Arte digital de Amandine Van Ray |
Lo que siento
por él visita mi vacuidad, y como una linterna, me ofrece un hilo de luz para
aclarar mis penumbras. Con otros fui sinuosa o vehemente, si bien, detrás de la
desnudez de mi espalda, agrietaba la
boca en un gesto de ironía.
Él es solo
observador en vez de partícipe y me presté a ese juego de ambigüedades. Temo que
si nos acercamos esas sensaciones se apaguen en el hastío de los gestos repetidos,
en la rutina de los bóxers tirados en el piso, la toalla húmeda sobre la cama,
el silencio que taladra todo lo dicho y conduce a un estado incoloro. O que sus
ojos lisérgicos se abismen en las cataratas de la indiferencia.
Los que aparecen
y se van sin dejar ni una pelusa de nostalgia son como las golondrinas, que en
su éxodo aletean junto a los vidrios, sueltan trinos de despedida y parten
hacia otras ventanas.
Ese sentimiento,
ahora innombrable, oculto, siempre deseado y buscado en sus distintas formas
desde la infancia, lo experimenté brevemente, con finales dolorosos que me
encerraron en una ostra hecha de añoranzas.
© Mirella S.
— 2020 —
Siento que tu protagonista habla de un amor platónico, correspondido o no, ella se muestra cauta , desde su deseo, desde su amor, desde su pasión
ResponderEliminarTal vez la vida , no le fue propícia en los amores reales... y prefiere ese imaginario (aparentemente) donde se refugia, ese que es como tu bien dices una pepita de oro
la canción me encanta , muy acorde con el texto y la imagen que acompaña de una belleza bucólica que invita a imaginar...
Un abrazo
Queda la incógnita si es correspondido, como autora del texto, creo que está todo en su cabeza... jajaja! Cada lector se hará su propia historia.
EliminarMuchas gracias por por la lectura, María.
Otro abrazo.
¿Es la tentación que se evita más intensa que la tentación a la que se cede, el deseo, la emoción que se consuma? Tal vez sea una pregunta sin respuesta. O una pregunta con diversas respuestas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Exactamente, Demi, hay distintas posiciones al respecto y todo depende del temperamento y de las experiencas previas de cada persona.
EliminarGracias y abrazos.
Un juego en el que el otro sólo es observador parece más bien un solitario... Que también puede ser divertido, obviamente.
ResponderEliminarTu texto, Mirella, permite múltiples interpretaciones. Leyéndolo y releyéndolo pasaba de una a otras. Tiene un halo de misterio. Finalmente me decanté por una, que sé que tiene más de mí que de ti.
Besos
Son juegos solitarios donde el temor a "perder" impide toda acción. Es apenas un esbozo, me pareció que dar explicaciones mellaba su parte poética.
EliminarGracias, Alís, con un gran besote.
Soñar es plausible, en los sueños cabe todo, es la parte libre de nuestros pensamientos y aun cabe un poco de realidad. Tu historia y la música elegida forman un conjunto idílico que nos permite jugar y entrar en el sueño. Un abrazo
ResponderEliminarEn un texto tan breve, el autor (yo) deja librada a la imaginación de los lectores cuánta realidad o cuánto ensueño hay en lo que la protagonista siente.
EliminarGracias querida Ester, te dejo un fuerte abrazo.
Añoranza convertida en rutina. O tristeza camuflada en amores perdidos.
ResponderEliminarUna rutina que a veces nos saca de nuestras casillas..
Lo tomé de varias formas.
Beso grande.
Está bien, Laura, el lector siempre tiene razón :)
EliminarMuchas veces se buscan excusas por el miedo a volver a sufrir.
Es lo que hace la protagonista del textito.
Un beso agradecido.
Buen relato Mirella, porque no das a entender realmente qué es lo ocurrido, si se consuma o no algún hecho, si en realidad todo pasa en el plano de los sentimientos.
ResponderEliminarsi puedo elegir mi propia aventura, creo yo que esto último es lo que ocurre.
Abrazos!
En la cuestión amorosa todo pasa por el lado de los sentimientos, la mente es la que busca acomodar las cosas, dar respuestas que tranquilicen, encontrar vericuetos que pueden ser irreales, pero que ayuden a alejar el miedo a la desilusión, al desamor.
