Después del
divorcio, de la muerte del padre, la venta de la casa, Piera empezó a fumar, un
recurso absurdo en el intento de velar los agujeros íntimos con el humo del
cigarrillo.
Su actividad
diaria se había incrementado: debía distribuir los muebles en el monoambiente para
que quedara un espacio amplio donde instalar el taller de arte. Le habían
aumentado las horas de clase en el Instituto y, si bien redundaba en una
entrada extra, alteraba la organización de su tiempo. Entonces comprendió la
importancia del “vil metal” si deseaba concretar lo que se había propuesto.
Sonia formaba
parte de sus proyectos. Quería ayudarla a mudarse de ese lugar miserable en el
que vivía, que tuviera un mobiliario propio e hiciera su nido, como ella estaba
armando el suyo.
Fue a ver a Bruno, alojado en un hotel en pleno centro. Él la hizo esperar un buen rato antes de bajar al amplio y pretencioso vestíbulo.
Fue a ver a Bruno, alojado en un hotel en pleno centro. Él la hizo esperar un buen rato antes de bajar al amplio y pretencioso vestíbulo.
—Quiero ver el
testamento —lo encaró Piera a modo de saludo.
—Bueno bueno, la
idealista muestra por fin su verdadera cara angurrienta*.
—Mirá quién
habla, el que se quedó con todo, también con la parte de Elio.
La expresión de
Bruno cambió del sarcasmo condescendiente a la dureza del granito. En los ojos
le latía el fuego arcaico del odio. Antes de que su hermano reaccionara, Piera
siguió:
—No sé si babbo me
dejó algo ni si tenía dinero guardado, asumo que sí, por la herencia de la
panadería y la casa de los abuelos de Roma. Como hijo único ligó* todo,
nosotros, en cambio, debemos dividir en partes iguales, te guste o no. A menos
que pruebes, lo que dejaría muy mal parada a mamá, que no soy hija biológica de
Renzo. Lo único que me unió a él: lo biológico. Y es lo que cuenta legalmente.
Seré idealista, pero no boluda*.
Piera quedó sin
aliento y con la boca seca, preguntándose de dónde había sacado el coraje y las
palabras para enfrentar a Bruno. Seguramente porque no luchaba por algo para
ella sola.
—No hay nada de
esa herencia, la fue gastando para vivir y mantener a la Rusa —dijo Bruno, seco
y tajante.
—Qué va a
gastar, si era un amarrete* y vos su fiel heredero. Y si es como afirmás, tengo
el derecho de corroborarlo. Mostrame el testamento, no me hagas ir al Colegio
de Escribanos. Ya no me engrupís* más ¡tramposo!
La cara de Bruno
pareció deshacerse, como si los músculos se le hubieran aflojado.
—Ahora te lo
bajo —dijo entre dientes.
Regresó con una
carpeta que llevaba su nombre: Piera Conti. La tiró sobre la mesita ratona que
los separaba.
—Ahí tenés tu
herencia, la podés despilfarrar en tus pinturitas y cuadruchos de mierda. En
cuanto a Elio: está muerto.
Bruno se alejó
con el paso elástico de un animal que se bate en retirada. Piera pasó por alto
la última frase de su hermano, la interpretó como una forma simbólica de
manifestar lo que Elio significaba para él. Tomó la carpeta y se levantó.
Estaba tranquila, había dicho lo que quería decir y descargó lo que le ceñía la
garganta y le empantanaba la mente.
En ese momento no
era la herencia material aquello que la preocupaba sino la genética, que
tuviera patrones de conducta demasiado semejantes a los de su familia. Esa tarde
se había comportado al estilo de Bruno y con la franqueza brusca, sin medias
tintas de su madre. Pensó cuánto influían los genes en su forma de ser.
Era indudable
que había en ella el dejo melancólico y una tendencia a la soledad igual que su
padre, pero también a plantarse sin vueltas y apasionarse como lo hubiera hecho
Luciana.
Físicamente
tenía un poco de todos: alta, con el pelo oscuro y delgada igual que Renzo y Elio;
los ojos, en cambio, eran una mezcla entre el azul claro de los de su madre y
los nocturnales de Renzo y Bruno, lo que le daba un extraño color entre
avellana y gris, que variaba dependiendo de la incidencia de la luz.
