. No la conocemos a «ella», la muerte, pues cuando ella es nosotros ya no somos; pero en tu escrito se funden ambos mundos con eficacia absoluta. Muy logrado, Mirilla.
Un beso.
Es lúgubre, lo sé, son pensamientos e imágenes que traslado a la escritura para liberarme de ellos. Me da gusto que le percibas un clima kafkiano, brotó sin ninguna intención de mi parte.
EliminarMil gracias, Isabel y besos.
UFFFFF ME EXPANDÍ!!!!
ResponderEliminarABRAZOS
No me digas que saliste volando, Adolfo... jajaja...
EliminarBesos.
Me gusta Mirella. Le he leído con un toque muy kafkiano pero delicioso. Genial.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es denso, Marybel, pero son emociones de las que hay que salir y nada mejor que escribiendo.
EliminarGracias, guapa y muchos besos.
Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarYo soy bipolar y me ha despertado sensaciones conocidas.
¡Mucho ánimo!
Gracias, Víctor y bienvenido a este espacio.
EliminarMe alegra saber que te gustó el relato, en este caso la bipolaridad está referida a las luces y sombras que tenemos cada uno.
Muchos saludos.
El insomnio es un cuchillo afilado que nos parte en dos. Besicos.
ResponderEliminarTambién los pensamientos oscuros, en constante lucha con los más positivos.
EliminarUn fuerte abrazo, Angelines, y mil gracias..
Hola!! Estas acá...que bueno!
ResponderEliminarYo una vez me vi dormir en un sueño...es rarísimo Mirella...!
Me alegra leerte.
Un besote.
También tuve ese sueño y me quedó una sensación fea, pero este texto habla de otra cosa, que nadie tiene porqué entender, ya que es muy personal.
EliminarEl texto no es muy alegre, Dana, pero me de gusto que lo leyeras.
Besos.
¡¡A la flauta!! Que buen relato. Esas dos mujeres en una, están tan bien detalladas, que da miedo de pensar que nos puede suceder en serio....
ResponderEliminar¡¡Aplausos!!
mariarosa
Últimamente vengo medio tétrica en mis escritos, Mariarosa. Son circunstancias.
EliminarMuchas gracias por los aplausos y por disfrutar del texto.
Besos.
Inquietante
ResponderEliminar.. porque me siento reflejada
y no me gusta mucho cuando me siento así , aunque lo acepto !!!
un abrazo
Hay momentos en que necesitamos hurgar a fondo y lo que surge no son todas rosas. Pero suelo ser fiel a mis sentimientos.
EliminarMuchas gracias, Piel, por tu comprensión.
Besos.
Te ves de arriba como si tu alma se hubiese separado del cuerpo, como si hubieras muerto por un instante, estas explorando un estado de ánimo lúgubre, ojalá te sirva para emerger con las luces de un nuevo día y el optimismo acaricie una energía renovada!!
ResponderEliminarSiempre amanece, que no es poco, besote MIR!!
Hay períodos en los que al optimismo hay que buscarlo con lupa. Creo que no se debe escapar de los estados de ánimo, por más sombríos que sean, con alguna frase del tipo New Age como se estila hoy en día. La mejor forma es enfrentarlos y dejar que supuren todo lo que guardan.
EliminarMuchas gracias, Edu, por estar siempre, lo aprecio.
Un abrazo.
Me gusta como escribes, entré por curiosear y me quedo.
ResponderEliminarY vendré para leerte con frecuencia.
Para que me avise cuando publique te pondré en lista de " Blog que me gusta leer " .
manolo
.
Bienvenido, Manolo, me alegra que te gustara este espacio, acercate todas las veces que quieras, publique o no.
EliminarMuchos saludos desde Buenos Aires.
las noches y los sueños son muy interesantes para analizar cuando despertamos y los recordamos.
ResponderEliminarTodo tiene un significado....
besos
Si, Karin, soy de soñar mucho y con sueños muy intensos. Como no somos expertos en decodificarlos, le damos la interpretación que podemos, que igual nos sirve.
EliminarGracias, linda, y besos.
Mirella, qué bueno leer otra vez tu prosa que extrañaba y que siempre me resulta inspiradora, una invitación al dialogar. este monólogo en donde uno se desdobla para observarse. Para presenciar y entender un proceso. Dices proceso y lo dices atinadamente porque los rituales lo preceden. Observamos poco los procesos que nos conforman y también nos dan cierta identidad, será porque son más complicados de identificar y son diacrónicos.
ResponderEliminarEn fin, creo me pusiste a divagar.
Un placer volver por tu espacio y tu prosa querida amiga.
Un beso.
También me alegra mucho que vuelvas a visitar el nido, querido Gonza, dejándome tus semillas de alpiste para alimentar mi intelecto.
EliminarEste texto no fue ni pensado ni organizado, salió como una explosión y supongo que forma parte de un proceso que estoy transitando y del que tengo claro muy pocas cosas.
Muchas gracias por tu interpretación, las de todos valen para penetrar un poco más en el significado inconsciente.
