Clara, la astróloga a la
que Piera consulta en cada cumpleaños para que le haga la carta de la
Revolución Solar, le explica que en la de este año la posición de Plutón,
nuestro Hades simbólico, el que revuelve las basuras subterráneas para sacarlas
a la superficie, está ubicado en el área que muestra las relaciones con los
hermanos. Es el momento de limpiar viejos rencores, sugiere.
Su hermano Elio era un
acuariano casi de manual —diría Clara—, le llevaba 18 años y era el mayor.
Bruno nació dos años después y, al cabo de 15 años, Piera cayó como peludo de
regalo. Los hermanos no se pusieron celosos, ya se habían convertido en hombres
y no iban a tener celos de una cosita feúcha y llorona, como dijeron que había
sido ella.
Piera quería a Elio, un
tipo carismático, de respuestas inmediatas y agudas. La sonrisa se le iniciaba
primero en los ojos, en chispas risueñas. Ella recibía ese guiño cómplice como
un gajo de cielo que asomaba entre las nubes aburridas de un mundo de adultos,
para los que se sentía invisible.
Era hermoso Elio, tal
vez sin serlo, aunque así lo veía ella. Estaba poco en la casa, debido a su
trabajo de periodista. Cuando llegaba, Piera lo seguía por todos los cuartos
para no perderse un minuto de su compañía, atesorando cada una de sus palabras,
aún sin entenderlas. Por lo general eran discusiones políticas con Bruno,
quien, mirándola torcido, le decía salí de acá, mocosa. Elio,
para compensar la habitual brusquedad de Bruno, le revolvía los rulos y la
acariciaba con la tibieza de su mirada.
Mientras vivió la madre,
a pesar de su carácter imponente y crítico, hubo canciones y risas. El padre
ejercía el rol de diplomático mediador, siempre neutral en los conflictos.
Sin embargo, con la
aparición de la otra, la Segunda, así la llamaba Piera para sus adentros —la
mujer contratada por su padre para que se ocupara de ella y de la casa—, el
ambiente familiar se tornó mustio, gris. Tenía once años y la Segunda intentó
congraciarse preparándole damascos en almíbar con mascarpone y escamas de
chocolate, pero no lo logró. Nadie tuvo la culpa, hay vínculos que no se dan.
Elio viajaba mucho y en
el ’77, con la dictadura militar, se fue del país y no pudo venir cuando murió
la madre, en el ’80. Piera devoraba sus cartas, tan bien escritas, tan íntimas,
igual a su sonrisa.
Regresó en cuanto la
democracia se restableció nuevamente y estuvo en la fiestita de los quince de
ella, un festejo desabrido porque la Segunda era pobre de ideas y el padre
vivía en su mundo de tristezas. Elio la acompañó a comprar el vestido, que le
pareció demasiado corto, pero él le dijo que debía lucir la belleza de sus piernas.
Es el último acontecimiento
grato que recuerda; meses después sobrevino aquello que cambió la vida de
todos. Su padre gritó por primera vez, Bruno le dio un tremendo puñetazo a su
hermano y se convirtió en el hombre amargo y taciturno de hoy.
Y Elio, el querido
Elio, ahora exiliado por su propia familia, partió para no volver, errando de
un país a otro, como una solitaria piedra rodante sin rumbo, sin raíces.
Continuará...
© Mirella S.
— 2017 —
Parece que poco a poco descubrimos más sobre la historia familiar de Piera, que parece complicada y turbulenta en ciertos aspectos.
ResponderEliminarEl título, por cierto, muy original para coronar ese final que deja con ganas de más. A ver qué ocurre en la próxima entrega.
Estupendo relato, Mirella.
Un abrazo.
Es compleja su historia, a tal punto que me he enredado en ella y temo entrar en contradicciones.
EliminarDe todos modos, tené en cuenta que como lo escribo casi sobre la marcha, todo lo que publico son borradores.
Mil gracias, Sofía, por acercarte.
Otro abrazo.
Que historia la de Piera!
ResponderEliminar"Hay vínculos que no se dan." Y no pasa nada.
Seria una muy buena frase de inicio en las relaciones, de todo tipo.
Deberían enseñarlo junto al abecedario.
Beso enorme Mirella.