Reconoció que
siempre buscaría aquello que la diferenciara de sus progenitores, de lo absorbido
en el ambiente familiar, el pequeño porcentaje propio. Debía aceptar que estaba
hecha de fragmentos, que era una especie de patchwork* y que lo heredado habría
que transformarlo y hacerlo suyo.
Al llegar a la
parada del 92 abrió la carpeta. Estaba tan asombrada por lo que leía que no
advirtió la llegada del colectivo.
Glosario
Angurrienta: codiciosa.
Ligar: conseguir, obtener.
Babbo: modo familiar de decir papá en ciertas
regiones de Italia.
Boluda: estúpida (coloquial despectivo)
Amarrete: avaro.
Engrupir: mentir, engañar.
Patchwork: manta
o acolchado hecho con la unión de pequeñas piezas de distintos colores o
estampados cosidas entre sí.
Sinopsis
Piera (1970): rememora y reflexiona sobre momentos claves de su historia. Es maestra de arte y artista plástica. También decide recurrir a la escritura para profundizar más su viaje al pasado.
Luciana, su madre, muere cuando Piera tiene diez años. Renzo, su padre, al poco tiempo de enviudar se casa con Sonia (la Segunda). Es profesor de francés, italiano y latín. Cae en depresión con la muerte de Luciana. Elio, es el hermano dieciocho años mayor, muy querido por Piera. Es periodista. Estuvo poco en la casa, durante la dictadura militar tuvo que exiliarse. Bruno es el segundo hermano -con el que Piera se lleva mal- es agente financiero y su única preocupación parece ser el dinero. Tiene una feroz pelea con Elio, que es echado de la casa por su padre. Ella desconoce lo que ocurrió entre los hermanos.
César es abogado, Piera se casa con él a los veintiún años y se separa cinco años después. Es César quien le da indicios sobre el secreto familiar. Piera visita a Micaela (que fue la novia de Bruno) y ella le confirma la sospecha de César: que con Elio eran amantes.
Al poco tiempo de separarse de César, muere repentinamente el padre de Piera y Bruno vende la casa familiar sin consultarla. También hace trampas con el Testamento. Ante la soledad de Sonia, Piera empieza a acercarse a ella.
© Mirella S. — 2017 —
¡Hola Mirella!
ResponderEliminarEn ese nuevo afán de Piera por proteger o compensar a Sonia del profundo desprecio que la tuvo en el pasado, ahora ya la incluía en sus planes de futuro, lo que la motiva a ese tête à tête con Bruno en el hotel para pedirle cuentas de la herencia del viejo o del babbo. Cabe decir que para ella no le resultaba nada fácil enfrentarse a la "fiera" de su hermano, pero felizmente salió victoriosa gracias a esos genes que nunca le gustaron.
Nos dejas, querida Mirella, con una rendija abierta acerca de lo que puede haberle ocurrido a Elio, ya que Bruno, en esta parte de la historia, la deja caer eso de: "está muerto"... ¿En qué clave se lo estaba diciendo?: ¿Metafórica?...¿Literal?...¿Irónica?...
Me ha gustado mucho la metáfora del "patchwork" como imagen descriptiva del espíritu de Piera y de muchos de nosotr@s también.
Un abrazo muy fuerte.
Es verdad, Estrella, uno reniega de ciertos genes pero en algún momento sirven para defenderse.
EliminarLa rendija seguirá abierta y haré algunas menciones en otros capítulos. No quiero adelantar nada para mantener el interés.
Y sí... estamos hechos de fragmentos, así lo siento yo.
¡Muy agradecida, amiga, por tu lectura siempre detallada!
Abrazo grandote.
Me encanta que Piera defienda lo suyo y que lo haga también por Sonia.Hay veces que ante un hermano egoista y codicioso la solución es plantarle cara.Me gusta mucho como es Piera.Un beso
ResponderEliminarPiera, con todo lo que le ha ocurrido en los últimos tiempos, va madurando y aprende a hacerse valer.
EliminarMe alegra que sigas interesada en la historia y en las evoluciones de Piera.
Mil gracias y besos, Elizabeth.
Que bueno poder decir todo eso! Me gusta esta Piera!
ResponderEliminarQue intriga me dejaste...
Besote
Está mostrando una faceta más segura, menos temerosa Y con el hermano puede descargar la bronca por su modo de ser.
EliminarLa intriga queda hasta la semana que viene... pasa volando.
Besos y gracias, linda.
Y nos dejas aquí... justo antes del sorpresón.....
