Óleo de Vladimir Volegov
Te siento como la caverna en la que se derrochan horas de amor, de reposo, otras de sufrimiento. Y la cavidad que alberga mis secretos. Cuántas polaridades se conjugan en tu interior: desde pensar que estoy dentro de un ataúd, hasta verme suspendida en la epifanía de una nube.
Tus paredes cambian de textura de acuerdo a mis caprichos: ahora te
convertiste en un bosque de abedules. También te regalé el sol, que cuando
oscurece se enciende en lo alto y esta
alfombra de pétalos trenzados, de la que —en algunas estaciones de mi
alma— emergen espinas que se clavan en mis pies descalzos.
Fuiste y serás mi refugio metafísico; el resguardo de los pájaros blancos o ese nido en
el que irrumpen cuervos, que en amaneceres sin rocío, huyen
atravesando los ojos de la ventana. A veces regresan y se comen a los blancos.
Cada noche es diferente, según me visiten los pajarracos o los sueños sean de mirlos
y de alondras.
La cama me sostiene entre la resistencia del colchón y la blandura sedosa
de las sábanas. El respaldo se apoya en la pared que mira al sur y mis pies
envueltos señalan hacia el norte, punto auspicioso de caminos que conducen al
calor de los amores. Allá voy, empujada por el aire del polo, que dibuja
remolinos de nieve a mis espaldas. Allá voy, la mente fría, los pies
ardientes. En el medio, eso que falta,
deshilachó mis anhelos.
Significaste ese cubo compasivo que ocultó mi cuerpo lacerado por dolores. Tu puerta se cerró a las miradas de lástima y quedamos a solas, yo
con las marcas de los bisturíes que profanaron mi carne. La muerte
se había acostado a mi derecha, esperando. Sin embargo aún no había llegado
el tiempo de segarme.
Hubo una época en que también yació a mi lado el ángel del amor. El cobijo de tus
paredes fue un bálsamo; en la alfombra no hubo espinas, sólo jazmines, magnolias y el aroma de los nardos, que absorbiste y guardaste para consolarme
en las horas solitarias.
©
Mirella S. — 2013 —
Entras en tu alma y a la vez en la mía.- Besicos.
ResponderEliminarGracias y yo también entro en el maravilloso paisaje de tu región, a traves de tus fotos.
EliminarEsto es lo que más agradezco de Internet.
Un abrazo.
El estado del alma es importante para vivir estados de amor. Creo que lo reflejes espectacularmente en estas letras, me ha hecho reflexionar y valorar...
ResponderEliminarMil besos Mirella :)
Todo está allí: en el alma, lo más importante, por lo menos para mí.
EliminarNieves, un beso grandote y gracias por estar siempre con tu palabra amable.
Es como ir entrando en lo helado, muy lentamente...
ResponderEliminarDarío, no quise entrar en el frío, al contrario. Ese dormitorio contiene todo lo humano que le pasó a la protagonista, lo doloroso y también lo bueno, que ella recuerda como algo muy valioso.
EliminarUn abrazo.
Cuanto duele el desamaor, pero nos gusta alimentarnos del recuerdo del que se marcho...nos alimentan los hermosos recuerdos...
ResponderEliminarPero es triste la soledad...
besos
Pluv, sin embargo no hablo de desamor, no doy ningún dato de qué le pasó a la prota, simplemente que hubo un amor y que esos momentos bellos quedaron impregnados en esas paredes protectoras. Forman parte de todo lo que vivió y pasó en ese cuarto.
EliminarLa soledad tiene su parte triste, pero también es necesaria para crecer.
Agradezco mucho tus visitas y tus comentarios.
Un abrazote
Somos una compleja conjunción de opuestos, de luces y sombras,también en el amor, según el maestro Jung. Muy bien logrado retrato del alma en su unidad polarizada. Increíble cómo entrelazás sentimientos y sentidos, sensaciones y recuerdos: cada día escribís mejor!!!
ResponderEliminarUn beso, Mirella!
Gracias Fer, cada día me gusta más escribir. Procuro hacerlo lo mejor que puedo.
EliminarEn estos momentos siento que tomé cierto ritmo y que voy para otro lado, más hacia adentro. No es que me lo proponga, los textos salen así...
Otro beso de vuelta.