Si, Dana, la mano viene medio oscura, no sé en qué me he metido porque tengo muy poco escrito y ahora trato de no saltar tanto en el tiempo para no crear confusiones.
EliminarPor más que nos esforcemos hay relaciones de las que no brota nada. Es así.
Muchas gracias y besos, linda.
Me paso con Eva (un cuento en capítulos)...lo leíste? En mi antiguo blog. Iba escribiendo sobre la publicación. Eso generaba un desafío super interesante.
EliminarMe alegro mucho que te este pasando, al menos yo lo veo tan rico.
No lo leí, qué lástima ¿borraste el blog?
EliminarNo me gusta escribir con tan poca anticipación porque soy de corregir mucho. Ya está hecho.
Gracias, Dana.
Estábamos deseando conocer un poco más a Piera!, y creo que no nos defraudará.
ResponderEliminarGracias, Norte, espero que se vaya entendiendo la historia, que estoy armando como un rompecabezas.
EliminarMuchos saludos.
Hola Mirella!! Cuando terminé de leer el capítulo, me corrió un escalofrío. Creo que fue de emoción, porque lo contaste tan bien que es imposible no sentirlo. SAe vive lo que le pasa a Piera.
ResponderEliminarLas descripciones de los hermanos, del padre, de la Segunda, y esa mención chiquita con la que definís a la mamá, me gustaron mucho porque son tan poéticas y además, re vívidas. No importa lo físico de los hermanos porque la descripción es tan emocional que los termina viendo uno. Los toca.
Pareciera que todas son menciones al pasar, como pinceladas chiquitas, pero cuando terminé de leer, vi el retrato entero de toda la situación y no me faltaba ni un detalle.
Qué bien escribís, amiga!!
Un abrazo grande.
Qué bueno que te gustara porque, la verdad, la reescribí varias veces y no quedé conforme. Me pareció que le faltaba algo, que había mucha explicación, pero si la sacaba, no se entendenderían bien las relaciones.
EliminarYa volveré sobre cada uno de los personajes y voy a dejar una breve sinopsis recordatoria. No quiero que la historia sea lineal, me gusta más ir y venir en el tiempo. Veremos cómo sigo.
Gracias, amigo, tu comentario me da ánimo.
Un abrazo grandote.
Jo.... me conmovió.
ResponderEliminarSiempre me conmueven las historias familiares... en todas compruebo como la infancia se va convirtiendo en drama y cuando llega el final en tragedia.
Si además lo escribes tú la historia mejora de forma mágica.
Es un premio, una delicia, un privilegio, leerte.
Besos.
A mí también me gustan las historias familiares, lo intrincado de algunas relaciones, la cantidad de malentendidos que arruinan vidas o las traiciones y venganzas.
EliminarGracias, Xavi, me está costando un poco porque es una forma nueva este asunto de continuar la historia de un personaje. Espero salir a flote.
Un abrazo.
Pues te sigo con todo mi interés ... !!! Besetes.
ResponderEliminarMil gracias, querida Angelines, espero no defraudarte con lo que sigue.
EliminarUn abrazo.
Creo que Simón tiene un buen gusto, aunque le guste lo que yo escribo. Creo que lo has hecho francamente bien, anoto esas palabras que son un poco difíciles de desentrañar para los españoles.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un saludo.
Suelo poner un glosario cuando utilizo giros muy locales, pero esta vez me pareció que no era necesario. Lástima que no pusiste qué palabras te resultaron poco comprensibles.
EliminarSi fue "mocosa" se refiere a un niño en forma un poco despectiva, como de alguien mal criado.
Muy amable por acercarte y dejar tu opinión.
Abrazo, Francisco.
Nosotros decimos bala perdida; "Papá fue un bala perdida", "Los balas perdidas" "Como una bala perdida".
ResponderEliminarEn este caso no tiene ese significado. Nosotros también usamos esa expresión. Lo que quiero decir con piedra rodante es que Elio irá de un lado para otro, sin un destino ni un lugar fijo, porque fue echado de su familia.
EliminarLos motivos se sabrán más adelante.
Cuanta razón tienes Mire cuando dices que hay vínculos que no se dan, no hay esfuerzo lo logre, esa empatia es puro camuflaje y los niños la detectan muy bien.
ResponderEliminarBonita historia , me encanta el vínculo que hay entre Piera y Elio
ese donde siempre se encuentra la mirada de una estrella
un besote !
