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Dibujo de Florian Nicolle |
La mujer, con andar vacilante, salió al balcón y apoyó la espalda contra la pared.
Hacia el oeste la ciudad se extendía igual que un cementerio, nichos y más
nichos apretujados en una aglomeración de panteones decadentes. La muerte antes de la muerte.
Hacia el este el
horizonte estaba delineado por el río: un león de miel reposando bajo las
nubes. Un alivio en la grisura del paisaje urbano.
La mujer se tocó la
frente, la fiebre no había cedido. La brisa de esa primavera inconstante le
produjo un escalofrío. No se movió. He llegado a la etapa en que todo
me da lo mismo. Lo que no te mata te hace más fuerte.
Un avión cruzó el cielo
como un pájaro apurado. Acababa de despegar de Aeroparque, dibujó un
semicírculo y fue deglutido por el celaje.
Ella estiró un brazo y
con los dedos arañó el aire. En su percepción creyó que recogía nubes. No es tan mala la fiebre, te ubica en una dimensión donde lo inverosímil es posible,
que este balcón se suelte del edificio, cruce el río en dirección a nuevas tierras
y alcance el país de Nunca Jamás; basta que gire en la segunda estrella a la
derecha y vuele hasta el amanecer. O, mejor aún, consiga aterrizar en mi pueblo
natal, a los pies de los Apeninos. Entonces estaré bien, me sacaré de encima la
nostalgia de aquello que no viví.
Se aferró al marco de
la puerta. Era una girándula chisporroteante de luces, colores y, gracias a la
fiebre, volaba lejos de la cama, grande y vacía, que la aguardaba del otro lado
de la pared.
©
Mirella S. — 2015 —
Dibujo de Florian Nicolle
Lo único bueno de la fiebre es ese estado de vuelo y ensoñación a la que nos somete y donde todo puede ser posible. Llegar al país de Nunca jamás, por ejemplo.
ResponderEliminarEspero que te mejores, un abrazo.
mariarosa
Gracias, Mariarosa, yo también lo espero, hoy sigo en ese estado de ensueño, pero totalmente decaída.
EliminarUn abrazo.
Es difícil poner un comentario sobre lo que has escrito, alguien que, quizás sea tu presente, está padeciendo un estado febril de la que no se sabe la causa, el relato produce una incómoda inquietud, preocupación amarga, ojalá fuera pura ficción uno piensa, la que escribe es hermética, desorienta, la fiebre ¿Por qué? Los interrogantes empiezan a debatir sobre posibles rumbos, inciertos o no...Finalmente una frase " En cuanto me sienta mejor volveré a visitarlos" nos deja ALIVIADOS!!!...........
ResponderEliminar¡Querible Mirella, un beso expectante!!
Es difícil responder a un asiduo lector muy curioso y que quiere detalles. La del relato soy yo y estoy pasando un mal momento, físico y anímico.
EliminarGracias por tu preocupación, Edu.
Un abrazo.
Te leo y me estremezco.
ResponderEliminarEres tú.
Apostaría que si.
Te imagino escribiéndote y uffffffffffff
Ojalá todo vaya bien Mirella.
Un abrazo gigante que cruce el océano y que te llene de calidez.
De corazón.
Mi beso admirado para ti.
Soy yo, Xavi, es la primera vez que escribo algo sintiéndome tan mal y me animo a publicarlo enseguida y sin corregirlo. La fiebre me hace más permisiva.
EliminarGracias por tu cariñoso saludo.
Ojalá estés mejor ya.
EliminarAbrazo Mirella.
La fiebre bajó, ahora quedó la astenia para hacerme compañía.
EliminarBesos, Torito lindo.
Te mando un abrazo tan fuerte y cálido como la distancia que nos separa.
ResponderEliminarEstoy aquí, en la cama, rodeada del afecto, los abrazos y los besos de todos ustedes, como en un tibio nido que me cobija.
EliminarAbrazo fuerte, dulce Angelines.
Esto de la fiebre, será para un estirón.
ResponderEliminarNo tiene importancia.
manolo
.
Ya no me estiro más, Manolo, quedaré bajita como siempre.
EliminarGracias por acercarte y espero que tu ojo mejore.
Abrazo.
Giremos en la segunda estrella a la derecha y siempre de tu mano. Precioso, Mirella. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMuy amable, Alfredo, de verdad tengo ganas de irme a ese país de sueños, este año es decididamente desfavorable.
