Sé que te estoy defraudando con mi resolución. Vos
hubieras querido que siguiese los pasos del protocolo, sin saltearme ninguno. Que
me someta al sueño irreal de la anestesia, perderme en el bosque de sus abedules cinerarios, quedar atontada por los graznidos sin plumas que se escuchan a lo lejos,
mientras el bisturí cercena nuestra femineidad.
Conocemos el procedimiento, lo vivimos hace diez años,
con la garganta angostada y la palpitación vertiginosa. Entonces fui dócil, bajé
cada uno de los peldaños del dolor, los labios mudos y en soledad, como está
escrito para nosotras. Vos me empujabas porque era lo que debía hacer.
Ahora soy la que determina. Me siento impermeable a
tus razonamientos lógicos; reconozco que gracias a ellos pude organizarme en
este mundo hostil en el que me considero una alienígena.
Hubieras querido que enfrentara las facciones
arquetípicas de la muerte, que para mí es apenas una cárcava de sombras que te
traga de un solo bocado o —de pura hija de puta— te mastica lentamente.
También hubieras esperado que al mirarla le hiciese
una verónica y de mi garganta reseca surgiera un olé victorioso. Pensás que es
un acto de cobardía, en cambio te digo que es de liberación. Es una de las
pocas decisiones que tomé sin tener en cuenta a nadie, únicamente mis anhelos
profundos. Quebrar las reglas y dirigir la barca tambaleante de mi vida según
mis designios.
Siempre fuiste la que salió a pelear la vida,
cuando yo trepaba por mundos inexistentes, inventados. Soy ese flanco nuestro
con el que no estás de acuerdo, y que —muy a tu pesar— también es tuyo. Habitualmente
no nos gustamos, somos los opuestos que aún no aprendieron a complementarse.
Ganaste muchas batallas, no me tuviste en cuenta,
trataste de avasallarme, pero siempre estuve ahí, abrazada a tu espalda. Ya no
hay vencedores ni vencidos, solo queda unirnos en el derecho de elegir otras opciones y sostener la vida con nuestras manos.
Mira, no sé que decir, en serio, no hace falta que yo diga eso de valor, eso ya lo estoy palpando ahí arriba.
ResponderEliminarTe mando un beso que te cale bien hondo, ya que no puedo alargar la mano para darte un achuchón. Al fin y al cabo, las decisiones mas importantes de nuestras vidas las tomamos solos, por muchos guías que nos acompañen en la escalada o el descenso.
Vamos, para adelante te Mire, como diría mi madre para darme un empujón cuando yo no veía todo oscuro.
Abrazos habaneros.
Gracias, Jonh, muy apreciados el beso y tu comprensión. Es lo que más se necesita.
EliminarTampoco tengo muchas palabras para agregar, el texto habla por mí.
Abrazos ítalo-porteños.
Misterioso relato. Me lleva a pensar que la protagonista está hablando con diferentes seres, una hermana, una pareja, hasta una madre, pero luego de releerla creo que le habla a ese otro yo que todos tenemos y que muchas veces nos quiere llevar por sendas aprendidas de memoria, por tradiciones que se maman en la infancia.
ResponderEliminarLo que si detecto , es que se está liberando, buscando su propia luz.
Muy bueno Mirella.
mariarosa
Entendiste muy bien, Mariarosa, hay momentos en la vida en que las normas ya no sirven y esa parte que siempre se atiene a lo tradicional, a lo que debe hacerse, tendrá que respetar a la otra que ahora desea plantarse en su elección.
EliminarGracias y besos.
Perturbador el relato, no se que decir, adhiero al comentario de María Rosa.
ResponderEliminarAbrazo continuo, MIR!!
No siempre hay que decir algo extenso, basta la lectura y tratar de empatizar con decisiones que no son fáciles. Te agradezco mucho que me dejaras tu impresión, Edu.
EliminarUn gran abrazo.
Me has dejado sin palabras mujer. El texto es grandioso y admiro tu valentía de plantar cara a lo que se presenta, sin remilgos. Qué mejor manera de sobrellevar la vida que escribiendo, y si se escribe como tú escribes Mirella, es un agasajo poder leerlo.
