martes, 18 de diciembre de 2012

Dormirse en Navidad


       
La Navidad es redivertida, está Papá Noel con su ¡ho ho ho! mientras sacude una campana. En diciembre por la tele pasan un montón de pelis con historias en las que Papá Noel ayuda a chicos que no tienen familia, con papás separados o que se llevan mal; él lee las cartas que le mandamos y después baja en Nochebuena con su trineo cargado de regalos para cumplir nuestros sueños.
Me cuesta entender cómo hace acá que es verano, no hay nieve por donde resbalar y a los renos les deben doler las patitas si tienen que tirar del trineo con el peso de los regalos y del mismo Papá Noel (que es grandote y panzón) por los adoquines de nuestra calle, que encima no está pavimentada como las del centro. Y él con todo ese abrigo. Qué tonta soy, viene del Polo Norte, mami dice que allí hay puro hielo, a ver si todavía se pesca una gripe igual a la que tuve a los cuatro años, con una tos que no se me iba más.
Yo lo vi una vez en el shopping, donde por suerte hay aire acondicionado, mami sabía que estaba y me llevó. No sé cómo se entera ella; cuando le pregunté me contestó que Papá Noel avisa por mail o ella se fija en Internet en qué lugar va a estar. A escondidas lo busqué en la compu, pero no lo encontré, capaz que sólo los padres tienen acceso o escribí algo mal, porque la seño dice que tengo horrores de ortografía. 
Hice el borrador de la carta, Papá Noel siempre me trajo lo que pedí, bueno, tampoco exagero, papi y el abuelo siempre hablan de la crisis del mundo, que no hay plata, que sigue habiendo chicos que se mueren de hambre y entonces me da cosa pedir juguetes caros, así Papá Noel puede traerle regalos a todos los chicos.
Gabi me dijo que el Papá Noel que vi en el Shopping era un hombre disfrazado, a ella se lo dijo la hermana, que tiene doce años. No lo podía creer, si hasta me había dado un beso y me hizo cosquillas con los bigotazos blancos y me dijo al oído que se veía que era una nena buena, que en mis ojos, de tan transparentes, alcanzaba a verme el alma, que siguiera así. 
En seguida se lo conté a mami, que se puso refeliz y se lo dijo a toda la familia, que son tantos y vinieron para que les mostrara los ojos transparentes ¿será que me querían espiar el alma? ¡Pero si dicen que es invisible! Si Papá Noel la vio es porque tiene poderes y si no me retó por las mentiritas que dije o de aquella vez que me copié en el dictado porque me atrasé, quiere decir que no fue tan malo lo que hice. Esa Navidad encontré una muñeca hermosa, que no había pedido. Un premio especial de Papá Noel, porque vas a pasar a segundo grado, me explicó papi. Entonces por qué la tarada de Gabi anda diciendo que Papá Noel no es de verdad. Después le fui a preguntar a mami y ella me tranquilizó con un no le hagas caso y una caricia. Y la Navidad volvió a ser la luz de la estrella en la punta del árbol, los angelitos colgando de las ramas, la bota roja en la puerta de casa y el dibujo de la cara sonriente y barbuda de Papá Noel, pegado en la pared enfrente de mi cama.
No veo la hora de que sea Nochebuena, este año fue difícil para mí, estuve enferma todo el invierno y falté mucho al cole. No pasé de grado, espero que Papá Noel no crea que soy una vaga o una burra, no sé que me pasa ahora, no me acuerdo lo que leo o lo entiendo al revés. Fui un montón de veces al doctor, que me mandó a otro que era tan divertido como Papá Noel, hizo unos garabatos en una hojita con una letra peor que la mía y mami y papi me llevaron a un lugar donde me enchufaron un montón de cablecitos en la cabeza. 
Cuando volvimos al lo del doctor que me hacía reír, miró los papeles que le dio mami, se puso serio y empezó a hablarle a ella en voz baja y me di cuenta que desde entonces mami está triste y una vez la pesqué llorando en la cocina y le dije mami mami qué te pasa, por qué llorás, las cuentas no estaban bien, pero la seño me dijo que no importaba, que ya iba a aprender a dividir en cuanto me sintiera mejor. Y mamá salió con algo muy pavo, que las lágrimas eran por la cebolla que acababa de cortar, cómo iba a ser la cebolla si hacía rato que planchaba, sobre la mesa tenía la pila de las sábanas y las camisas.