EliminarOtro abrazo para vos y gracias.
Así mecida por la fiebre que tanto te inspira puedes soñar, pero descansa y cuídate mucho. Algunos escritores me gustan por como escriben, otros me gustan por lo que escriben, tu me gustas por que haces bien las dos cosas. Un abrazo y cariños
ResponderEliminarAgradezco siempre tu ingenio y el humor infaltable que desprendes, Ester.
EliminarEstoy cansada de cuidarme con escasos resultados, mi salud es muy frágil.
Un enorme abrazo, guapa.
Al leerte veo a esa mujer, veo el momento como si estuviera en esa escena de una forma invisible.
ResponderEliminarMe gusta tanto leerte, tus historias no te dejan nunca indiferente.
Feliz día Mirella :)
Bueno, para quien escribe la peor cosa es dejar indiferente al lector. Me alegra saber que mis textos, aunque generalmente tristes, mueven emociones.
EliminarUn gran abrazo, Nieves.
Lo bueno es que cualquier estado en el que te encuentres nos dejás algo de tus bellas letras.
ResponderEliminarQue te mejores.
Gracias, Raúl, hace mucho que no tenía fiebre, desde lal infancia diría, pero este año es la segunda vez y esta vuelta aproveché para ver qué me hacía decir.
EliminarUn abrazo.
¿ Y cómo llamamos a esa impronta de hacer lo que más nos gusta en la vida aunque no podamos siquiera mantenernos en pie? Algunos lo llaman tic, vocación diría yo.
ResponderEliminarUna pasada de prosa, sobre todo la percepción del personaje del paisaje urbano desde el balcón contada al más puro estilo Mirella, elegante, imaginativa y de altura.
Me ha gustado mucho la imagen que has elegido para el post.
Mejorate pronto.
Un montón de besos caribeños.
Si, es vocación por la palabra, por convertir en palabras todo lo que nos pasa y sentimos.
EliminarGracias, Jonh, por tu calidez. Te retribuyo con besos ítalo-porteños.
tómate tu tiempo.
ResponderEliminarestoy en ello también.
Cuídate.
Cuidémonos.
El otro día entré en tu blog y vi tu despedida. Tengo ganas de hacer lo mismo, pero sé que después voy a extrañar. Apareceré cuando pueda y lo sienta.
EliminarEl nuevo tratamiento me descompaginó toda y estoy intentado volver a poner cada página en su lugar.
Besos, Eva, espero que estés mejor. Sí, cuidémonos.
Gran viaje Mirella. Como siempre tu prosa que atrapa y da ganas de más.
ResponderEliminarTe deseo lo mejor amiga, ovejita negra.
Beeeeeso y abrazos.
Entre ovejitas negras nos entendemos ¿no, Gildo?
EliminarEl viaje fue por la fiebre, no estaba "high"... eh.
Beeeeesos, compañero.
Bien verdad es que con algo de fiebre la realidad adquiere otras posibilidades, la miramos desde otro prisma. Lo malo es que la fiebre sea muy alta; en tal caso, el mundo prácticamente desaparece y caemos en un sueño pesado y oscuro.
ResponderEliminarUn gran abrazo, Mirella.
Conozco esa fiebre, también y es horrible. La actual me sirvió para escribir esta entrada.
EliminarOtro abrazo, Isabel y gracias.
Buscando en el ayer la solucion a un problema actual.
ResponderEliminarBesos
La mayoría de los problemas de hoy tienen sus raíces en ayeres remotos.
EliminarBesos, Chaly y gracias por pasar.
La historia es hermosa ...
ResponderEliminar... pero ( no me mires así siempre busco peros)... pensarte .. es sentir un escalofrío
un abrazo muy cálido ,
Bueno, Piel, probablemente sea un escalofrío o lo produzca, especialmente en estos momentos no muy felices.
EliminarGracias por acercarte y por la calidez de tu abrazo.
Como siempre muy buen relato. Que todo vaya bien.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Marybel, así lo espero yo también.
EliminarUn gran abrazo.
Siempre con esa fuerza y ese espíritu arrollador, aunque estés pachucha. Que esa fiebre remita pronto, y vuelvas a atronarnos con tus bellos textos.
ResponderEliminarBesos querida Mirella.