Absolutamente conmovedor! "Chapeau", Mirella. Y coincido con Trimbolera, entrás en el alma de tus lectores, tenés un poder precioso, y lo sabés utilizar de maravillas. Felicidades! Beso
ResponderEliminarBueno, Patzy, me alegra lo que decís, porque cuando publiqué este post lo hice con un poco de reticencia. Tenía la impresión de que este texto era más hermético, de aquellos en los que "no pasa nada" aparente, donde no hay anécdota y es puro sentimiento.
EliminarEs bueno saber qué le provoca al lector, gracias por comentármelo.
Un abrazo.
Tus escritos son como la droga, que te enganchan. Pero esta es una droga muy sana.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Qué buen elogio Rafa! Entonces no dejes nunca de consumir mis escritos. El síndrome de abstinencia te puede perjudicar la salud (risas).
EliminarGracias por tus visitas y un abrazo.
A veces los pensamientos se parecen a vuelos de pájaros,
ResponderEliminara veces los versos en prosas se parecen a los sueños...
Excelente escrito Mirella.
Abrazos.
Agradezco tus palabras, que los pájaros que invoco siempre, me trajeron desde el otro lado del océano.
EliminarAbrazos, también.
Extrema intensidad.El dolor a grados superlativos.
ResponderEliminarSí, Carlos, pero también están los pájaros blancos de los sueños y el perfume del amor que la acompaña.
EliminarAgradezco tu participación.
Un saludo.
Que bien escribes.
ResponderEliminarUna prosa fina y elegante, donde la cama es dueña y señora. Y cuanta verdad encierran tus letras, en la cama pasamos gran parte de nuestra vida, compañera, confidente amiga. Me encantó.
mariarosa
Gracias Mariarosa, la cama, el dormitorio, son testigos de las cosas preciosas que nos pasan: los sueños, el amor y también son el nido que nos recibe en el dolor.
EliminarUn abrazo.
A partir del retrato de la habitación, utilizada a modo de espejo emocional para recrear en base a sus características los estados de quien la habita, se crea un ámbito climático.
ResponderEliminarEsa habitación casi se personaliza, se vuelve un espacio vital, dérmico, dentro del cual el personaje distribuye sus emociones, sus recuerdos y sus apetencias.
La habitación ocupa el lugar de útero: allí hay paz, cobijo, seguridad, espacio y alimento.
El afuera: lo hostil, lo que agrede.
A partir de esa dicotomía puede plantearse el hecho paralelístico: cuarto=interior humano. Las cosas a resguardo están ahí.
Matriz vs mundo.
Los cuchillos carniceros me resulta una exageración porque el discurso no se presta a semejante tremendismo y podría conservar la elegancia sin desbarrar en esa frase: cuchillos carniceros/profanaron mi carne.
Es la conjunción dramática la que suena, a mí gusto personal, demasiado impuesta, como que querías coptar al lector hacia tu sensación y apelaste a dramatizar en exceso. Es una opción, pero a mí no me gusta. Se despega del nivel de discurso como una desafinación en un texto que tiende a ser expositivamente parejo .
Contrapuesto a eso tenemos el final, cuya dulzura es inclaudicable.
Lehit
Gavrí, gracias por tu aporte, que tengo siempre muy en cuenta.
EliminarHice un pequeño cambio a raíz de tu observación. Tenés razón, esa frase es un poco truculenta y le quité el adjetivo "carnicero".
El resto lo dejé porque esa es la sensación que quiero transmitir, la de profanación.
No encontré, por el momento otra imagen o forma de describirla.
Leyendo tus comentarios, siempre saco algo nuevo de mi propio texto, que quizás intuía, pero que todavía no le podía poner palabras.
Saludos
a veces el alma te plantea situaciones inescrutables
ResponderEliminarGracias, por pasar siempre por el nido.
EliminarLa mayoría del tiempo somos inescrutables, hasta para nosotros mismos.
Saludos
Me dejas pensar, me ayudas a hacerlo. Un abrazo
ResponderEliminarEster, que un texto haga pensar es algo que toda persona que escribe anhela producir en quien lo lea.
EliminarAsí que agradezco mucho tu comentario.
Otro abrazo grandote para vos.
UNA PROSA MUY FINA. ME HA ENCANTADO ESE CIERRE: Hubo una época en que también yació a mi lado el ángel del amor. El cobijo de tus paredes fue un bálsamo; en la alfombra no hubo espinas, sólo jazmines, magnolias y el aroma de los nardos, que absorbiste y guardaste para consolarme en las horas solitarias.
ResponderEliminarAQUI HAY UNA TERNURA INCALCULABLE.
SALUDOS
CARLOS
Y del otro lado un lector muy sensible.