Pasé en limpio la carta, me quedó un poco desprolija, de golpe me tiembla la mano y pego un saltito como si me asustara, igual a cuando Teo viene de atrás en puntas de pie, me tira del pelo y grita ¡buuuu! Mamá le habló y no lo hace más. Le di la carta a mami, ella sabe qué hacer para que le llegue a Papá Noel antes de Navidad. Menos mal que terminó el cole, estoy muy cansada, a veces camino y se me mueven solas las piernas ni que fueran flanes. Me tengo que acostar un rato y miro dibujitos por la tele, ahora mamá me deja.
Ayer sucedió algo que me hizo sentir como si unas uñas frías me rasguñaran la panza. Abrí un cajón del armario de mamá porque no tenía más pañuelos y ahí, medio escondido, estaba el sobre celeste con la carta para Papá Noel. ¡Mami no se lo mandó y mañana es Nochebuena! Entonces está enojada o cree que Papá Noel se iba a enojar porque repito el grado, entonces no habrá regalos porque no me los merezco, entonces… Me acordé de lo que dijo Gabi de Papá Noel, al final todo es una mentira. Agarré la carta y la rompí en pedacitos y  sentí lo mismo que en la montaña rusa, en la bajada repentina, cuando creí que los dientes se me iban a clavar en los ojos y el estómago se me saldría por la nariz. Y de golpe me vino a la cabeza la cara de la abu Jorgelina que me contaba fábulas y me convidaba con chocolate caliente. Ella es la hermana mayor de la abu Neli, que es mi verdadera abuela. La abu Jorgelina ya no está más, se murió hace poco, era la madrina de papá. Eso que él es grande, pero igual la seguía queriendo mucho y me llevó para que la despidiera. Me pegué un susto enorme cuando la vi acostada adentro de un cajón, ancianita y blanca, con los ojos cerrados y un ramo de flores en las manos. Le pregunté a papi por qué estaba ahí tan dura, sin moverse y él me dijo que la abu Jorgelina se había muerto. Yo le pregunté qué era morirse y él se rascó la barba, miró para arriba, volvió a rascarse la barba y contestó que era igual a quedarte dormida, pero que no te despertabas. Le pregunté si le había dolido, no, ni se dio cuenta, dijo papi, rapidito. Justo en ese momento dos hombres vestidos de negro, bajaron la tapa del cajón y yo le tiré de la manga a papi y le pregunté cómo va a respirar la abu ahí adentro. Me contestó no te preocupes, ya no tiene que respirar, ya no siente nada. Sé que hago muchas preguntas y no entiendo muchas cosas, pero volví a preguntarle ¿a dónde se va ahora? Papá me miró y tenía los ojos mojados de tristeza y contestó que la abu Jorgelina iba a hacer un largo viaje.
Mami, por suerte, me deja la luz del velador prendida, ahora tengo miedo, adentro de mi cabeza escucho mi voz, como si hablara con alguien, y la voz dice creo que me estoy por morir y a lo mejor tiene razón, por eso ando siempre cansada y a veces se me caen las cosas y mami y papi lo deben saber, están tristes y no mandaron la carta a Papá Noel, total para qué si me voy a morir, es un desperdicio de regalos. Será esta noche entonces, mañana ya es Navidad, Papá Noel no recibió la carta y no va a traer los regalos. Me voy a morir en Nochebuena y si es como dormirse es lindo, porque voy a soñar, siempre sueño cuando duermo y seguro voy a soñar con mami, papi, Teo, la seño que es un amor, con Gabi y las chicas, también con Papá Noel y puede ser que me suba en el trineo y me lleve hasta el Polo Norte a mirar cómo los elfos hacen los juguetes para los niños de todo el mundo, y también voy a viajar igual que la abu Jorgelina y si papá, que sabe, dice que no se siente más nada cuando estás muerta, no me tengo que levantar y ponerme la campera gruesa por si me resfrío, cuando a las doce pase Papá Noel a buscarme.