ResponderEliminarMalaaaaaaaaaaaaa
Besos.
Así la próxima semana vendrás corriendo para ver qué pasa...
EliminarHasta el martes, querido Torito.
:)
Besos.
Piera es una mujer inteligente pues utiliza el lenguaje que su hermano entiende
ResponderEliminarBesos
Muy acertado tu comentario, Chaly. A cada persona hay que dirigirse del modo que más entienda.
EliminarGracias y besos.
A cada rato Piera se hace mas segura y a mi me cae mejor, el relato va discurriendo y el interés aumenta. A veces tengo la duda de si ya sabes el final. Unos abrazos
ResponderEliminarSi, Ester, ya lo tengo bosquejado. Termina el primer martes de diciembre, falta poco. Espero no decepcionarlos.
EliminarMe pone contenta que te guste Piera y su crecimiento.
Un abrazo enorme y gracias por no perderte ningún episodio.
Afortunadamente, aunque no le guste ese aspecto de ella, Piera es rebelde, sobre todo ante las injusticias. Entonces encuentra la fuerza y el coraje para encarar a Bruno.
ResponderEliminarEn el próximo episodio sabrás que pasó con la herencia.
Muchas gracias y otros tantos saludos, Julio.
Fumadora y guerrillera. Me gusta el matiz que va tomando Piera. Bruno se merece un episodio donde lo caguen a trompadas.
ResponderEliminarSaludos.
Jajajaj... no, lo de guerrillera no le va a ella, solo hace valer sus derechos. Muchas gracias Raúl por seguir la lectura. ¿Cuándo publicás algo tuyo? No te pongas vago...
EliminarSaludos.
Me ha gustado mucho esta Piera que se arma de valor y le planta cara a Bruno. Aunque ella crea que es algo familiar, creo que le va a ir mejor siendo auténtica e intentando reclamar lo que es suyo. Me ha dejado un poco descolocada la frase de Bruno diciendo que Elio está muerto..., bueno ya veremos. Y nos has dejado con la miel en los labios, qué pondrá en el testamento...
ResponderEliminarUn gran episodio, Mirella, lleno de coraje y una dosis de suspense.
Un besazo, guapa.
Las dudas, algunas, no todas, se irán aclarando en los últimos capítulos. Falta poco y me alegro porque si bien lo disfruté al escribirlo estoy cansada por mi manía de corregir tanto. Ahora estoy enredada en terminar de darle forma a los dos episodios finales.
EliminarGracias por leer y comentar, Ziortza, me alegra de que te haya gustado.
Un gran abrazo.
Impecable. Impecable en todos los sentidos Mirella.
ResponderEliminarLa manera tan natural de cómo pasas de la parte narrativa a la dialogada; en como usas en los coloquios el modo del habla ¿argento?; el autoanálisis de Piera sobre su genética; su corazón de guerrera, que ni ella sabía que lo tenía a buen recaudo y la expectativa final del testamento que estoy deseando conocer.
Solo queda felicitarte querida Mirella, cada vez me gusta más esta serie, yo diría novela corta. Así que ánimo con ella.
Besos.
Gracias, querida Isabel, por el comentario tan positivo.
EliminarEs en los momentos en que la vida nos pone a prueba y necesitamos defendernos, cuando aparecen las armas que ni pensábamos tener. Y después queda un dejo triste porque quizás no es lo habitual en nuestra conducta, pero ése era el modo de hacerlo. Piera usa el lenguaje coloquial porque con Bruno no van los términos académicos.
Gracias también por el ánimo, me viene bien porque estoy un poco cansada.
Un enorme abrazo.
Me ha entrado curiosidad por saber que significa ¿la metáfora del "patchwork" ?a a que hacéis alusión tanto tú como la amiga Estrella.
ResponderEliminarVoy voy... estoy yendo :)
Patchwork es una manta o acolchado hecho con la unión de pequeñas piezas de distintos colores o estampados cosidas entre sí. Queda como la foto que puse para ilustrar el texto.
EliminarLa metáfora es que estamos hechos con los fragmentos de los genes que heredamos más los propios de cada uno.
¡Ahhhh! la manta de la abuela. Yo tengo una viejita hecha a cachos de los sobrantes. Pues sí, buena metáfora desde luego.
EliminarLo voy a agregar al Glosario por si alguien más no lo sabe.
EliminarGracias, Isabel.