Gracias, María, me alegra que te hayas enganchado con estas relaciones bastante complejas, y sí, los sentimientos no pueden forzarse.
EliminarUn beso enorme.
Cada familia es un mundo, y dentro de ella te puedes encontrar de todo. La familia no la elige uno; te toca, y cuando a uno le toca el garbanzo negro, entonces se acuerda y exclama: ¡ Que lástima que la familia no se pueda elegir!... Y como ocurre en todos los casos, cuando en la familia hay esos altibajos y diferencias, si hay niños son los que peor parados salen, sobre todo entre hermanos; o se pueden llevar a las maravillas, o surgen las rencillas.
ResponderEliminarBesos y abrazos Mirella.
Si lo que uno elige también tiene sus problemas y se acaba, con lo familiar, que viene impuesto, ni te cuento las tragedias que se pueden gestar.
EliminarLas relaciones entre hermanos a veces son más conflictivas que con los propios padres.
Gracias, querido Rafita.
Un abrazo grande.
Que bien que quieras escribir para nosotros. Seguimos a Piera con devoción esperando cada paso, y ahora hay que tomar partido por un hermano o por el otro, las relaciones familiares y sus peculiaridades. Un abrazuco grande
ResponderEliminarMejor no tomar partido, Ester. Habrá que esperar un poco para ir viendo por dónde se dibuja la historia. Ciertos detalles no los revelaré de entrada.
EliminarPaciencia... y hasta la semana que viene, con lo que ya logré armar.
Gracias y abrazos.
Pues nos has dejado a medias Mire, la verdad es que me preparaba para leer más y de repente me llegó el cortón, jajaja, lo esperaré con ansias. Me quedo pensando, si Bruno fue quien dio el puñetazo porque el exiliado es Elio, será porque el otro fue por mucho tiempo el hijo pequeño. En esto me siento identificado, mi padre sólo me regaña a mí, nunca a mi hermano menor si es que discutimos. Me agrada Elio.
ResponderEliminarPues a esperar querida Mire.
Beeeeesos y abrazos.
Lo terminé así con premeditación y alevosía... jajajaj... Suspenso para mantener el interés. Te aclaro que la historia no pasa por lo del exilio ni porque Bruno haya sido el consentido, hay algo más dramático.
EliminarTampoco lo sabrás la semana que viene.
Un abrazo y beeesos, querido Gildo.
Una vida bastante normal la de Piera. Porque no hay familia que no tenga dramas similares.
ResponderEliminarVeremos qué cuenta de su reencuentro con su hermano.
Saludos.
Sí, hay vidas que parecen normales, sin embargo, lo importante es cómo cada uno las vive y qué marcas le dejan.
EliminarGracias, Raúl.
Muchos saludos.
Una historia que parece que nos encandilará ya que tan solo con este retazo inicial ya lo hizo.
ResponderEliminarBesos !!
Espero seguir manteniendo el interés, Nieves. Gracias por leerme, linda.
EliminarBesos.
Engancha, Mirella. Ya me has picado para saber cómo continúa, así que estaré atenta.
ResponderEliminarTienes algunas imágenes bellísimas. Me gusta cómo hilas las palabras, sí.
Un beso grande.
Estoy experimentando, Isabel, nunca escribí "secuelas" y aunque lo publico, es todo un borrador.
EliminarMe da mucha alegría que te engancharas.
Un abrazo y gracias.
las sagas familiares prometen
ResponderEliminarveremos
un beso
Eso mismo, Óscar... veremos que sale de todo esto.
EliminarGran abrazo.
Acabo de incorporarme a la historia y estoy espectante. Un abrazo
ResponderEliminarQue produzca expectación ya es un paso, Chelo. Como ya dije, seguir la historia de un personaje es muy nuevo para mí.
EliminarUn abrazote y gracias por tus palabras.
Elio puso las manos donde no debía
ResponderEliminarBesos
Tal vez, pero no puedo adelantar nada.
EliminarBesos,Chaly.
De entrada, tengo la impresión Mirella de que tienes una relación especial con la astrología, y que esos conocimientos los has puesto a la disposición del relato, encajándolos en el momento temporal que vive Piera, “El momento de limpiar viejos rencores”.