Mis textos, últimamente, son muy tristes y oscuros, reflejo de mi situación actual y hay días que ni quiero publicarlos para no amargar a nadie, cada uno tiene sus propios problemas. Me pone contenta que a pesar de eso te gusten y vuelvas siempre con una palabra cariñosa.
EliminarUn fuerte abrazo, Rafa.
Por un momento me dio miedo que se cayera por el balcón! Como ese relato del "pullover azul" de Cortazar..."Y doce pisos!" Imaginate cómo me transportás! Adoro tus relatos. Bacio enorme!
ResponderEliminarEn este caso, todavía peor: estoy en el piso 20. Gracias Patzy, un gusto tenerte entre mis lectores más fieles, que me bancan hasta mis delirios febriles.
EliminarUn forte abbraccio.
HACES QUE UNO VEA TUS IMÁGENES.
ResponderEliminarABRAZOS
Eso es un gran logro, Adolfo.
EliminarUn fuerte abrazo y gracias.
Vivimos afiebrados, tanto, que cuando esa otra fiebre se nos instala, el mundo puede ser un tiovivo en el que giramos imaginando otras realidades...
ResponderEliminarY eso que estás pachucha!
Genial como siempre. Mejórate y sigue deleitándonos, please
Besos.
Gracias, Marinel, impresiones de la fiebre, que desvirtúa un poco las cosas y libera inhibiciones. Ahora hay que tolerar el decaimiento y la falta de energía que deja tras de sí.
EliminarUn abrazo.
muy bueno, como la mente nos engaña y nos lleva a mundos tan distintos a la realidad fría que nos toco vivir...
ResponderEliminarsaludos!
Con la fiebre volamos alto y lejos, con reflejos de la infancia.
EliminarGracias, Carlos, por pasar.
Un abrazo.
Qué maravilla, Mirell. Delicioso texto bordado de delicadeza,de poesía, de tí...
ResponderEliminarOjalá estés ya bien. Todo pasará ya verás, hasta esa fiebre q hace aún mas geniales tus narraciones.
Abracísimo.
Gracias, Soco, un abrazo hasta tu tierra.
EliminarUn corto perfecto. La fiebre da alas y abre puertas extrañamente cerradas.
Cuanto te sientas mejor, nuevas historias traerás... y estaremos esperándote.
Un abrazo
· LMA · & · CR ·
Gracias por pasar, Bolo, te dejo un fuerte abrazo.
Eliminarhe andado toda la semana pasada mal, con gripe
ResponderEliminary esa fiebre que vuela jejeje
es verdad , escribir cuando se está con fiebre es una experiencia única e irrepetible
( lo digo porque he experimentado escribir así muchas veces )
espero ya estés mejor Mirella, yo sigo con la cabeza como papa y tos gripe y alergia primaveral hasta diciembre :D
Lo mío es más complicado y en el medio apareció una especie de gripe con fiebre, que jamás tengo y que complejizó la situación.
EliminarTarda en irse porque aquí el tiempo está tan cambiante que el cuerpo no termina de adaptarse al clima. Hoy volvió a nublarse y hace frío.
Espero que nos mejoremos pronto. Cuidate mucho, Elisa.
Un abrazo.
Espero que te mejores pronto, Mirella. Sé que tu pasión por las letras te va a ayudar.
ResponderEliminar¡Maldita fiebre! Cómo la odeo (así, «odeo», dice uno de mis clientes, ja). Y gran texto, claro.
Saludos.
Gracias, Juanito, se me había chispoteado leer tu comentario.
EliminarUn abrazo.
Una prosa estupenda Mirella. Surrealista. Casi casi como una escena en las películas de Buñuel. Así la imagine y así la vi.
ResponderEliminarQue yo recuerde nunca he padecido una fiebre pero si he testimoniad como deliran algunos de mis sobrinos cuando les ha dado.
“Entonces estaré bien, me sacaré de encima la nostalgia de algo inexistente, que nunca viví.”
Me gustó mucho esta imagen Mirella. Creo que me identifique mucho con ella. Será que en esta etapa me ataca este tipo de nostalgia.
Un beso querida amiga. Siempre es un placer leerte.
Con la fiebre volamos a otras dimensiones y todo parece visto desde un vidrio que distorsiona.
EliminarGracias, querido amigo. Un beso grande.