Trabajando los cliffhangers tan adictivos y lo mal que nos cae Bruno a los lectores. A nivel de estilo, Mirella, y ya sabes que tus escritos no son mis temas precísemanete (bueno, tal vez sí los temas y no tanto la ambientación), estas muy lejos de muchos otros. En este mundo hay muchos insensatos que creen que escribir una palabra y plasmar su significado es lo mismo, tú, qué sabes muy bien que no es así, expresas los significados con precisión y sencillez y tus relatos estan llenos de color. Lo dicho: lo que tú haces no esta ni mucho menos al alcance de todos. ¡Y por eso vengo sin parar!
ResponderEliminar¡Un abrazote! ^_^
Justamente porque los temas, y sobre todo como los trato, no son afines a lo tuyo, aprecio muchísimo tus comentarios y que siempre vengas a leer lo que publico.
EliminarTe lo agradezco de corazón, igual que tus palabras tan elogiosas.
Un enorme abrazote, Marta.
Bueno, parece que continúa el acercamiento a Sonia... y el enfrentamiento con su hermano,... esta chica tiene "arrestos". Nos quedamos un poco colgados a la espera de conocer ese testamento, así que habrá que esperar a la próxima entrega.
ResponderEliminar;)
Como en los culebrones (novelas) de la tarde en que cortan justo en el momento más crítico. Bueno, aquí no es para tanto y espero que puedas "descolgarte", para seguir con tus viajes encantadores.
EliminarAbrazo y gracias, Norte.
:)
seguro que en el testamento....aparecen novedades
ResponderEliminarbesos
Algo habrá, profe... no se me ponga ansioso.
EliminarBesos y gracias.
Me ha gustado mucho esta entrada sobre Piera, y sobre todo la capacidad que tiene de defender lo que le pertenece. Ejemplificar el sentimiento familiar con el Patchwork me ha parecido muy bonito, siempre me ha gustado lo que significa esta tradición, pero claro, heredas lo bueno y lo malo.
ResponderEliminarUn besito guapa :)
Con la herencia genética -y con la otra, también- no se puede elegir. Así que viene todo mezclado, lo que nos gusta y lo que no. Después habrá que hacer una laboriosa tarea para que de la mezcla salga algo presentable y positivo.
EliminarMuchas gracias por seguir la historia, María.
Un abrazo.
El que no esté hecho con retazos, que tire la primera piedra, amiga. Tenemos que empezar a pensar que a pesar de los retazos, somos el acolchado completo.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu Piera. Cada día más.
Un abrazo grande, Mirella.
Eso es lo que creo yo también, que estamos conformados de trocitos, muchos opuestos y contradictorios entre sí, que hacen un todo muy particular e individual.
EliminarMe alegra que te siga gustando y que la historia no pierda interés.
Gracias, querido Simón, un abrazo grandote.
Maravillosa como siempre, Mirella.
ResponderEliminarA mí también me ha sorprendido la determinación y seguridad en sí misma con la que Piera ha encarado a su hermano. A pesar de las numerosas trabas y de las heridas que le ha dejado su pasado como recuerdo, está sacando fuerzas de flaqueza para decir ¡aquí estoy yo!
Sin embargo, bien es verdad que partimos de una genética y que, aunque hay cosas de nuestra personalidad que podemos moldear, también tenemos que aprender a aceptarnos con lo bueno y con lo malo.
Me quedo intrigada por esa carpeta que, esperemos, no simbolice la caja de Pandora.
Un fuerte abrazo!
Hay plantas que crecen despacio y necesitan del sol y del viento para fortalecerse. Así es Piera, ha debido curtirse y llegar a la conclusión de que, aunque nunca se sintió parte de esa familia, era la que tuvo y no le corresponde renunciar y hacerle el caldo gordo a la codicia de Bruno.
EliminarGracias, Sofi, encantada de que te vayas conforme con lo leído.
Un abrazo grandote.
¡Bien por Piera!
ResponderEliminarSiempre heredamos rasgos de nuestros padres y comenzamos a notarlo al llegar a adultos. Me ha dejado un dejo de misterio la frase: "Elio esta muerto"
Cuanto de realidad hay en esta historia, el afán por las herencias, llega a disolver la familia más unida.
Muy interesante Mirella.
mariarosa
¡Gracias, Mariarosa! Sí, Piera se está "avivando" y trata de ubicarse en la realidad que le toca enfrentar.
EliminarSobre Bruno y Elio habrá un poco más de información en los últimos episodios. Como dice el refrán: cada familia es un mundo...