ResponderEliminarMe gusta cómo has descrito el paisaje interno de la sonrisa de Elio y la manera en que lo percibe Piera, y la manera de relacionarse con el resto de las personas de la familia, incluida la no empatía con la Segunda.
Este Elio corto capítulo se ha centrado en Elio, y desde luego Mirella, te las has apañado para lanzarlos el anzuelo con de la curiosidad… quiero saber cual fue la causa que generó conflictos en la familia, quiero saber más de Elio y de Piera...así que hasta el próximo compañera.
Un beso Mirella.
jajaja... sí, Tara, estudié mucho astrología, no la de los horóscopos de diarios y revista, sino la que se hace sobre la carta natal de cada persona. Es muy interesante.
EliminarNo sé si llamarlos capítulos, me parece un poco pretencioso ya que no es una novela. Los veo como escenas que Piera recuerda para reconciliarse con conflictos no resueltos. Son cortos para que los lectores no se sientan agobiados por tener que leer textos demasiado extensos.
Ya sabrás las causas de la pelea... más adelante, ahora estoy presentando a los personajes de la familia de Piera.
Muchas gracias por tu atenta lectura, Tara.
Un gran abrazo.
Parece que nos hablas de un conflicto familiar desatado por la política, o así lo das a entender. Se adivina una familia de raíces conservadoras en la que Elio pone la nota discordante, hasta que ya entrada la democracia y con el país todavía poco preparado quizás para revisar la historia pasada, las tensiones estallan en la familia hasta disolverla. Supongo que el motivo último de las desavenencias nos lo contarán en próximas entregas, pero me he permitido aventurar un poco por donde podrían ir los tiros, aún a riesgo de no acertar. Sin duda la personalidad de Piera se verá marcada tanto por la prematura muerte de su madre como por las vicisitudes del país en esos años turbulentos. A ver que nos depara la continuación. Un saludo Mirella.
ResponderEliminarDoy a entender que hay discrepancias políticas entre los hermanos, pero lo que provoca la ruptura no es eso.
EliminarBien por lo de las raíces conservadoras, así es la familia y Elio no sigue las reglas. Me encanta que hagan conjeturas, lo que demuestra interés por la trama, que tampoco desarrollará la situación política del país, que queda como el fondo donde se producen los conflictos familiares. Va más por el lado intimista.
Muy agradecida por tus apreciaciones, Jorge.
Saludos y buen domingo.
Me alegro mucho, Julio, pero te aviso que la resolución no será inmediata.
ResponderEliminarGracias y más saludos.
Hola!! Una gran historia. Es la primera vez que me paso por aquí, así que ya me tienes como seguidora. Te invito a mi blog por si quisieras pasarte, sin compromisos: elaventurerodepapel.blogspot.com.es Besos!!
ResponderEliminarGracias, Ana, por acercarte a este espacio ¡bienvenida!
EliminarEspero que puedas seguir esta historia y que la encuentres interesante.
Besos.
Interesante historia la de Piera y su familia, me intriga saber el motivo del pleito de los hermanos
ResponderEliminarBesos bonita.
En sucesivas publicaciones iré dando pistas, no lo resolveré rápidamente.
EliminarMe da alegría que te hayas enganchado, Euge.
Muchos besos y gracias por acercarte.
Querida Mireya:
ResponderEliminarTu genio nos pone, con una historia familiar muy bien narrada, ante los conflictos inherentes al ser humano en cualquiera de los ámbitos terrestres. Los seres humanos, cada uno tan particular, somos una caja de sorpresas que al abrirla nos revela nuestras entrañas y nos evidencia ante el mundo. Los apegos (muchas veces como refugio, de alguna manera el caso de Piera) y los duelos son parte la carga emocional que llevamos los seres humanos en nuestra cotidianidad. Elio es el refugio sentimental de Piera, el hermano cómplice de ella, y, al estallar una situación de barbarie en su familia que lleva a que él decida marcharse de su familia, se origina, quizá sea así, una situación de caos, de duelo en toda la familia y, muy en particular en Piera.
Excelente historia, amiga mía. Estaré pendiente de la continuación.
Un beso y un abrazo.
Estoy convencida de que cada familia, por más normal y bien llevada que sea, guarda algún secreto y hay casos en que nunca se descubre o está en un estado inconsciente para muchos de sus miembros.