ResponderEliminarTe quiero amiga, te deseo lo mejor.
Beeeeeesos.
Muchas gracias, Gildo, dudé mucho en publicar este post, no quiero preocupar o perturbar a nadie. Pero ahora no consigo escribir sobre otros temas y tampoco quiero abandonar el blog.
EliminarMuchas gracias por tu afecto, es lo que más ayuda.
Beeeeesos y abrazos.
No dejes ni de escribir ni de publicar. Si alguien se perturbara es problema suyo no tuyo.
EliminarEs verdad, Gildo, pero siempre me ha costado mucho mostrar ciertas cosas íntimas. Problemas de la timidez.
Eliminar+++++ besos.
Me inquietan tus palabras.
ResponderEliminarAdivino, intuyo y no me gusta lo que aparece.
No por esa lucha entre todas las que hay dentro de ti.
No, no es eso.
Es lo que no dices.
Ojalá acabe muy bien.
Besos.
Tu intuición es buena, Xavi, así somos los cancerianos.
EliminarVeremos que pasa, empecé un tratamiento no tradicional. Gracias por tus buenos deseos.
Un abrazote.
Todo mi ánimo para ti.
EliminarBesos.
Gracias, Xavi, un poco de ánimo extra nunca está de más.
EliminarBesos.
Una pelea contigo misma, una discusión que parece que vas a ganar, espero que ese enfrentamiento entre los diferentes YO no deje cicatrices., siempre aun ganando se pierde. Es duro leerte y ver que no estás contenta del todo.
ResponderEliminarUn abrazo y comprensión porque todos hemos vivido esas batallas.
Muchas gracias, Ester, por el cariño y la comprensión. Es cierto que cada "victoria" acarrea también una pérdida. Eso es la vida.
EliminarUn fuerte abrazo, guapa.
Tienes toda la razon al diablo la razon hagamos todo lo contraria a lo que ella quiere.
ResponderEliminarBesos
En muchos momentos usamos la razón como un escudo contra el miedo.
EliminarGracias, Chaly, besos.
Mirella te mando todo mi cariño y apoyo. Tú puedes con todo.
ResponderEliminarBesos y abrazos.
Muchas gracias, Rafa querido, no sé si podré con esto, pero será a mi manera (con la voz de Frank Sinatra de fondo). Pongámosle un poco de humor para no caer en el drama de un culebrón mexicano.
EliminarAbrazos y besos.
MIRELLA... "BENDITA SEAS ENTRE TODAS LAS MUJERES"...!!!!!!
ResponderEliminarABRAZOSSSSSSSSSS
Mil gracias, amigo, con un fuerte abrazo.
EliminarEsos pulsos con nuestro otro yo en los momentos difíciles. Yo estoy contigo, Mirella. Vamos a tener esperanza con ese tratamiento no tradicional, mujeres como nosotras no admiten lo tradicional ni siquiera en tratamientos. Genio y figura... y qué nos quiten lo bailado!!
ResponderEliminarNo me digas que Frank también te gusta? No podía ser de otro modo, mi hermana de luna.
Un beso enorme, un abrazo superior y un achuchón memorable.
Te quiero mucho.
Es así, Mabelita, hay que explorar nuevas formas de la medicina. La tradicional alopática se ha vuelto puro químico, que te envenena lentamente, mientras los laboratorios se llenan los bolsillos.
EliminarLa Voz es memorable.
Gracias por comprenderme y, a pesar de la lejanía, te siento cercana.
Un enorme abrazo, linda.
Podrá valer para la madre y la hija, son también los dos yos o los dos tús. Besicos.
ResponderEliminarEs un texto bastante complejo y oscuro, Ange. No es un diálogo con la madre, sino una conversación interna entre dos aspectos del Yo, que siempre están en pugna. Algo que les pasa a todos.
EliminarUn gran abrazo, Angelines
Los tiempos cambian, y nosotros con ellos, está claro que a veces las personas de nuestro pasado vielven creyendo encontrar a la misma que dejaron pero eso es imposible, evolusoionamos y casi siempre a mejor... a más sabios.
ResponderEliminarBesos!!!