Un gran abrazo.
Hola Mirella,
ResponderEliminarComo me alegro que Piera saque por fin esa fuerza interior, no debería temerla ni creerla como algo malo, todo lo contrario. De Bruno, qué te digo, no puedo con este tipo de persona que se creen por encima de otras y no conocen ningún tipo de limitación para conseguir lo que quieren. Espero y deseo que lo de Elio si haya sido una forma de hablar simbólica y no la realidad. Pero una persona con tanto odio, algún mal secreto debe guardar.
Un beso.
Cuando cuesta asumir ciertas actitudes y después el resultado es positivo, la persona comprende que hay circunstancias que no se deben pasar por alto. Uno no se construye en un día sino a través de las experiencias y las más duras son las que modelan el carácter.
EliminarMuy contenta de que te siga atrayendo la historia, Irene.
Besazos, linda.
Buenísimo el capítulo Mire. Las caras de Bruno, lo mejor. Qué sorpresa se ha llevado el infeliz. Los genes ahí están, queramos o no, y no sé que tan difícil sea modificarlos. Lo que parece es que uno hereda lo peorcito de cada padre, jajajaja.
ResponderEliminarY ahora a esperar al martes para saber qué contiene esa carpeta.
Beeeesos y abrazos querida amiga.
Siempre tiene que haber un malo en las historias, sobre el que se suele proyectar todo lo que no nos gusta del comportamiento humano y, también, de nosotros mismos.
EliminarGildo, muchas veces me hice esa pregunta ¿heredé lo peor de mis viejos? Cómo cuesta verles los aspectos positivos, que los tienen y, probablemente, no supieron expresar de modo claro.
Muchas gracias amigo querido, con un abrazote y un beeeso.
Sin duda, ese testamento puede significar un giro que pueda cambiar muchas cosas en la vida de Piera o la percepción que tiene de su padre. Un estupendo relato que nos muestra a la Piera más resuelta y firme. Ahora que anuncias que pronto terminará bien podrías recopilar estas partes en un PDF o un ebook para poder leerlo todo seguido y disfrutarlo en una lectura continuada. Un abrazo!!
ResponderEliminarGracias por la sugerencia, también lo había pensado. Probablemente lo haré el próximo año, ahora ya no me da la cabeza y necesito tomar distancia para hacerle una corrección general. Lo escribí en muy poco tiempo y no quiero que tenga incoherencias.
EliminarEs un gusto tenerte por aquí, con tus comentarios siempre interesantes.
Un abrazo, David.
¡Híjole! tengo que ponerme al corriente. He leído dos partes no tengo claro muchas cosas.
ResponderEliminarUn beso a la siempre amable Mirella S.
Sin apuro, cuando puedas, tengas ganas y te sientas bien. Los episodios siempre estarán aquí y yo publico una vez por semana.
EliminarMuchas gracias por acercarte... me encantó ese ¡híjole! tan de tu tierra.
Besos, Flor de María.
Bien por este capítulo en el que nos abres dos nuevos frentes y revitalizas la historia. Por un lado la cuestión de la herencia, donde nos dejas al final del capítulo con la expectación de que es lo que habrá en esos papeles. Y por otro lado esa supuesta muerte de Elio, una frase que no creo casual y que me parece que dará que hablar más adelante. el carácter de Piera sigue madurando por otro lado, ahora que sóla y sin apoyo se ve impulsada a valerse enteramente por si misma. Buen capítulo Mirella. Un abrazo.
ResponderEliminarHay que mantener un poco de acción en cada episodio y armar algunas intrigas para que los visitanteses no se aburran y se sientan motivados a volver. Captaste bien los dos "ganchos" que dejé y me complace mucho tener tan buenos lectores, con excelentes análisis, porque me sirven de guía ya que es mi primera experiencia de un relato con continuidad.
EliminarMuchas gracias y abrazos, Jorge.
En los momentos cruciales una llega a sacar fuerzas para defender lo que cree se su derecho y responsabilidad. Bien por Piera que supo enfrentar con valentía y sin atemorizarse ante la situación frente a Bruno. Fantástico que ella y Sonia estén más unidas y se hagan de soporte, aunque algunas veces lo parezca, nadie está completamente solo/a ante la adversidad.
ResponderEliminarOtro episodio de Piera que bordas a la perfección, Mirella y además me dejas con el suspense de saber la continuación.