©  Mirella S.   — 2010 — 









18 comentarios:

  1. Hola Mirella, bienvenida al mundo de los blogs. El cuento me encantó, a propósito de la temática, ya le escribiste tu cartita a Papá Noél?. Gracias por visitar mi casa virtual. Te deseo lo mejor y que todo el bien del Universo entre en tu hogar. Cariños.

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    1. Gracias Norma por tu mensaje; le voy a escribir a Papá Noel, a ver si nos trae un poco de paz; bastante alegría, de la que tenemos déficit; entusiasmo para emprender proyectos; solidaridad; aunque sea un poco de claridad a los dirigentes para mostrarles por dónde estamos yendo... y la lista sigue y sigue.
      Para vos una hermosa Navidad, con todo lo que necesites y esperes.
      Un abrazo

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  2. Es un cuento desgarrador para comenzar las navidades. Muy bueno.

    Saludos y felices días Mirella.

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    1. Gracias Jaal, por leerlo entero!!! Es un cuento triste, sí, no sé su valor literario, pero a mí escribirlo me conectó con tantas cosas de mi infancia, por eso le tengo apego.
      Que se cumpla todo lo que desees para estas fiestas.
      Abrazo

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  3. Encantado de encontrarte, Mirella. Somos tantos que llegamos a perdemos en el bosque.
    Nos vemos. Un saludo.

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    1. Hola Manuel, sí, es un bosque que se ramifica y se extiende constantemente, pero siempre volveremos a los rinconcitos que nos gustan...
      Felicidades!!!

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  4. Me encantó tu cuento, aunque deja un poco triste, pero quien no se pone un poco triste en estas fechas...
    Gracias por venir a visitarme, como ves tus letras tal y como soñaste han llegado muy muy lejos, han atravesado todo un Océano, han llegado a otras latitudes.
    Con tu permiso me instalo en tu casa y recorreremos juntas esta aventura bloguera.

    Un abrazo :)

    Nos seguimos leyendo !!!

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    1. Es triste, pero parece que ha gustado, con lo que me quedo muy satisfecha. Cuando empecé el blog nunca pensé en toda esta repercusión.
      Gracias Nieves, sentite como en tu casa (lo del tú me cuesta mucho... jaja!!!) y volvé todas las veces que quieras, yo haré lo mismo con vos.
      Un fuerte abrazo

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    2. Es verdad que teniendo el mismo idioma tenemos muchas expresiones distintas, y eso es una de las cosas que mas me gusta, poder leerte con tus expresiones.

      Seguro que a pesar de pequeñas diferencias lingüísticas la comunicación será perfecta :)

      Un abrazo :)

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    3. Los distintos modismos no influyen en la comunicación, a veces alguna expresión se puede entender menos, pero lo esencial permanece.
      A mí también me gusta conocer el habla coloquial de ustedes y las leo con placer.
      Abrazo

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  5. Precioso cuento, entrañable y muy tierno para estas fiestas que se acercan. Es melancólico pero creo que muchos lo estamos en estas fechas.
    Te dejo un beso
    Lo mejor para ti en esta Navidad y mil gracias por tus preciosas palabras.
    Felicidades!!!

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    1. Gracias Luján, nos seguiremos encontrando y compartiendo.
      Abrazos

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  6. Hola Mirella. Me ha gustado el relato. Es cierto que es duro, pero también muy tierno y sobre todo muy inocente. Creo que has sabido reflejar la visión de la realidad vista desde los ojos de una niña pequeña. Ha sido un buen viaje. Entretenido y ameno. Un placer.
    Recibe un fuerte abrazo desde unmomentodelectura.blogspot.com.es

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    1. Gracias por tus apreciaciones, todo comentario es bien recibido (más aún si es elogioso jaja!!!). Nos seguiremos cruzando en este impresionante mundo de los blogueros.
      Muchos cariños y felicidades

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  7. Precioso relato, tierno y nostálgico. Me ha encantado!!

    un abraxo!!

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    1. Marilyn, siempre agradezco tus comentarios y tu entusiasmo por mis textos.
      Un fuerte abrazo y felicidades!!!

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  8. Me ha gustado mucho Mirella. Sí que es triste, pero es tierno y el punto de vista de la niña está muy conseguido. El final, sobre todo es lo que me acongoja y lo que le otorga mayor originalidad, a mi parecer. Eso de que la niña espere a papa Noel para que se la lleve con él a la muerte... uffff.
    En fin, felicidades y un abrazo.

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    1. Coincido en que la voz de la niña está lograda, parece que mis personajes infantiles son creíbles, protagonizan varios de mis cuentos y la devolución siempre ha sido favorable.
      Gracias por tu cálido comentario y también te deseo muchas felicidades.

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