Un abrazo y gracias
Un deleite leerte, Mirella. Un desdoblamiento necesario para saberse.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo con achuchón.
Qué lindo tenerte por aquí, Mabelita, gracias por visitarme. Me da gusto que mis oscuridades no te hayan espantado... jajaja.
EliminarBesazos, hermosa.
Me encantan estos relatos de ensoñaciones y realidades, Medio aquí medio allí...
ResponderEliminarNo hay nadie que los cuente mejor.
Un besote !!!
Muy agradecida, Nieves, como ya dije son estados de ánimo que reflejan mi momento actual.
EliminarUn gran abrazo, guapa.
El subconsiente se hace presente en los sueños. Me gustó mucho tu escrito.
ResponderEliminarCon tu permiso me quedo como seguidora. y al mismo tiempo te invito a pasar por el blog de josefa.
Un fuerte abrazo.
Gracias, Josefa, te agradezco mucho la opinión y pasaré a visitarte
ResponderEliminarOtro abrazo.
Hola Mire:
ResponderEliminarTú eres una mujer de espiritualidad profunda, y eso siempre me llega cuando leo tus textos, tu sabiduría.
Prefiero dejarlo en la ficción , jajaja, pero no me extrañaría nada la astralidad en ti, pues esto solo es posible en personas que apuestan por desarrolar y potenciar su espíritu, la escritura es parte de ello, jo, como me ha gustado, mucho.
Yo a ti te siento al mismo nivel emocional que a Akhen, tocando siempre de un modo invisible pero certero, la parte de mí corazón que merece la pena acariciar para ser fuerte.
Tenés ese poder.
Besos.
Me asombra y agrada que me veas así, cubano Jonh, de mí tengo la imagen de una mujer común y corriente, medio rara, eso sí, que trata de encajar en un mundo que no le gusta.
EliminarEste texto no trata de un viaje astral, sino que es una metáfora de un estado de ánimo por el que estoy pasando.
Gracias por intentar acercarme a la profundidad de Gavrí, pero no creo llegarle ni a la suela de los zapatos, con la experiencia que le da su tremenda historia de vida.
Contenta de que te gustara, te envío un beso.
Hola preciosa, llego hasta aquí con mas calma, con la que me da estar en casa y tener la posibilidad de ponerme al día y me encuentro con un sueño visto desde otro sueño, parece una locura pero se que no lo es, tampoco quiero imaginar y menos interpretar, si a ti te ha resultado conciliador me alegro mucho. Yo te dejo dos abrazos y me voy
ResponderEliminarQué rápido pasó el verano, Ester, para nosotros no existió invierno, salvo unos pocos días.
EliminarMe alegra mucho tenerte por aquí, en cuanto al texto, más bien fue un desahogo.
Gracias, guapa, mil besos.
Pues yo (o quien creía que era yo) hemos decidido apagar el despertador. Puede que para siempre, es un experimento.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Buena idea, Amando, es un aparato infernal que rompe los mejores sueños.
EliminarGracias y besos.
Eres como un libro abierto querida Mirella, pero la foto como que me ha dado un poco de susto, jajaja.
ResponderEliminarBesos.
No seas tan sensible, Rafa, es sólo una foto con efectos. No sabés la alegría que me da tenerte por el nido. Faltaba tu buen humor.
EliminarUn abrazo.
No lo pensé como una personalidad múltiple, sino como dos polos -luz y sombra- por eso lo de bipolar, más que por la enfermedad. Tampoco hay nada sobrenatural, fantástico ni un viaje astral. Es un estado interno, que conté como pude.
ResponderEliminarVisto desde el terror filosófico, tan tuyo, seguro que saldrá algo muy interesante.
Un gran abrazo, Jorge y gracias.
Un relato muy descriptivo de sentimientos, sensaciones y estados de ánimo. Me ha gustado mucho y me conmueve. Un abrazo, Mirella
ResponderEliminarGracias, Lumy, un gusto tenerte por aquí y me complace que el texto te haya llegado.
EliminarAbrazos.
Hay que tener cuidado con esa separación, típica en casos de vida después de la vida y de parálisis del sueño.
ResponderEliminarSería bueno poder despertar luego de esa experiencia.
Saludos.
Vos ya te fuiste para el lado del terror, Raúl. En este caso es tan solo una disociación de los estados de ánimo de la que duerme.
EliminarGracias y saludos, también.
Esos desdoblamientos tan nuestros, y que nacen de las múltiples dualidades de nuestro inequívoco yo.
ResponderEliminarMe recordaste a A. Nin “Siempre hubo en mí, al menos, dos mujeres una mujer desesperada y perpleja que siente que se está ahogando y otra que salta a la acción (...) "
En este texto y en el del Soliloquio (II).
Mil besos, bella dama.
Una trata de crear cierto equilibrio interno y de tener bajo control a los personajes que nos habitan, pero cuando alguno toma la supremacía hay que esperar que el que quedó knockout se recupere.
EliminarMis últimos textos tienen una temática similar y responden a mis actuales estados de ánimo.
Gracias, querida Eva, por empacharte con tantas lecturas juntas.
Abrazo fuerte.