¡Un fuerte abrazo!
Como toda persona que ha hecho del arte su mundo, a Piera le es difícil manejarse en la realidad. Pero los acontecimientos la empujan para que tenga que afrontarla. También hay que aprender a vivir en este plano material.
EliminarTe agradezco mucho la lectura y el comentario, Mila.
Abrazos grandotes.
Muy bien introducida la intriga Mirella, al acabar de leerte ya estaba deseando saber la continuación.
ResponderEliminarMe ha gustado que Piera sepa enfrentarse y que aprenda a aceptarse como es, las personas no somos ni todo blanco ni todo negro, tenemos muchos matices y hemos de saberlos combinar y de esa combinación pueden resultar mucho mejores las cosas o no, pero en todo caso se decide y eso hace más libre.
Muy interesante.
Besos
Así es, Piera está empezando su camino de maduración, a conocerse mejor y trata de salir al mundo con las armas que tiene. Todavía es muy joven, deberá pulir facetas y modelar su carácter y en eso la vida siempre ofrece ocasiones. Se está sintieno más autoafirmada, un paso importante.
EliminarUn gusto que te siga interesando la historia y gracias por dejar tus impresiones.
Abrazos, Conxita.
Hola, Mirella :)
ResponderEliminarMe alegro de que Piera haya reunido el valor necesario para enfrentarse a Bruno y decir lo que necesitaba decir. Imagino la madeja de sentimientos contrapuestos que guardaba en su interior, pero lo mejor siempre es sacarlo todo afuera. Además, está en su legítimo derecho de reclamar lo que es suyo.
Respecto a la reflexión final sobre los rasgos heredados de su familia, tanto en lo físico como en lo psíquico, me parece muy interesante. Creo que todos, en alguna ocasión, hemos deseado no haber heredado cierto tipo de comportamiento de alguno de nuestros progenitores, aunque sea algo pequeño, pero que no nos gusta. Lo tememos, pero lo cierto es que si se diera el caso, tampoco creo que pudiéramos evitarlo.
Un entrega deliciosa, como siempre. ¡Muchas gracias!
Un fuerte abrazo y feliz tarde de sábado.
Las herencias son complicadas, tanto las de cosas materiales como las de rasgos genéticos. Con las primeras podés hacer un juicio, pero con las otras no se puede hacer nada más que tratar de aceptarlas y mejorarlas si no nos gustan Ya teniendo conciencia de que tenemos esas facetas es un paso para poder pulirlas.
EliminarPiera está empezando a descubrirse y a construir su propia vida.
Las gracias te las doy yo por leer y me alegra de que te haya gustado.
Un gran abrazo y buen domingo, Julia.
Hola Mirella de nuevo por aquí
ResponderEliminarEstos pensamientos guardados a lo largo del tiempo está bien darles suelta...
Nos has dejado con la miel en la boca
Un abrazo
Qué bueno tenerte de nuevo por el mundo bloguero, Esme.
EliminarA relamerte con la miel... jajaja... mañana vendrá la continuación.
Besos, guapa.
Buenísimo. Excelente el enfrentamiento dialogado de Piera con Bruno. Esa escena me impactó, tiene una tensión tremenda, acentuada por el uso perfecto del lenguaje coloquial, con palabras adecuadas en la boca de ambos. Es como un parapeto sólido. Después, la narración se distiende en las meditaciones de Piera acerca de la otra herencia que le importa: sus facciones, su carácter, su melancolía, el mosaico de su propia personalidad. Y un cierre de intriga. Cada capítulo incrementa el interés. Un abrazo, querida Mirella.
ResponderEliminarAriel
Los diálogos traté de hacerlos naturales, con el habla cotidiana, porque no me gustan cuando se vuelven acartonados. Alguna que otra reflexión siempre debe haber, así el lector se va internado en el mundo de Piera.
EliminarGracias por el comentario y por tu visión positiva de este episodio.
Un gran abrazo, querido Ariel.
Esto se está poniendo cada vez más interesante.
ResponderEliminarY sí, hay genes que nos delatan en según que ocasiones.
Y si bien Piera era reservada, boluda, no... ;)
Un besazo, Bella Dama.
Te contesto recién hoy porque no me llegan las notificaciones de tus comentarios y después los encuentro por casualidad.
EliminarMe alegra de que la historia se mantenga interesante.
Un enorme abrazo Zarcita linda y gracias.