EliminarGracias por tu lectura, espero que las próximas publicaciones sobre Piera te sigan suscitando interés.
Un gan abrazo, Gustavo.
Cada familia tiene su historia de tristezas y tragedias, la historia de Piera parece que se va a ir desglosando con un drama que no he descubierto.
ResponderEliminarmariarosa
La historia se irá desarrollando de a poco, no sé cuánto va a durar, sé que no es fácil seguir publicaciones con continuidad en un blog demasiado tiempo.
EliminarLo importante es que se entienda y dejaré una sinopsis recordaria con los hechos más importantes.
Gracias, Mariarosa.
Besos.
Una presentación en familia magnífica. Qué bien que te quedó el personaje de Elio, con el exilio en esa época oscura, la pelea con el hermano y el nuevo exilio. Y qué bien retratada Piera cuando era chica, con tu manera tan personal de contar, como cuando decís que hay vínculos que no se dan. Yo noto, según mi percepción personal, que la autora que hay detrás del texto tiene ganas de contar, y eso me pone muy contento, Mirella. Te mando un abrazo.
ResponderEliminarAriel
Empecé con entusiasmo estas historia, pero ahora ando un poco perdida, lo que tengo escrito está desorganizado. De pronto me encontré metida en una trama que se complejizó y voy a darme un tiempo para seguirla.
EliminarMe alegra que encontraras atractivos a los personajes que voy presentando.
Te agradezco mucho, Ariel.
Un abrazo.
Aquí nace esa fascinación de Piera por Elio. Sus rebeldías cobran forman y se agiganta el idealismo de la niña por ese ser protector y cómplice de sonrisas en un mundo hostil para ella. Recuerdo bien el texto de los damascos en almíbar, ese universo que lograste recrear mecido en sabores y recuerdos.
ResponderEliminarVale la pena esperar la continuidad de la historia familiar de Piera.
Tienes un don para crear ambientes y psicología.
Gracias por escribir, Bella Dama.
Besos.
¡Gracias Eva! Recién hoy me di cuenta de tus respuestas!
EliminarNo me llegan las notificaciones, aparecen tus comentarios en el blog y los de entradas anteriores se me escapan.
Contenta que sigas esta historia
Fuerte abrazo.
Qué buena continuación Mirella, esta frase bueno, es que me encanta de verdad (Nadie tuvo la culpa, hay vínculos que no se dan) Qué razón. Al vislumbrar como creció comprenderemos mejor, su ahora.
ResponderEliminarUn beso.
Agradecidísima por leerte los capítulos atrasados. Es que a veces hay vínculos que no se dan en una época y pueden mejorarse en otras, cuando se crece y se comprende más a las personas.
EliminarUn abrazo, Irene.
·.
ResponderEliminarSon complicadas las relaciones entre hermanos... no suelen ser excesivamente 'fraternales'. Y duro es sentirse un exiliado de tu propia casa. Con el paso del tiempo la situación se endurece... uno sigue sintiendo la pertenencia a esa 'su propia casa' y esa casa nunca se acerca. Se acerca la desesperanza.
Como siempre, Mirlo, tus textos son hermosos, sin desperdicio.
Me legro de volver por tu reino
un abrazo (A... de Alfonso)
· LMA · & · CR ·
¡Qué bueno tenerte nuevamente por aquí!
EliminarLas relaciones con los hermanos cuando hay demasiada diferencia de edad se vuelven por lo general difíciles. O se ponen demasiado paternalistas o ignoran al menor.
En este caso en la familia, entre los dos hermanos, hay un "secreto" que Piera descubrirá cuando sea adulta.
Un gusto que lo disfrutaras, Alfonso (que es mucho mejor que llamarte Bolo).
Un abrazo.
Son hermanos, vaya no lo hubiera imaginado. Pinta bien la historia.
ResponderEliminarUn abrazo Mirella
Hola Flor de María, lamento no haber recibido la notificación de tu comentario y lo leo hoy, casi un año después.
EliminarGracias, besos y mis disculpas.
Hola Mirella. De vuelta a la historia de Piera y con ganas de seguir: me encanta.
ResponderEliminarAbrazos :)
Un gusto que te hayas enganchado, Eric.
EliminarVerás que en cada episodio hay una sinopsis de los hechos más relevantes.
Gracias y abrazos.