EliminarMuchas gracias, Frodo, me alegra que te haya gustado.
Un abrazo.
Dar por sentado que partirá es poner el broche y la plataforma de un vuelo por desplegar. Se entiende perfectamente la aceptación de que dejan poco o nada, y vuelan. Pero alguien, alguna vez, hará pelusa bajo tu cama, huella bajo tus pies.
ResponderEliminarPor el presente, por vivirlo plenamente. Un abrazo
Es ficción, Albada, no es un escrito personal. Hacía mucho que no escribía en primera persona y me pareció que le daba más intensidad al texto.
EliminarSiempre hay alguien que deja su huella y aunque la relación no avance, quedan los recuerdos de los buenos momentos.
Sí, por el presente, ponemos demasiadas expectativas en el futuro.
Gracias y abrazos, linda.
Un amor por inventar o un sueño por conseguir... Una delicada y valiosa "pepita de oro", que por su rareza se hace utópica.
ResponderEliminarLo que si es evidente es que más bien está escrito con la intención de remover los pilares del intrincado mundo de los sentimientos y del amor, de ahí que esta vez parezca más un precioso texto poético de principio a fin.
Me ha gustado mucho Mirella y me alegro de que vuelvas a escribir o reescribir lo ya escrito.
Un abrazo enorme.
El relato se refiere a esa necesidad de idealizar al amor, al "hombre de los sueños", al ex príncipe azul, en una época en que, aparentemente, todo eso está desapareciendo. Sin embargo, no es tan así, porque en el inconsciente se sigue esperando lo perfecto, aunque en el mientras tanto se dejen entrar a las golondrinas que están de paso.
EliminarEste texto es nuevo, lo escribí a principios de enero y con él me di cuenta de que quizás sea el cierre de mi etapa literaria.
Muy agradecida, Estrella y un fuerte abrazo.
Recuerdo, anhelo, deseo,... allá cada uno con sus preferncias
ResponderEliminarCada uno hace lo que puede en cuestiones de amor... sueña, desea, va y viene por la realidad, se refugia en idealizaciones.
EliminarMuchas gracias, por la visita.
Un fuerte abrazo, Toño.
La cosa esa de idealizar el amor creo que no es un buen invento. Quizás no sea mala idea la de llenar en una bolsita muchas pepitas de oro hasta hacer un buen lingote, ja, ja, ja. No digo más que no quiero estropear un texto tan bello y sutil como el que has realizado. Las imágenes y el arte digital que sueles mostrar son fantásticos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Mirella.
Ya lo creo que no es bueno, Miguel, pero aunque parezca mentira en estos tiempos todavía se cae en idealizaciones.
EliminarLo de las pepitas de oro tampoco es buena idea, sobre todo si son muchas, porque es una manera de no correr riesgos y quedar en la soledad.
Gracias y un fuerte abrazo.
Como lo dices es para imaginar,cariños.
ResponderEliminarSí, Fiaris, de para varias hipótesis.
EliminarGracias por pasar, besos.
Narrado em primeira pessoa, este miniconto (podemos chamá-lo assim?) traz nuances interessantes. Uma delas são as imagens, poéticas, usadas pelo narrador para dar conta de alguns traços que justificam sua contenção, o que permite inferir que há uma resistência a entregar-se “ao que sente”, o que nos faz pensar que outras vezes “ter ido à fonte com muita avidez”, não foi o melhor...
ResponderEliminarEnfim, poderíamos brincar que este narrador está na idade da razão e não mais a da emoção. Dominar as emoções e fazê-lo render-se aos seus princípios pode ser o caminho para a ter “a pepita de ouro” inventada. E por que não o tomar como o ideal (imaginado), velha dicotomia de oposição entre o real e o imaginado.
Independente, de qualquer juízo ou nuance, gostei da linguagem, da sua estética. Apanha-nos no contrapé e faz-nos sentar-se para debulhar a sua história. Isso é que bom.
Um abraço,
Hola José Carlos, muy agradecida por tu extenso comentario y por tu atenta lectura.
EliminarNo sé nada de portugués, de tu análisis pude entender solo algunos conceptos y que te gustó. Me alegro y nuevamente gracias.
Saludos.
Como siempre la imaginación te lleva por diferentes caminos ... esos amores idealizados no siempre son buenos remedios o a veces los amores lejanos suplen los cercanos.... complicado...