EliminarGracias Carlos, aprecio mucho tus comentarios.
(Como no los voy a apareciar si son siempre tan positivos...)
Un abrazo
¡Hermoso! el broche la parte final, comparto la opinión de Innombrable.
ResponderEliminarBesos
Me hizo mucho bien leer tu comentario, en esta noche lluviosa, con brumas.
EliminarMe siento mejor después de haberles contestado a todos, porque hoy mi alma era un reflejo de lo que pasaba afuera.
Este es otro de los beneficios de la red.
Un abrazo, Vero.
pues para no escribir poesía, escribes poesía muy buena!!!
ResponderEliminaruna vez escuché a un poeta decir que la Prosa es Poesía escrita para el lado y no hacia abajo
el amor y sus vericuetos dan tanta pasta para conjugar , tanto espacio
donde volar y tanta pluma para plasmar
felicitaciones
y mil gracias por tu huella
ten un fin de semana precioso
desde Chile un abrazo
Elisa, que vos y Morgana, dos poetas, me digan cosas buenas de esta prosa más poética que me está surgiendo ahora, para mí tiene mucho valor.
EliminarGracias por la visita y nos seguiremos encontrando y leyendo.
Abrazo.
De acuerdo con Lichazul, el texto es absolutamente poético, un poema en prosa o lo que es lo mismo, prosa poética... fíjate si tiene nombres para definirlo.
ResponderEliminarQuedó mucho mejor sin el "carniceros" porque la suavidad de la expresión admitía mal ese calificativo, así que ahí concuerdo también con Akhenazi y su ojito malévolo, (ríome).
Estás creciendo, Mirellísima, en tus registros y me da que ampliando la expresión en cuanto a la utilización del pensamiento abstracto.
Yo cambiaría la puntuación de este párrafo:
"La muerte se había acostado a mi derecha, esperando, sin embargo todavía no había llegado el tiempo de segarme."
y diría..
La muerte se había acostado a mi derecha esperando. Sin embargo, aún (en lugar de todavía para evitar la rima con había) no había llegado el tiempo de segarme.
Me ha gustado mucho verte tan romántica, en el mejor de los sentidos.
Besos, chula.
Namasté.
Gracias Morg por tus apreciaciones y por la corrección, que es muy acertada. Ya está hecha.
EliminarEs bueno saber que una va creciendo en lo que hace con pasión y tenacidad -que es como encaro el acto de escribir-, provoca estímulo y ganas de seguir.
Además, como no tengo ninguna formación en este arte, toda sugerencia para mejorar el texto es bienvenida y con los brazos abiertos.
Un fuerte abrazo y nuevamente gracias.
Siempre los momentos dolorosos o no dejan huellas imborrables. Cada cosa en un cuarto, en una casa revive las secuencias pasadas y eso no se puede evitar porque forma parte de nuestra historia.
ResponderEliminarPreciosa prosa poética con tu talento indiscutido.
Besos
Aunque aparentemente en el dormitorio no estamos tanto tiempo, es el lugar de las cosas intensas, de los sueños, del amor, el resguardo en los momentos de enfermedad, quizás también donde se muera.
EliminarGracias Luján y nos seguimos encontrando.
Abrazo.
ES DEFINITIVO: LA VIDA ES UN AVE DE MÚLTIPLES MIGRACIONES. MUY INTERESANTE TEXTO.
ResponderEliminarBESOS
Y nosotros también ReltiH, aunque estemos siempre en el mismo lugar, pero no nuestro espíritu, que es libre y va donde quiere.
EliminarGracias por tus comentarios y por la visita.
Abrazo.
A sua linguagem escrita é maravilhosa. Preciosíssima prosa poética, simplesmente maravilhoso. Boa continuação.
ResponderEliminarGracias Edu, muy amable de tu parte venir a leerme, a pesar del idioma.
EliminarUn gran saludo.
me sedujo,o sea me encantó,
ResponderEliminarGracias Rosario por pasar y comentar.
EliminarSaludos
He descubierto hoy tu blog y ha sido un bálsamo a pesar de que el recuerdo duele. Creo que en ese espacio hay todo lo que describe a un amor, el amor.
ResponderEliminarEl paseo por el recuerdo es intenso, pero creo que es así justamente por su valor.
Ha sido un enorme placer
Mar
Gracias Mar y bienvenida, considerate como en tu casa y pasa cuando quieras.
EliminarGracias también por tus comentarios tan elogiosos.
Muchos saludos.