Cambiamos continuamente y en este diálogo entre dos aspectos de la personalidad, el más débil y que se sometía al otro, ahora se planta para hacer valer su deseo.
EliminarGracias, Nieves, un gran abrazote.
estremecen las palabras
ResponderEliminarLo siento, Oscar, expresan una realidad.
EliminarBesos.
Hay muchas formas de pelear, Mirellísima, y no todas son protocolarias.
ResponderEliminarLo fundamental es que tu mente no se rinda y, a la vista está que no lo hace.
El texto me pareció magnífico y absolutamente realista en cuanto a la dualidad endógena del ser humano. A veces, no podemos hablar más que con nosotros mismos, porque nadie puede ponerse en nuestro lugar.
Te abrazo.
En decisiones de tanta envergadura y cuando una está completamente convencida, los de afuera son de palo. Llegué a esa conclusión, porque si encima hay que estar dando explicaciones, buscar convencerlos de que es lo que se quiere hacer en estas circunstancias y, además, consolarlos, la situación se vuelve más densa y más pesada de lo que ya es.
EliminarMuchas gracias, Morg, también con un fuerte abrazo.
El otro Soliloquio está bajo el nombre de Apuntes en hojas perdidas (III). Seguramente lo habrás leído, es de junio de 2014.
ResponderEliminarLa imaginación, los mundos irreales que a veces nos fabricamos, a veces son un modo de salvación.
Gracias, Jorge, un abrazo grande.
Mirella querida, sos puro corazón y fuerza, sé que sí y también sos vos con vos, es tu mundo el que ahora importa sin intersecciones de los demás, solo vos. Yde todas esas vocecitas que te joden seguramente estás siguiendo a la que grita siempre mas fuerte que es la de tu corazón, no te equivocarás. En esos trotes somos los únicos que deberíamos decidir hacia dónde y cómo.
ResponderEliminarNos acercas muy bien a tu situación y sentir, te abrazo fuerte y arriba!!! con optimismo siempre es más fácil.
Muchas gracias, Sil, es tal cual lo decís. Nunca en mi vida estuve más segura de una cosa. Es lo que quiero hacer y no lo que para otros "debería" hacer.
EliminarMe da gusto que entendieras y aceptaras, no muchos lo hicieron. Te agradezco la visita al nido, te quiero, amiga y seguiremos adelante.
Un enorme abrazo.
Qué feo tener que llevarse a uno mimo como mochila. Pero es bueno darse cuenta y poder aconsejarse para salir adelante.
ResponderEliminarMuy bueno, Mirella.
Saludos.
Siempre hay un costado que nos pesa y a esa voz, que repite las mismas sugerencias o deberes, habrá que acallarla o hacerse la sorda.
EliminarGracias, Raúl y que, a pesar de la temática melancóloca, te haya gustado.
También muchos saludos.
La última frase del primer párrafo no deja lugar a dudas.
ResponderEliminarEntré ya unas cuantas veces, y lo que tú hagas será lo que sabes que es sin duda alguna lo mejor para ti.
A veces uno se cansa de escuchar esas voces que no responden a las preguntas que nos hace nuestro cuerpo y buscamos otras alternativas.
Te mando un abrazo con todo mi cariño envuelto dentro, mi bella Dama.
Y es que cuanto más busco las palabras, menos las encuentro en estas ocasiones, en cambio tú, declamas belleza hasta en el desgarro más íntimo.
Te admiro.
Es una decisión inapelable y que apareció en cuanto me dieron el dignóstico. El cuerpo ya no quiere saber más nada y es el que manda porque es el que tiene que sufrir todo el proceso protocolar.
EliminarTe agradezco profundamente el comentario y no son necesarias demasiadas palabras; las tuyas fueron suficientes para sentir que detras de ellas estabas, vos, con mucho afecto.
Besotes grandes, mi Zarza-Eva.
Por lo que puedo intuír, absolutamente de tu lado, querida Mirell. La voluntad es poderosa.
ResponderEliminarCan todo cariño
Gracias por tu presencia, por tu intuición, por el cariño, por tus cálidos poemas y por haberte encontrado en este vasto mundo virtual.