ResponderEliminarUn abrazo Mirella
Los sentimientos amorosos suelen ser complicados y quedarse en juegos ambiguos por temor, no es una buena forma de encararlos.
EliminarUn gran besote y muchas gracias, Esme.
Totalmente de acuerdo, Julio. Es una forma de escape al compromiso que presupone entregarse a los sentimientos.
ResponderEliminarGracias, recibo el abrazo y te mando otro.
La bella Praga.Los amores sean como sean se sufre con ellos.Espero que no dejes de escribir.Un beso grande.
ResponderEliminarMuchos piensan que si no hay sufrimiento es porque no se ama. La especie humana se ha desarrollado en tantos aspectos, pero en cuanto a los sentimientos y las relaciones estamos todavía en pañales.
EliminarNo tengo más pasión por escribir, querida Betty, eso no sé cómo revertirlo.
Un abrazo y gracias.
Pienso que nada hay más melancólico que las personas enamoradas del Amor, de un ideal perfecto que conjugue pasión y deseo, con amistad y complicidad. Un texto muy intimista en el que la protagonista se convierte en la única participante de esa relación por miedo a que la vida le arruine una bella historia de amor. Un texto sentido al que por cierto le acompaña una ilustración que le cuadra perfectamente con esa mujer como un pájaro sobre las brasas, aburrida pero temerosa de que al pisarlas se queme. Un fuerte abrazo, Mirella!!
ResponderEliminarClaramente expresado, sos el lector "ideal", David, ya que estamos hablando de idealizaciones. En pocos renglones llegás al meollo -o carozo- de la historia... jeje! Coincido totalmente con tu comentario.
EliminarGracias y otro abrazote de vuelta.
·.
ResponderEliminarConvertir un carozo bien limpio en una pepita de oro es todo un milagro. Tu protagonista supo hacerlo bien. En esa pepita pueden concentrarse todos sus sentimientos, y eso es lo que importa.
Un abrazo Mirella
.·
LMA · & · CR
Por un lado se preserva, sí, pero por otro ella queda a solas, sin haberse animado a dar rienda suelta a sus sentimientos y convertirlos en una experiencia real, con todo lo hermoso y triste que eso puede conllevar.
EliminarMuchas gracias, Alfonso, con un abrazo.
Pepitas de oro que hay que guardar en el interior del corazón.
ResponderEliminarBesos.
Algunas guardarlas y otras vivirlas.
EliminarGracias por acercarte, Amapola.
Besos.
Durazno, pulpa, sabor y al fin el carozo y su centro que puede ser el corazón, pero no en este caso, el corazón no importa, es solo una pepita simulando un oro que no tiene.
ResponderEliminarUn juego de amor que pasa y no deja nada.
Muy buen cuento Mirella.
mariarosa
Un juego que no deja nada real, todo está elaborado en su imaginación o en sus deseos.
EliminarMuy cierto, Mariarosa, esa pepita es una falsedad más, lata pintada de oro.
Besos y gracias.
Misterioso y algo ambiguo.me parece.También nos podemos ver reflejadas en ciertos aspectos.gracias por compartirlo!!
ResponderEliminarLos sentimientos amorosos a veces son ambiguos, queremos pero tenemos miedo a demasiadas cosas: a desilucionarnos, a caer en la monotonía, a comprometernos con lo que sentimos, por decirte algunas.
EliminarGracias a vos por acercate.
Un abrazo.
Ayyy los sentimientos que muchas veces no saben salir. Mejor vivirlos y ser partícipe que observador.
ResponderEliminarEl problema que tenía con los comentarios como vino se fue. Espero que no vuelva.
Buen fin de semana.
Un abrazo.
El rol pasivo de observador no es muy estimulante y demuestra el temor a la experiencia.
EliminarMe alegra saber que ya se solucionó el problema en tu blog.
Gracias y besos, Laura.
Seguramente las experiencias dolorosas vividas por la protagonista la hacen aventurarse en esta nueva relación con alguien que es más observador que participe. Lo acepta y juega. Se cubre así para cuando el se aleje (pensamiento fatalista)
ResponderEliminarEs algo que pasa bastante seguido en estos tiempos de poco compromiso emocional, lamentablemente.
EliminarGracias por leer, Osvaldo.
Muchos saludos.