EliminarUn abrazo bien grandote, Soco.
A una le "enseñan" o va como agua mansa dejándose llevar por la corriente, sorteando piedras , dibujando oblicuos meandros , obligada a ser cascada o remanso como criadero de peces, una va batallando lo que le han enseñado, lo que la razón le dicta como deber ,, y en ese día a día se "olvida de la esencia" de lo que el alma le grita hasta que un día , tal vez frente al espejo nuestro otro yo se revela .. y comienza esa lucha interna , que nos muerde las entrañas..
ResponderEliminarlo correcto o lo vital?
creo que llega un momento donde ese punto de inflexión es vital ... se acorta la vida y se arañan las ganas .. y en cierta manera mandas todo a tomar vientos y deseas simplemente volar.. libre liberando todo lastre
.......
te dejo un abrazo y no sé si estoy tonta o despistada
¿cambiaste la cabecera?-.. siento aires frescos en tu casa, aunque sabes que poco te conozco .. puede que mi intuición falle ( mi particular bola de cristal está demasiado opaca . ...últimamente )
Enormemente agradecida por el comentario tan poético, Piel, que describe perfectamente el sentimiento y las circunstancias que enfrento.
EliminarTu bola de cristal anda muy bien porque este fin de semana cambié la cabecera por esta otra más clara y con más aire.
Un fuerte abrazo.
No cabe duda de que es algo heroico romper las reglas, salir a la tangente, desbordarse del río donde se nos instaló a la espera de que todo vaya rodado, las más de las veces...según otros...
ResponderEliminarPero, cómo lo dices tú...de veras que admiro tu pluma. Es magistral.
Besos, maestra.
No es nada fácil tomar este tipo de decisiones, porque el entorno y una parte de nosotras mismas, todavía adhiere a un sistema patriarcal de normas inamovibles que dicen lo que se debe hacer.
EliminarMe alegra tu regreso a la web y también que te haya gustado el texto.
Abrazos, Marinel.
somos una margarita Mirella
ResponderEliminary cada pétalo en un reflejo de nosotras mismas
algunos con más vida que otros
algunos más prominentes que otros
algunos con más belleza que otros
cada pétalo en un reflejo y también una verdad
besitos
Muchas gracias, Elisa, cuántos pétalos somos y, a veces, perder alguno viene muy bien.
EliminarUn fuerte abrazo.
Cruda prosa poética, de una dura belleza interior transformada en palabras. Tu arte al escribir es extraordinario, Mirella, me encanta.
ResponderEliminarY toda mi fuerza en la distancia para superar estos difíciles momentos.
¡Saludos!
Gracias, Juanito, por verlo así y me da gusto comprobar que de los momentos duros también pueden surgir palabras que lleguen.
EliminarGracias también por la fuerza, la voy a necesitar.
Un abrazo.
Hola Mirel. Lo leí tres veces y no es que no entendiera la prosa sino que lo que hay en ella es valiente y en mi caso, se cruza con algunas experiencias que no son fáciles de digerir si nos sentimos identificados desde el cariño.
ResponderEliminarCuando uno lee un texto así de fuerte y narrado en primera persona es muy complicado no asociar al personaje con el creador. Por eso no es fácil el comentario porque ante un texto como éste inmediatamente surge la empatía. Para quienes escribimos, y en esta tarea muchas veces nos desnudos el alma, lo lógico es que hagamos la asociación de la que hablo arribita.
Es un texto más allá del mensaje que conlleva: hermoso, cargado de dignidad y entereza ante lo adverso de la vida.
Te mando un fuerte abrazo y mi cariño con profunda admiración en él Mirel.
No sé si es valiente, es lo que me pasa y no estoy acostumbrada a expresar cosas personales, menos aún que perturben y entristezcan a los que me leen. Pero aprendí que hay momentos en que hay que vomitar lo que tenemos atragantado para poder seguir adelante.
EliminarMe da fuerza que te haya parecido hermoso y con dignidad, porque lo que menos quiero es dar lástima.
Gracias por tus comentarios, siempre oportunos y cálidos, querido Gonza.
Te abrazo fuerte.